En un principio se esperaba que el tipo de suelo facilitara la excavación, pero se ha vuelto la principal traba para los rescatadores que trabajan día y noche por salvar a Julen, pues diversos obstáculos en la perforación del túnel alargaron este proceso muchas más horas de lo que estaba previsto.
Al final del día domingo, la perforadora había logrado alcanzar 52 metros de profundidad de los 60 que tendrá la galería vertical, a través de la cual planean llegar hasta el pequeño de dos años que cayó el domingo 13 de enero en un estrecho y profundo pozo ubicado en Málaga.
La máquina comenzó a perforar el pasado sábado 19, en una labor que calculaban culminaría en 15 horas. Sin embargo, los primeros 20 metros tardaron siete horas, y los próximos 20 tardaron el doble de tiempo.
Según lo reseñado por El País, varias rocas pizarrosas y de cuarzo son los obstáculos contra los que se ha encontrado la máquina que realiza el túnel, cavado 23 metros más abajo del orificio por donde descendió Julen accidentalmente.
Segunda fase
El plan es que al finalizar la apertura vertical, comience la labor de ocho miembros de la Brigada de Salvamento Minero. Con el uso de picos y martillos neumáticos se abrirán paso más de tres metros para llegar hasta Julen, un trabajo que podría tardar hasta 24 horas.
Para descender, se construyó una especie de «cápsula» diseñada por el Consorcio Provincial de Bomberos, informó ABC. Pesa unos 300 kilos y cuenta con capacidad para transportar a dos personas con material para excavar, además de una tercera en necesidad de rescate.
«Aparte tiene conductos preparados de aire. Tiene también abajo un pozo, un adosado que lleva la cápsula donde en el caso supuesto de que la cantera que se va a hacer se llenase, pues tendría la capacidad de cargar casi 500 kilos de tierra y sacarla hacia arriba», explicó a Europa Press el director técnico del Consorcio, Julián Moreno.
Aunque el técnico que coordina las obras de rescate, Ángel García, ha sido muy cauteloso al aseverar que «los terrenos son muy complejos», se espera que los mineros logren alcanzar a Julen en la madrugada de lunes a martes.
Carrera contrarreloj
Al cumplirse ocho días desde su caída, el rescate de Julen se convierte cada segundo en una carrera contrarreloj. «Estamos en el tiempo límite«, explicaba el día de ayer el pediatra Jorge Muñoz para ABC.
Asegura que cada día que pasa es más difícil sacar al pequeño con vida. Sin embargo, agrega que en los niños aumentan las posibilidades de sobrevivir varios días sin hidratación, así como también la resistencia ante posibles traumatismos.
«El oxígeno es importante, pero si no tiene agua ni comida no sobrevivirá más de una semana o diez días», acotó Muñoz.
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