La ola de calor que azota a los Estados Unidos está echando por tierra los récords de temperaturas alcanzados en el 2023. El verano apenas está comenzando, pero ya golpea fuerte en el suroeste del país. En Las Vegas y Phoenix aumentaron los casos de personas con graves quemaduras ocasionadas por aceras y calles. Las altas temperaturas las convierten en verdaderas amenazas. Unas trampas que pueden ser mortales.
El cambio climático está intensificando las olas de calor y haciéndolas más frecuentes y severas. Los eventos de calor extremo representan una amenaza significativa para la salud pública y la infraestructura, y se están volviendo cada vez más comunes. En julio las temperaturas en la región occidental de Estados Unidos han alcanzado niveles sofocantes, pulverizando récords históricos en varias ciudades.
Ardiente verano
Palm Springs, California, registró su temperatura más alta jamás documentada el 5 de julio, llegando a los 51,1 grados Celsius. El Valle de la Muerte en California tampoco se libró del calor extremo. El 7 de julio, la temperatura alcanzó un máximo de 53,8 °C, igualando el récord diario establecido en 2007. Las Vegas experimentó su día más caluroso en la historia el 7 de julio, con un termómetro que marcó 48,8 grados Celsius.
La ola de calor reciente fue particularmente brutal, con siete días consecutivos registrando temperaturas de 46,1 °C o más. Duplicó el récord anterior (de cuatro días consecutivos) establecido en julio de 2005, según el Servicio Meteorológico Nacional. De hecho, desde el 1 de junio, la ciudad ha visto al menos 18 récords de calor rotos.
En Arizona, Phoenix, registró una temperatura máxima de 46,1 °C el miércoles, empatando el récord diario establecido en 1958 y 1934. Incluso Portland, Oregón, ha experimentado récords de temperaturas máximas diarias durante cinco días consecutivos, alcanzando los 40 grados Celsius. Se prevé que las temperaturas máximas de la próxima semana seguirán siendo más altas de lo normal, oscilarán entre 43,3 y 44,4 grados Celsius, según el Servicio Meteorológico Nacional. Y al verano aún le quedan días por delante.
La ola de calor ahora se desplaza hacia el este. Se espera que las temperaturas se disparen en el Medio Oeste, con un índice de calor de hasta tres dígitos en lugares como Kansas City, Missouri. Incluso más al este, Nueva York también sentirá el calor, con una temperatura máxima prevista alrededor de los 32,2 grados Celsius, aunque la humedad podría elevarla hasta los 100.
Urbes como calderos
Las ciudades son más calientes que las zonas rurales o arboladas debido a la combinación de superficies impermeables que absorben y retienen más calor. En las selvas de cemento la falta de vegetación (que proporcionaría sombra y absorción de calor) y la actividad humana generan calor adicional. Factores que trabajan juntos para exacerbar las condiciones de calor extremo durante las olas de calor. Las calzadas y carreteras no solo acumulan el calor incrementando las temperaturas de la ciudad, son en sí mismas un peligro.
Incluso sin ola de calor, se esperan registros de 42,8 grados Celsius en Las Vegas. El asfalto, culpable habitual de las quemaduras por contacto, absorbe aproximadamente el 95% de la radiación solar y cubre gran parte del paisaje urbano en expansión. El aumento de las temperaturas y la expansión urbana en el suroeste de Estados Unidos están creando un nuevo peligro: las quemaduras graves por contacto con superficies calientes. Ningún lugar registra más quemaduras superficiales que el suroeste desértico, con sus castigadoras temperaturas y su implacable luz solar.
Phoenix y el área metropolitana de Las Vegas han sumado más de 300.000 residentes en la última década. A medida que las ciudades crecen, aumenta también el riesgo de quemaduras. El asfalto y el hormigón cubren gran parte de sus paisajes urbanos, creando trampas de calor que lo intensifican. A medida que más personas se mudan a ciudades como Phoenix y Las Vegas, crece el número de quienes sufren quemaduras por asfalto. Algunas incluso mortales.
No solo el asfalto
Las quemaduras también pueden ocurrir por contacto con otros objetos calientes, como:
- Manijas de puertas metálicas.
- Hebillas de cinturones de seguridad.
- Asientos de cuero para automóviles expuestos al sol.
- Superficies de hormigón junto a piscinas, incluso aquellas denominadas «terrazas frías».
Quemaduras graves
Los casos de quemaduras por pavimento comienzan a aumentar drásticamente una vez que las temperaturas exteriores superan los 35 grados Celsius. “Desgraciadamente, hay más asfalto, más hormigón y más posibilidades de sufrir este tipo de quemaduras”, explica Sean Collins, subjefe de bomberos de los servicios médicos de urgencias del condado de Clark, donde se encuentra Las Vegas. Cuando la temperatura del aire en Las Vegas alcanza los 46,1 grados Celsius, la superficie del pavimento puede subir hasta 71,1 grados.
Solo unos segundos de contacto pueden causar quemaduras de segundo grado. Unos minutos pueden provocar quemaduras de tercer grado que afecten músculos e incluso huesos. Las víctimas no solo son las personas que caminan descalzas. Muchas se queman al tocar el volante de un automóvil estacionado al sol, al correr sobre el pavimento caliente o incluso al jugar en el césped artificial.
En 2022, el Arizona Burn Center del Valleywise Health Medical Center en Phoenix, el mayor centro de quemados del suroeste, ingresó a 85 pacientes por quemaduras de contacto durante el verano. Pero el año pasado, cuando Phoenix soportó 31 días seguidos de temperaturas por encima de los 43,3 grados Celsius, ascendió a 136 pacientes, con 14 lamentables fallecimientos. Este año, el centro ya ha tratado a 50 pacientes, y cuatro de ellos no lograron sobrevivir.
“Las personas que mueren por este tipo de quemaduras no son las que simplemente acaban con ampollas en los pies”, advierte el cirujano e investigador en prevención de quemaduras, Clifford C. Sheckter, de la Universidad de Stanford. “Tu cuerpo se queda literalmente ahí y se cocina. Cuando por fin alguien te encuentra, ya tienes un fallo orgánico multisistémico”.
La prevención es sencilla; lo contrario, mortal
La buena noticia es que la mayoría de estas quemaduras se pueden prevenir con un poco de precaución:
- Evite salir a las horas más calurosas del día. Especialmente para personas mayores y con afecciones médicas.
- Asegúrese de que alguien sepa adónde va o lleve compañía con usted.
- Manténgase hidratado.
- No camine descalzo sobre el asfalto u otras superficies calientes. Especialmente durante las horas más calurosas del día.
- Use zapatos resistentes al calor al salir.
- No deje jugar a los niños en superficies calientes, en especial al aire libre.
- Realice una «prueba de contacto» con la mano antes de que los niños trepen a equipos de juegos al aire libre.
- Use chanclas alrededor de las piscinas.
- Esté atento a los signos de quemaduras, como enrojecimiento, dolor, hinchazón y ampollas.
- Tenga cuidado al tocar objetos metálicos o de plástico expuestos al sol.
- Si cree que usted o alguien que conoce tiene una quemadura, busque atención médica de inmediato. Las quemaduras graves pueden ser mortales si no se tratan adecuadamente.
Quemaduras de pavimento, aceras como planchas calientes
El experto en quemaduras Kevin Foster advirtió que el contacto con el pavimento caliente puede causar quemaduras graves en cuestión de segundos, ya que la temperatura del pavimento puede alcanzar de 76,6 a 82,2 grados Celsius bajo la luz solar directa. En Las Vegas, las lesiones por pavimento caliente son tan comunes durante los meses de verano que el personal del Lions Burn Care Center en el University Medical Center se refiere a ellos como la «temporada de quemaduras de pavimento».
Un informe de la revista médica alerta que las quemaduras en el pavimento a menudo son graves y requieren ingresos hospitalarios prolongados y una mayor necesidad de cirugías. Esto se debe a que las personas que resultan heridas a menudo no pueden levantarse del pavimento sobrecalentado porque colapsaron por deshidratación, insolación u otra condición médica o porque están intoxicadas.
El centro de quemados de Foster, parte del sistema de hospitales públicos de Valleywise Health que atiende a Phoenix y al condado Maricopa circundante, informó que las quemaduras graves por contacto con superficies calientes aumentaron un 49% en 2020 con respecto a 2019, alcanzando su número más alto desde que el centro de quemados comenzó a rastrear casos en 2000.
Los más vulnerables: ancianos y niños
La Asociación Estadounidense de Quemaduras informa que alrededor del 40% de los pacientes necesitan intervención quirúrgica para extirpar el tejido dañado y cubrir la zona con un injerto de piel. Algunos pasan semanas en el hospital recuperándose. Los grupos más vulnerables a este tipo de quemaduras incluyen a los ancianos, los niños y las personas sin hogar.
A los ancianos la piel frágil y mayor riesgo de caídas los hace vulnerables. También las personas con afecciones médicas, como neuropatía o pérdida de sensibilidad en los pies. Las caídas que provocan quemaduras también pueden ser causadas por intoxicación o accidentes vehiculares. Además, los bebés y los niños pequeños, con su piel delicada y movimientos rápidos, están en riesgo. Las personas sin hogar representan alrededor del 15% de los pacientes con quemaduras superficiales del Centro de Quemados de Arizona. Los médicos y las autoridades informan que muchas víctimas de quemaduras por pavimento en Las Vegas también son personas sin hogar.
Otros pacientes se han quemado después de desmayarse por deshidratación o por un ataque, según los médicos y las autoridades. Algunos son diabéticos y tienen sensibilidad limitada en la parte inferior de las piernas, por lo que no se dan cuenta de que se les están quemando los pies cuando caminan descalzos. Para los niños, las superficies calientes pueden ser a la vez fascinantes (para freír huevos, hornear galletas o derretir lápices de colores) pero también pueden ser peligrosas y dolorosos los efectos.
Con olas de calor extremo cada vez más frecuentes es conveniente seguir las recomendaciones de los especialistas. Las urbes, con sus aceras y calzadas, son verdaderas calderas en las que nos cocinamos a fuego lento. El clima no juega y no conoce la clemencia o la piedad.