Desajustes alimentarios y otros factores adicionales como inactividad física en los europeos avanzan de manera silenciosa y causan enfermedades y muertes. La OMS alertó que el sobrepeso y la obesidad han alcanzado proporciones epidémicas en Europa.
Las cifras de la Organización Mundial de la Salud son alarmantes. El 59 % de los adultos y casi uno de cada tres niños en la región tienen sobrepeso u obesidad. Presentan una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud.
Ninguno de los 53 países que integran la región europea de la OMS se encamina a cumplir el objetivo de frenar la subida de la obesidad y el sobrepeso en 2025. En el grupo se incluye a Rusia y varias antiguas repúblicas soviéticas.
La obesidad y el sobrepeso causan alrededor de 1,2 millones de muertes anuales, el 13 % del total en la región. Asimismo, elevan el riesgo de sufrir muchas enfermedades no transmisibles, como cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
El informe resalta que las personas con sobrepeso se han visto afectadas «de forma desproporcionada» por la pandemia por cambios perjudiciales en el consumo alimenticio y la actividad física. Tendrán efectos en la salud en los próximos años y serán difíciles de revertir.
«En Europa y Asia Central ningún país cumplirá el objetivo de frenar la subida de la obesidad», dijo Hans Kluge, director de OMS-Europa. Propone aumentar la inversión para impulsar mecanismos que cambien la tendencia.
La OMS observa alza en cifras de obesidad en Europa
La obesidad es un fenómeno complejo, más allá de la combinación de una dieta malsana e inactividad física. Las fases tempranas de la vida son fundamentales en la propensión a desarrollar obesidad futura.
La obesidad es una enfermedad, no solo un factor de riesgo. “Los factores ambientales exclusivos de vivir en las sociedades altamente digitalizadas de la Europa moderna también son impulsores de la obesidad”, apunta la OMS.
Un informe encontró que la comercialización digital de productos alimenticios poco saludables para los niños y la proliferación de juegos en línea sedentarios contribuyen a la creciente ola de sobrepeso y obesidad en Europa. Sin embargo, las plataformas digitales también pueden brindar oportunidades para la promoción y el debate sobre la salud y el bienestar.
Abordar la obesidad es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y es una prioridad reflejada en el Programa de Trabajo Europeo 2020-2025 de la OMS.
“Cualquier política nacional que apunte a emprender los problemas del sobrepeso y la obesidad debe contar con un compromiso político de alto nivel e integral. Llegar a las personas a lo largo de la vida y centrarse en las desigualdades. Las opciones de política deben alejarse de los enfoques que se centran en las personas y abordar los factores estructurales de la obesidad”, propone la agencia.
El informe de la OMS sugiere políticas específicas para reducir los niveles de obesidad y sobrepeso. En primer lugar, acciones fiscales (como la tributación de bebidas azucaradas o subsidios a alimentos saludables). Las restricciones a la comercialización de alimentos poco saludables para niños. Y la mejora del acceso a los servicios de control de obesidad y sobrepeso en la atención primaria de salud.
Los niños pobres son los más afectados
La obesidad y el sobrepeso tienen su origen desde el embarazo y los primeros años de la infancia. En esas etapas la OMS enfatiza su orientación preventiva: casi uno de cada tres niños tiene sobrepeso u obesidad en Europa.
La prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España es de un 14,2%, una de las más altas de Europa. España se encuentra solo por detrás de Grecia con un 18% y de Italia con un 15,2%.
Los datos de la OMS reflejan que en el mundo hay más de 300 millones de personas obesas, aunque las cifras más preocupantes son las referentes a la obesidad infantil. En los países en desarrollo con economías emergentes, la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil entre los niños en edad preescolar supera el 30%.
La pandemia elevó esos factores de riesgos en los menores por el sedentarismo, cierre de escuelas, bajas actividades deportivas y el aumento del uso de pantallas. En consecuencia, se elevó al 28 % la obesidad infantil, que en los hogares con rentas más bajas alcanza al 32,5 % de los niños de 4 y 16 años y con mayores rentas al 19 %.
Save the Children analizó la incidencia de la pandemia y de la renta de las familias en la salud nutricional de los niños y sus hábitos saludables. Comparando un sondeo a más de dos mil familias realizado en octubre de 2021 con la Encuesta Nacional de Salud (2017).
«Vivir en un hogar pobre duplica el riesgo de sufrir obesidad o sobrepeso. En España ya tienen uno de cada tres niños tras la pandemia», indicó Andrés Conde, director general de la ONG. Y advirtió que la situación puede agravarse por el alza de precios de alimentos como verduras y frutas, reseñó Efe.
Mayor consumo de comida chatarra
Los hogares con menores ingresos tienen menos posibilidades de acceder a los alimentos necesarios para una dieta equilibrada, de sufragar actividades extraescolares o de ocio no sedentario. O de tratar problemas de salud, como los trastornos de conducta alimentaria o las patologías bucodentales, que los hogares con rentas altas, precisó Save the Children.
Además, «los barrios más pobres tienden a concentrar mayor número de restaurantes y establecimientos de comida rápida».
El 18,1 % de los menores de las familias con ingresos más bajos consume a diario comida rápida frente al 10 % de los de familias acomodadas. Respecto a la actividad física o deportiva, la practican con regularidad el 71 % de los hogares con ingresos altos y desciende al 41 % en las familias de renta baja.
La pandemia interrumpió la tendencia positiva de descenso de las tasas de obesidad, que se situaban en el 27,6 % y la elevó hasta el 28%. La ONG resaltó que la situación inflacionista puede elevar esos porcentajes.
Respecto a las diferencias por sexo, desaparecen en la primera infancia -de 4 a 12 años-, pero sí destacan en la adolescencia: se produce en el 28 % de los chicos, frente al 13 % de las chicas.