Tener conciencia puede ser la diferencia entre una buena o mala decisión. Precisamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) vuelve a realizar su campaña de la semana de concienciación sobre el buen uso de los antibióticos. Una mal suministro de estos medicamentos es peligrosa para la salud de las personas.
En 2018, uno de los lemas más emblemáticos de la campaña fue «el uso indebido de los antibióticos es un peligro para todos», en un intento de prevenir la automedicación de las personas.
Desde 2015, la OMS contempla una serie de actuaciones encaminadas a prevenir los riesgos derivados del abuso de los antibióticos. Un uso indebido de este tipo de fármacos podría provocar que las infecciones comunes volvieran a ser mortales.
Las acciones de la OMS en este aspecto pasan por incrementar la concienciación y la formación ciudadana a través de la educación, para que las personas se abstengan de incurrir en la automedicación.
Asimismo, la entidad internacional ha promovido la evidencia científica mediante la investigación, fomentar las medidas higiénicas para reducir la incidencia de las infecciones, emplear de forma adecuada este tipo de fármacos y fortalecer las inversiones en nuevos medicamentos, vacunas o formas de diagnóstico, en función de las necesidades que presente cada país.
«En el tema de la concienciación en el uso de los antibióticos, las acciones deben estar enfocadas hacia los médicos y los pacientes. Es importante que los médicos estén bien formados e informados. Por otro lado, la educación del paciente debe ser complemento para sabes tomar las decisiones para no tomar antibióticos cuando el caso no lo necesite. La idea del antibiótico es usarlo con un criterio médico», expuso el médico internista Gener Marena.
La resistencia de antibióticos
Un fenómeno que hay que tomar en cuenta es la resistencia de algunas enfermedades al efecto de los antibióticos. Tratamientos de infecciones como la neumonía, gonorrea tuberculosis y salmonelosis, se han vuelto más difíciles debido a la pérdida de eficacia de estos medicamentos.
La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos. Son las bacterias, y no los seres humanos ni los animales, las que se vuelven resistentes a los antibióticos.
Para prevenir que las bacterias desarrollen resistencia, los médicos especialistas recomiendan un cambio de comportamiento en las personas y tomar conciencia sobre la importancia de la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene de los alimentos.
La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes.
Según datos revelados por un estudio de la Organización Mundial de la Salud a 500 mil personas de diversos países, hubo pacientes que registraron 82% de resistencia a la penicilina, el fármaco más utilizado durante décadas en todo el mundo para tratar la neumonía.
El Dr. Marc Sprenger, director de la Secretaría para la resistencia a los antimicrobianos de la OMS, señala que «el informe confirma la grave situación que representa la resistencia a los antibióticos en todo el mundo».
«Tanto los médicos como los pacientes debemos tener conciencia para hacer uso racional de los antibióticos. La mejor manera de reducir la resistencia de los antibióticos es disminuir su uso de forma innecesaria» .
Un llamado a la conciencia
La resistencia a los antibióticos se acelera con el uso indebido y abusivo de estos fármacos y con las deficiencias de la prevención y control de las infecciones.
No obstante, se pueden adoptar medidas en todos los niveles de la sociedad para reducir el impacto de este fenómeno y limitar su propagación.
La OMS recomienda a la población general tomar las siguientes medidas:
- Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado.
- No pedir antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios.
- No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otras personas
- Prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.
«Es de suma importancia hacerle un llamado a todas las personas para que no se automedíquen. Siempre es necesario que un médico evalúe, realice el diagnóstico e indique un tratamiento para evitar la resistencia de los antibióticos y efectos adversos a los medicamentos», advirtió el doctor Marena.
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