Una ola de protestas gana fuerza en las principales ciudades de Europa. Las razones para tomar las calles son los bajos salarios y los altos precios de la energía y los alimentos, entre otras motivaciones. La tasa de inflación interanual de la eurozona se situó en septiembre en 9,9%, lo que marca un nuevo récord histórico. Y supone una aceleración de ocho décimas respecto a la registrada en agosto. Mientras en la Unión Europea, la inflación interanual de ese mes se aceleró al 10,9%, también ocho décimas más que el 10,1% cifrado de agosto.
En Francia, varios sindicatos preparan una huelga general para exigir aumentos salariales que compensen los altos precios de la electricidad. Se trata del sector de las refinerías, pero también del transporte y la educación. Esta inactividad laboral generará dificultades para ir a trabajar, la preocupación en las zonas rurales en plena temporada de cosecha y siembra. Y se esperan posibles trastornos en las salidas de vacaciones en el país galo.
Eric Sellini, coordinador de la Confederación General del Trabajo (CGT), el sindicato de la línea dura del grupo petrolero informó que la huelga incluye a tres de las siete refinerías. Y cinco grandes depósitos de TotalEnergies.
En el ámbito del transporte, la huelga afectará sobre todo a la compañía ferroviaria SNCF y a la empresa de transporte público parisina RATP. El metro debería funcionar con relativa normalidad, pero un cuarto de los trenes de cercanías no circularán. Así como un tercio de los autobuses, indicó France24. Y, en el sector educativo, muchos padres no podrán llevar a sus hijos a las guarderías por falta de personal. Las clases podrían ser canceladas en primaria, secundaria y liceos profesionales.
El jefe de Estado, Emmanuel Macron reunió a los miembros del Gobierno afectados por la crisis para «hacer un balance de la situación».
Cobran impulso las protestas en Europa
En la oleada de protestas en Europa se incluye el Reino Unido. En ese país se han escenificado una serie de manifestaciones por el empeoramiento de los estándares de vida y los altos precios de la energía.
Los británicos han protestado en Londres, Plymouth, Aberdeen, Birmingham, Brighton y Bradford, acompañadas de huelgas de empleados de correos y de ferrocarriles.
Coordinadas por numerosas organizaciones sociales y sindicatos, las movilizaciones coinciden con el aumento de la factura media anual de energía para los hogares. Al pasar de 1.971 libras hasta 2.500 libras (2.790 dólares), a partir de este mes, en medio de la llegada de la proximidad del invierno. Además, unos 200.000 hogares han prometido dejar de pagar la cuenta hasta que el Gobierno haga más para proteger a las familias más vulnerables, informó The Guardian citando al movimiento Don’t Pay UK.
En el Reino Unido, trabajadores portuarios, de postales, industria cervecera y del sector médico, entre otros, se encuentran en huelga o en planes de iniciar una porque exigen el pago de salarios todavía no entregados
Entretanto, en Alemania, ya las autoridades habían advertido que el gas era un bien escaso, a raíz de la guerra rusa en Ucrania. Para ello, el gobierno adelanta inversiones y planes de emergencia para atenuar el impacto en la población. Sin embargo, miles de alemanes han salido a protestar por los altos costos de la energía y alimentos.
Los países con la mayor inflación en Europa son los Estados bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, con tasas que superan el 20%. Comparado con estos países, Alemania todavía está en mejor situación, con un 7,9%. Pero se avizoran protestas en lo que resta del otoño y el invierno por los bajos salarios. También contra el aumento de precios del gas y la electricidad.
Manifestantes piden ajustes salariales y freno a los precios
Al igual que en varios países de Europa, en Hungría se registraron protestas a finales de la semana pasada, por los salarios deprimidos.
Uno de los sectores más goleados es el de la educación, con manifestaciones en Budapest para reivindicar la mejora de las condiciones de trabajo de los docentes. Miles de personas salieron a la calle en una manifestación masiva en la que participaron profesores y estudiantes.
Los convocantes calculan que unas 40.000 personas participaron y se movilizaron a las puertas del parlamento. Para el próximo 23 de octubre se espera otra concentración, coincidiendo con el día de la Fiesta Nacional que conmemora la revolución de 1956 contra el comunismo.
El costo de la vida también enciende los ánimos en la República Checa. Miles de manifestantes protestaron en Praga contra la subida de los precios de la energía y los alimentos. Convocados por varios sindicatos, los manifestantes piden al Gobierno que regule el costo de los productos esenciales. Y aumente el salario mínimo a 18.200 coronas checas, unos 743 euros, para evitar que la gente caiga en la pobreza.
Asimismo, el aumento de los precios de los alimentos y las altísimas facturas de la energía ha llevado a unas 10.000 personas a las calles de Bélgica. Vestidos de verde, azul y rojo, los colores de los tres principales sindicatos, hicieron notar su hartazgo. Quieren que los políticos locales, nacionales y europeos actúen ya. Los manifestantes también protestan por la falta de poder adquisitivo. Piden que se modifique una ley de 1996 sobre el bienestar de los trabajadores para que los sindicatos puedan negociar subidas salariales.