Desde que detectaron el primer caso de ómicron en el mes de noviembre en Sudáfrica, mucho se ha especulado sobre esta nueva variante y su comportamiento en el cuerpo humano. La OMS dice que sus síntomas son leves y que evade parcialmente la acción de los anticuerpos neutralizantes generados por una infección previa o la vacunación. Por otro lado, aseguran que ómicron es más contagiosa que la delta, pero lo que aún nadie ha podido determinar es si es más o menos virulenta.
Los casos de ómicron a nivel mundial han revelado que esta cepa tiene menos probabilidad de causar hospitalizaciones y muertes. En Sudáfrica ya ha pasado un mes desde que surgió el primer caso, y aún con el aumento de contagios ha sido leve el incremento de personas hospitalizadas. De igual forma en países europeos como Dinamarca, donde el número de hospitalizaciones es ligeramente menor que con la delta.
Lo realmente alarmante de ómicron es que es más contagiosa, su tiempo de incubación es muy rápido, entre tres y cinco días. Por eso en las últimas semanas la curva de contagios a nivel mundial ha subido sin parar y en paralelo algunos hospitales han colapsado, aunque la situación aún no es comparable con principios de la pandemia. Lo que podría determinar que sí es menos virulenta.
Ómicron da la batalla frente a las vacunas, pero es más contagiosa
Lo cierto es que hay evidencia de que frente a ómicron nuestro sistema inmune da la batalla. Quizá por la vacunación, o quizá por una infección previa. Pero también hay otras defensas: las llamadas células T, que se encargan de identificar las células que han sido infectadas por un virus y las eliminan. Y que han dado muestras en laboratorio de combatir mejor esta variante.
Un grupo de investigadores de Ciudad El Cabo realizaron un estudio reciente en el que enfrentaron a ómicron al suero de personas vacunadas con una o dos dosis de Janssen o con dos de Pfizer. En todos los casos, la eficacia de las células T sólo se redujo entre un 20% y un 30%, mucho menos de lo que sucede con los anticuerpos neutralizantes.
Según la viróloga Wendy Burgers, autora del estudio publicado en la revista Science, «los datos son muy consistentes con todas las vacunas y puede que sea algún factor de la biología de esta variante. Pero por lo que sabemos sobre las células T, esto es lo que hacen: controlar el virus después de que te haya infectado», explicó en la investigación.
La delta continúa siendo la variante más problemática
Otros estudios de laboratorio también han mostrado que ómicron es menos voraz con algunos tejidos que las variantes anteriores. Sobre todo frente a la delta, que causa un riesgo grave de enfermedad. Un estudio en Hong Kong mostró que aunque ómicron se replicaba 70 veces más rápido en los bronquios que delta. Sucedía lo contrario con el tejido pulmonar.
En otro experimento, ómicron se replicaba peor en las células renales usadas en laboratorio. En estos casos, no se observa el mismo daño en los tejidos de los cultivos. El virólogo Ravi Gupta también realizó un estudio en Cambridge donde descubrió de que no todas las mutaciones de ómicron funcionan bien como equipo, lo cual puede hacerla menos eficaz a la hora de hacer que la infección progrese en las células humanas.
Desde que apareció la variante delta, los estudios afirmaban que más virulentas que la cepa original del SARS-CoV-2. Lo que aumenta el riesgo de hospitalización, ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y muerte de las personas debido a la COVID-19. En el caso de ómicron la mayoría de los estudios parecen coincidir en que aunque es más contagiosa, carece de la capacidad para crear infecciones directas entre células, uniéndolas y formando grandes células con varios núcleos.
Aumento de casos en Europa por la ómicron
De cara a las Navidades, las autoridades políticas y sanitarias de los países han pedido a los ciudadanos «que se preparen» para un «aumento significativo» en los casos de COVID-19 a medida que se propague ómicron. Y es que desde que surgió a fines de noviembre, esta nueva variante se ha detectado en al menos 38 de los 53 países de la región europea de la OMS. Actualmente es dominante en varios de ellos, incluidos Dinamarca, Portugal y el Reino Unido.
Los datos de la OMS muestran que el Viejo Continente ha reportado en las últimas semanas el mayor número de casos de COVID-19 en comparación con el tamaño de la población en cualquier lugar. Como recomendación, las autoridades insisten en «vacunar, vacunar y vacunar» con refuerzos, pues es la única solución por el momento.
Hasta ahora, el 89% de los primeros casos de ómicron en Europa se asociaron con síntomas comunes de COVID-19 como tos, dolor de garganta y fiebre, según la OMS. La mayoría de los casos se han reportado entre adultos de entre 20 y 30 años, extendiéndose inicialmente en las ciudades en reuniones sociales y laborales.