Los intentos, hasta ahora infructuosos, del presidente Donald Trump para tratar de evitar su derrota electoral frente a Joe Biden han encontrado un nuevo camino. Once senadores republicanos y senadores electos han anunciado que votarán en contra del recuento de votos del Colegio Electoral durante una sesión del Congreso esta semana.
El senador de Missouri (y aspirante a la nominación en 2024) Josh Hawley ya había dicho que se opondría al recuento y la confirmación de la victoria de Biden el 6 de enero. Así, al menos 12 senadores republicanos y 140 representantes republicanos se opondrán a que el Congreso confirme la victoria del demócrata. El vicepresidente Mike Pence apoya la estrategia.
Los 11 senadores están encabezados por Ted Cruz, (republicano por Texas). En un comunicado dijeron que apoyarían la objeción al recuento y pidieron una auditoría de diez días de los resultados electorales en «Estados en disputa». Afirman que el Congreso es el «único poder constitucional que queda para considerar y forzar la resolución» de las acusaciones de «grave fraude electoral».
Esas acusaciones, promovidas por Trump no han logrado superar la negativa de varios tribunales. Fueron desestimadas por el fiscal general, William Barr, antes de su renuncia, el mes pasado. No obstante, Donald Trump ha solicitado a los legisladores republicanos que le apoyen.
Esfuerzo cuesta arriba
Suman casi una cuarta parte de los republicanos del Senado los que se preparan oficialmente para desafiar la certificación de la victoria de Joe Biden en el Colegio Electoral. Ted Cruz les pidió a los republicanos del Senado votar en contra este 6 de enero, a menos que haya una auditoría electoral.
«Tenemos la intención de votar el 6 de enero para rechazar a los electores de los estados en disputa como no ‘entregados regularmente’ y ‘legalmente certificados’. A menos y hasta que se complete la auditoría de emergencia de 10 días», dijeron los senadores.
Los esfuerzos de los 11 senadores están separados de la iniciativa del senador Josh Hawley (republicano por Misuri), quien fue el primer senador en anunciar que se uniría a los republicanos de la Cámara para oponerse a la certificación de los resultados de las elecciones. Hawley dijo que espera que «muchos más escuchen a sus electores y actúen».
Brecha republicana
El creciente apoyo a los esfuerzos para votar en contra de la victoria de Biden en el Congreso ha creado una brecha en el Partido Republicano. Varios senadores republicanos se han opuesto al plan.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell (Kentucky), ha intentado sin éxito disuadir a sus copartidarios de oponerse al recuento y forzar la votación. Algunos analistas estiman que esto pondría a los republicanos que busquen la reelección en 2022 en una posición políticamente poco envidiable: votar contra Donald Trump o contra la democracia. McConnell llegó a decirles a los republicanos del Senado que su voto para confirmar la victoria de Biden «será el más importante que haya emitido».
El senador Pat Toomey (republicano por Pensilvania) dijo que el esfuerzo de Hawley y Cruz para «anular los resultados» de las elecciones «socava directamente el derecho del pueblo a elegir a sus propios líderes».
Mitt Romney (candidato presidencial republicano de 2012) dijo en un comunicado que la «estratagema atroz de Cruz y otros para rechazar a los electores puede mejorar la ambición política de algunos, pero amenaza peligrosamente a nuestra República Democrática». Lisa Murkowski (Republicana por Alaska) respondió: «Hice un juramento de apoyar y defender la Constitución de los Estados Unidos y eso es lo que haré el 6 de enero».
Los proponentes se defienden
Hawley respondió a lo que llamó «ataques personales descarados». Dijo que el debate sobre las elecciones debería ocurrir en el Senado, no en conferencias telefónicas o comunicados de prensa.
«Debemos evitar ponernos palabras en la boca del otro y hacer afirmaciones infundadas sobre las intenciones de nuestros compañeros senadores. Nunca pretendo hablar en nombre de otro senador, pero sí hablo en nombre de mis electores cuando plantean preocupaciones legítimas sobre asuntos tan importantes como la equidad de nuestras elecciones», dijo Hawley.
En la Cámara Baja, 140 republicanos han indicado que pueden votar en contra de certificar la victoria de Biden en el Colegio Electoral.
Piden una auditoría «justa y creíble»
En el comunicado no se mencionó si planean oponerse a los resultados de estados específicos. Tampoco señala «cómo dividirían esas objeciones» o si simplemente votarían a favor de las impugnaciones a los resultados del Colegio Electoral si alcanzan el Senado.
Los senadores republicanos dijeron además que una auditoría «justa y creíble» realizada rápidamente y completada antes del 20 de enero «mejoraría drásticamente la fe de los estadounidenses en el proceso electoral y mejoraría significativamente la legitimidad de quien se convierta en el próximo presidente«.
«Estos son asuntos que son dignos del Congreso y que nos han encomendado defender. No tomamos esta acción a la ligera. Estamos actuando no para frustrar el proceso democrático, sino para protegerlo», añaden en el texto.
Los senadores dijeron que las elecciones de 2020, al igual que las elecciones de 2016, fueron reñidas. En muchos estados se decidieron por poco. «Las elecciones de 2020, sin embargo, presentaron acusaciones sin precedentes de fraude electoral, violaciones y aplicación laxa de la ley electoral, y otras irregularidades en la votación», añadieron.
Pocas esperanzas para Donald Trump
La última vez que un senador y un miembro de la Cámara de Representantes se unieron para impugnar una votación en el colegio electoral fue en 2005. En ese entonces, la senadora Barbara Boxer y la representante Stephanie Tubbs Jones impugnaron la victoria del presidente George W. Bush en 2004 en Ohio. Se basaron en supuestas violaciones de derechos civiles. Las objeciones generaron dos horas de debate en la Cámara y una hora en el Senado. Finalmente fueron rechazadas por amplios márgenes en ambas cámaras.
Con votos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, las fuerzas a favor de Donald Trump lograrán impulsar el debate. Sin embargo, los demócratas son mayoría en la Cámara de Representantes. También cuentan con suficientes votos en el Senado controlado por el Partido Republicano para rechazar las objeciones. Entonces, el esfuerzo de los once senadores muy probablemente no hará más que retrasar lo que parece inevitable. Podría ser la última carta para Donald Trump, siempre parece dispuesto a darnos un sorpresa en el ultimo minuto.
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