Este jueves, la Organización Mundial de Salud (OMS) ha instado a que se realicen más investigaciones “exhaustivas” sobre la presencia de microplásticos en el medio ambiente y sus efectos en la salud de las personas. Aún así, la organización señala que, según la “escasa” información disponible, se puede concluir que el agua potable contaminada por este tipo de materiales «no es perjudicial para la salud”.
“Necesitamos urgentemente más datos sobre los efectos en la salud de los microplásticos, que están presentes en todas partes, incluso en el agua que bebemos”, indicó la Dra. Maria Neira, Directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS. “Debemos seguir estudiando este asunto y evitar que la contaminación por plásticos siga aumentando en todo el mundo”, agregó.
Microplastics are everywhere in the environment and have been detected in a broad range of concentrations in:
-Marine water
-Wastewater
-Fresh water
-Food
-Air
-Drinking-water, both bottled & tap water
👉https://t.co/B6wOEabYdh pic.twitter.com/O7zhePBuTA— World Health Organization (WHO) (@WHO) August 22, 2019
Un análisis de la organización, en el que se recogen los últimos conocimientos sobre los microplásticos en el agua potable, concluye que “los que miden más de 150 micras no suelen ser absorbidos por los humanos”. Asimismo, “se cree que las partículas más pequeñas se absorben poco”. Sin embargo, se tienen pocos datos sobre la situación.
En 2017, la Organización de las Naciones Unidas declaró que se encontraban hasta 51.000 millones de partículas microplásticos en los océanos, 500 veces más que el número de estrellas en la Vía Láctea. Estas partículas pueden ser ingeridas por animales marinos y pueden terminar en los humanos a través de la cadena alimenticia. Pero no es la única vía por la que se pueden ingerir microplásticos, ya que también pueden estar presentes en alimentos y bebidas como la cerveza, miel y agua de grifo.
Estandarizar la investigación
La OMS también recomienda “obtener métodos normalizados para medir las partículas microplásticas en el agua, analizar las fuentes y la presencia de estos materiales en el agua dulce y evaluar la eficacia de los distintos procesos de tratamiento”. Asimismo, la organización considera que se debe priorizar “la eliminación de microbios patógenos y productos químicos peligrosos para la salud de las personas, como los que causan enfermedades diarreicas mortales”.
Por otro lado, la organización señala que el tratamiento de las aguas residuales no solo elimina las heces y los productos químicos, sino que también acaba hasta con el 90% de los microplásticos presentes. También indica que “el tratamiento convencional del agua potable elimina las partículas de diámetro inferior a una micra”. Sin embargo, la OMS señala que “gran parte de la población” no se beneficia de sistemas adecuados de tratados de agua.
La “lucha” contra los microplásticos
El informe de la OMS es la última muestra de la preocupación sobre el efecto de los microplásticos en los seres humanos. La ONG por el medioambiente Greenpeace informó este miércoles en una nota de prensa que en el mar de los Sargazos, en el Triángulo de las Bermudas, un equipo de investigación encontró hasta 1.298 fragmentos de microplásticos, una cifra mayor de la que hay en la gran isla de basura del Océano Pacífico.
En una de las muestras tomadas, el equipo encontró 1.298 fragmentos de microplásticos. Tras un análisis por infrarrojos realizado a bordo de nuestro barco Esperanza, sabemos que la mayoría de ellos proceden de botellas y envases de plástico de un solo uso👉https://t.co/mPlkyQZXNO pic.twitter.com/564xlsaO9Q
— Greenpeace España (@greenpeace_esp) August 21, 2019
Greenpeace denunció que la presencia de este tipo de material amenaza el refugio de anguilas y tortugas, entre otras especies, que se encuentran en los Sargazos. La ONG también afirmó que la mayoría de los microplásticos que encontraron provienen principalmente de botellas y envases de un solo uso.
Sin embargo, según datos de la Unión Europea, entre el 15 y el 31% de los microplásticos presentes en los océanos son pequeñas partículas de plástico, al menos inferior a 5 milímetros, lanzadas directamente al medio ambiente. Algunos de estos materiales provienen del lavado de ropa sintética, la corrosión de los neumáticos y el agregado intencional a productos de cuidado personal.
Sobre estos últimos, ya la Unión Europea está tomando cartas en el asunto. Los eurodiputados pidieron a la Comisión Europea que introdujera una prohibición para eliminar los microplásticos agregados intencionalmente en cosméticos y detergentes para el 2020. En enero de este año, la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA por sus siglas en inglés) presentó un proyecto de Ley sobre la materia que se encuentra en consulta.
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