POR CAMBIO16
20/07/2017
La ex estrella del fútbol americano O.J. Simpson saldrá de prisión en octubre tras recibir este jueves el beneficio de libertad condicional, cumplidos nueve de 33 años de una sentencia por robo y secuestro.
Los cuatro miembros presentes de la Comisión de Libertad Condicional del estado de Nevada llegaron a la decisión de manera unánime, después de escuchar el testimonio de Simpson que hace más de 20 años fue absuelto por el asesinato de su exmujer y un amigo de ella.
«¡Gracias!», dijo Simpson, de 70 años, al conocer la decisión, que fue transmitida por los principales canales de televisión de Estados Unidos, como el hipermediatizado caso de doble asesinato en 1995.
En su testimonio, que ofreció por videoconferencia desde la prisión Lovelock de Nevada, aseguró que en ningún momento buscó causarle daño a los dos coleccionistas de artículos deportivos que emboscó en 2007, con otros cinco cómplices, en un hotel-casino de Las Vegas.
«No he hecho ninguna excusa en los nueve años que llevo aquí y no estoy tratando de hacer excusas ahora», indicó, vestido con el uniforme azul de presidiario.
«Asumo total responsabilidad», aseguró. «He cumplido mi sentencia, lo he hecho lo más respetuosamente que he podido (…), en este punto de mi vida quiero pasar tiempo, lo más que pueda, con mis hijos y amigos», expresó.
Simpson, que brilló con los Buffalo Bills y es miembro del Salón de la Fama, insistió que solo trataba de recuperar recuerdos personales que le fueron robados.
Por ese crimen fue condenado a una sentencia mínima de nueve a 33 años de cárcel.
Simpson plantea irse lejos
Simpson tendría pensado dejar Nevada e instalarse en Florida.
«Podría quedarme en Nevada, pero no creo que me quieran aquí», bromeó en un momento de la audiencia.
Simpson, considerado un dios por su carrera deportiva, dijo que no veía «ningún problema en lidiar con el público ahora».
El exjugador fue el principal sospechoso de los brutales asesinatos de Nicole Brown y Ron Goldman, pero la defensa supo presentarlo como víctima de una policía racista. Fue absuelto en 1995 en medio de un gran espectáculo mediático, que hasta hoy despierta controversia.
Por el mismo caso fue hallado después culpable en una corte civil y sentenciado a pagar 33,5 millones de dólares en daños, que aún debe.