La paralización de las economías por la pandemia, golpea duramente los planes de los gobiernos, de las empresas, pero sobre todo al eslabón final de la cadena: al trabajador. La OIT informó que en el segundo trimestre la crisis sanitaria provocó una pérdida de horas de trabajo equivalente a 495 millones de empleos.
En su nuevo informe sobre los efectos de la emergencia en el mercado laboral global, la Organización Internacional del Trabajo empeora las cifras del estudio anterior, en junio. En esa edición la pérdida de empleos se había estimado en 400 millones, en relación con cifras de 2019.
En esta sexta actualización de datos conforme avanza la crisis, prevé que “la pérdida de horas de trabajo en el tercer trimestre gire en torno al 12,1%, o 345 millones de millones de empleos equivalentes a tiempo completo”.
Mientras tanto, “las previsiones para el cuarto trimestre del año ponen de manifiesto una situación más desfavorable que la que se esperaba. Se estima que la pérdida de horas de trabajo sea del 8,6%, a saber, 245 millones de empleos equivalentes a tiempo completo”.
El organismo con sede en Ginebra advierte que los países más pobres y las poblaciones más vulnerables, están siendo las más afectadas.
La cáida de una gran cantidad de horas de trabajo ha propiciado «una notable pérdida de ingresos». De hecho, indica, la pérdida de ingresos a escala mundial en lo que va de año (enero a septiembre) se ha elevado al 10,7%. De esta manera, los trabajadores han dejado de percibir unos 3,5 billones de dólares.
La OIT actualiza sus perspectivas de empleo
La OIT en su reciente informe hace énfasis en que los sectores que dinamizan las economías y son generadores de empleo, como el petróleo y sus derivados, y el turismo (tráfico aéreo, hoteles, diversión), están siendo muy golpeados.
BP informó a mediados del año la reducción de 10.000 empleos, de una nómina total de 70.000 personas, por la pandemia. Y este miércoles Shell anunció que planea suprimir entre 7.000 y 9.000 puestos de trabajo en el mundo, debido al colapso de la demanda de crudo. Shell emplea a unas 83.000 personas a nivel global, entre ellas 6.000 en el Reino Unido.
Este recorte forma parte de un conjunto de medidas, para equilibrar el fuerte descenso de sus ingresos a causa de la pandemia.
Como parte de sus nuevas medidas, la petrolera proyecta bajar costes anuales de entre 2.000 millones de dólares (1.704 millones de euros) y 2.500 millones de dólares (2.130 millones de euros) para 2022.
«Se espera una reducción de empleos para finales de 2022 de entre 7.000 y 9.000 puestos. Incluidos unos 1.500 que han acordado una retirada voluntaria este año», informó la compañía.
Disney también recorta la nómina
A estas prácticas de disminución de costes, por los bajos ingresos, se une Walt Disney Co. Anunció que despedirá a unos 28.000 empleados, la mayoría de ellos en sus parques temáticos de Estados Unidos. Allí la asistencia ha sido aplastada por la pandemia especialmente en Disneylandia que permanece cerrado.
Dijo además, que de los 28.000 empleados concernidos, 67% se desempeñan a tiempo parcial. Precisó Disney que al 31 de diciembre de 2019 empleaba a 223.000 personas.
La decisión se origina en el «impacto prolongado de la COVID-19 en nuestros negocios. Incluida la reducción de aforo en los sitios (explotados) vinculada al distanciamiento social, y las incertidumbres sobre la duración de la pandemia», explicó el grupo.
Cuando cerramos los parques de diversión «esperábamos un rápido retorno a la normalidad», destacó Josh D’Amaro, presidente del sector «parques, experiencias y productos», en una carta a los empleados.
«Siete meses más tarde, debemos constatar que no fue posible», argumentó. Entre abril y junio, la facturación de estas actividades cayó un 85% sobre igual período del año pasado, a 983 millones de dólares.
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