Aunque existen más incertidumbres que certezas sobre el planeta rojo, su vida pasada y el porqué de su aridez y desolación, investigadores están ideando esquemas de poblamiento. Científicos españoles se han anticipado en siglos, o tal vez en décadas, al diseñar a Nüwa, un complejo urbanístico de cinco ciudades autosostenibles en Marte.
Suena surrealista, inalcanzable e incluso, sin sentido, para algunos. Pero para Abibbo no es un imposible poblar a Marte, con una distancia media de unos 225 millones de km de la Tierra y sin posibilidades hoy de habitarlo.
Abibbo es un estudio de arquitectura internacional con sedes en Madrid, Nueva York y Madras (India) y está presidido por Alfredo Muñoz, quien lidera el ambicioso proyecto. La firma se caracteriza por hacer diseños innovadores y cuentan con un amplio portafolio de obras en el mundo. Claro está, ninguna tan visionaria como llegar a Marte.
Tal vez este equipo de españoles, de la red SONet network, no contentos con la colonización de sus antepasados a buena parte de un continente, se plantean ahora colonizar a Marte. En circunstancias muy adversas, darían vida al asentamiento, denominado Nüwa.
La ciudad se ubicaría dentro de un precipicio de una montaña de la formación geológica Tempe Mensa, en el hemisferio norte del planeta rojo. Las rocas protegerían el interior de la colonia de la radiación espacial y de la baja presión atmosférica de Marte, mientras unas ventanas especiales en el acantilado proporcionarían luz solar indirecta, estima Muñoz.
«Nüwa es la capital de cinco ciudades que vislumbramos que habrá en Marte. Básicamente, la población total es de un millón de personas entre las cinco ciudades», afirma el experto. Estima que la construcción de la colonia podría comenzar en 2054 y terminar para 2100.
Piensan en Nüwa, una ciudad en Marte
Pareciera que nuestro planeta se hace pequeño para la ambición de unos pocos, que promocionan viajes turísticos al espacio y ahora, piensan en Nüwa, una ciudad en Marte. El equipo no se decidió por un nombre más castizo, o latino y le colocó Nüwa, de la mitología china. Era considerada como la diosa madre y creadora de los seres humanos. Una de las diosas más importantes, pues fue fundamental en la creación del universo.
La Mars Society ha elegido el proyecto Nüwa como uno de los diez modelos más factibles según criterios científicos, técnicos, económicos, arquitectónicos y sociales en un concurso convocado en 2020. En la convocatoria se presentaron 175 modelos de ciudad en el planeta rojo.
«Cada ciudad acogería a unas 200.000 personas y cada una de ellas estaría cerca de los recursos específicos que se pueden explotar», explica a EFE la ingeniera Gisela Detrell, miembro del equipo que ha diseñado la ciudad marciana: «Se especula que en el polo norte puede haber más agua y en el ecuador ciertos materiales interesantes».
El complejo urbanístico estaría construido en vertical, en la ladera de un acantilado. Una idea pensada para proteger a los habitantes en un planeta en el que el nivel de radiación es más elevado que en la Tierra. «También hay que tener en cuenta que la diferencia de presión entre interior y exterior es enorme, por lo que los materiales de construcción tienen que ser robustos», precisan los diseñadores.
Todo esto en un planeta cuya gravedad es un tercio de la de la Tierra. Un problema que tiene que considerar el diseño de la ciudad y que hará necesarios techos más altos. «Porque”, argumentan, “podremos saltar más y nuestra forma de andar será distinta».
Un proyecto interplanetario y sostenible, en pleno siglo XXI
La idea de los científicos en crear a Nüwa, una ciudad autosuficiente en Marte, pone a prueba no solo la inventiva sino la factibilidad.
El propósito es que tanto los materiales que se utilicen en la construcción de las infraestructuras, como el agua y la alimentación, basada en insectos, algas y carne producida ‘in vitro’, han de producirse en el propio planeta. «No tenemos que hacer magia», resalta Detrell. Además explica que no hay nada de lo propuesto en estas ciudades que no se pueda hacer con las tecnologías con las que ya contamos o están en desarrollo.
La experiencia más parecida a la vida en otro planeta es la de la Estación Espacial Internacional, a apenas 400 kilómetros de la Tierra. Allí viven seis astronautas de forma permanente y consiguen reciclar el 90 % del agua que utilizan, aunque la comida se envía en su totalidad desde la Tierra.
Para esta ciudad marciana se han pensado nuevas formas de alimentación y la introducción de agua en el sistema. Para que circule como ocurre en la Tierra y poder extraerla de la atmósfera. Aunque en un primer momento habría que enviar grandes cantidades de líquido al planeta porque serían necesarias ocho toneladas por persona.
Del mismo modo, para producir oxígeno serían necesarios 100 metros cuadrados de plantas por persona. Una cifra muy elevada pero que se aleja muchísimo de los 7.000 metros cuadrados por humano que hay actualmente en la Tierra. «Hemos pensado en algas que no solo sirvan para producir oxígeno, sino también para reciclar el agua y que nos las podamos comer», cuenta Detrell.
50 años en construir a Nüwa
La ingeniera considera que se tardarían unos 50 años en construir a Nüwa, la ciudad en Marte, que en un primer momento sería muy dependiente de la Tierra. Pero con el paso del tiempo se convertiría ella y las otras, en una sociedad completamente independiente y con una gobernanza propia.
La científica apuesta por una ciudad interesante donde la gente quiera ir a vivir e imagina que mediante la compra del billete a esta ciudad marciana «te desprendes de todo lo que tienes. Y a cambio no solo se te garantiza el transporte a otro planeta, sino que también todo lo que vas a necesitar, incluso oxígeno y agua».
¿Habrá algún interesado en esta aventura?
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