La COVID-19 y sus variantes se anteponen a los planes de muchos países por recobrar la normalidad. Singapur continúa su estrategia de apertura a pesar de los récords diarios de contagios y muertes. Mientras, en Rusia y el Reino Unido aumenta el temor por el alza desmedida de casos. Científicos ingleses instan a Boris Johnson a volver a las restricciones.
Asesores científicos del gobierno británico sugieren a las autoridades introducir rápidamente medidas restrictivas ante el auge del virus.
Gran Bretaña reporta un promedio de 47.000 nuevos casos de la COVID-19 por día durante la semana pasada,18% más que la semana anterior. Además de 135 muertes, en promedio por día, un aumento del 16% con respecto a la semana anterior. Ese país acumula más de 139.000 fallecidos durante la pandemia, es la cifra más alta en Europa después de Rusia.
Varios especialistas están instando al gobierno a reintroducir algunas de las medidas que levantó hace tres meses cuando terminaron más de un año de restricciones. Incluido el uso obligatorio de mascarillas en interiores, el distanciamiento social y el asesoramiento para trabajar desde casa.
«El trabajo de políticas sobre la posible reintroducción de medidas debe emprenderse ahora. Para que pueda estar listo un despliegue rápido», dice el acta de una reunión del Grupo Asesor Científico para Emergencias.
Sin embargo, el primer ministro, que visitó un centro de vacunación en Londres, comentó que el nivel de infección actual «no está fuera de los parámetros de lo que se predijo». E invitó a las personas a tomar precauciones «de sentido común», como usar mascarilla. Y recibir una vacuna de refuerzo tan pronto como fueran elegibles, seis meses después de la segunda dosis.
Países frenados por la COVID-19
Singapur, al igual que otros países, persiste en su combate contra la COVID-19. Aún así las autoridades reiteran su política de apertura.
Continúa manteniendo su estrategia de “vivir con el virus”, a pesar de informar incrementos diarios de la enfermedad. Y un aumento en las muertes provocadas por un brote de la variante Delta.
La ciudad-estado de la isla de 5,45 millones de personas reportó un récord diario de 3.703 casos y 11 muertes esta semana, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
En paralelo, Singapur -que ha vacunado el 99,9% de la población- decidió seguir adelante con su esquema de abrir las fronteras. La medida se produjo cuando los gobiernos de la región, incluidos Tailandia, Indonesia y Vietnam, están interesados en reactivar sus economías a través del turismo. Singapur y también Malasia están haciendo la transición hacia el tratamiento del virus como endémico. Al intentar controlar los brotes con vacunas, en lugar de restringir la vida de los ciudadanos.
Las nuevas reglas precisan que los viajeros de un total de 11 países pueden ingresar a Singapur sin tener que ponerse en cuarentena. Todo como parte de la campaña de «recuperación y reconstrucción».
El primer ministro Lee Hsien Loong dijo que Singapur no podía «permanecer bloqueado y cerrado indefinidamente». Y agregó que la pérdida de empleos, la separación de familias y el cierre de negocios habían causado «tensión psicológica y emocional y fatiga mental».
Pero mientras Singapur dijo que quería hacer la transición a un modelo Covid endémico en mayo, el reciente aumento de variantes de Delta ha puesto en riesgo esos planes.
Rusia declara días no laborables por el auge del virus
Rusia está entre los países que registran un aumento de contagios por la COVID-19, tras diecinueve meses de declarada la pandemia. Contabiliza alrededor de un millar de fallecidos al día y contagios a un ritmo vertiginoso desde hace semanas. Sin embargo, pese a que Rusia ha sido el primer país en registrar una vacuna contra el coronavirus, un 28,9% de la población se ha vacunado. Solo 42 de los 145 millones de habitantes, según el Ministerio de Sanidad.
El presidente Vladímir Putin anunció que del 30 de octubre al 7 de noviembre serán días no laborables con la posibilidad de prórroga, debido a la propagación de la COVID-19. La decisión llegó en medio de una reunión por videoconferencia entre el presidente ruso y miembros del Gobierno de la Federación de Rusia.
Putin reconoció que hay un problema con la epidemia, el cual lamentablemente, valoró en aumento. Comentó que es imposible no prestarle atención, ya que el mundo entero todavía está involucrado en esta situación.
«Es extraño, conozco a gente con buena educación, con títulos universitarios. No se quieren vacunar. No entiendo qué está pasando. Sólo tenemos dos formas de superar este período: enfermarse o vacunarse. Es mejor vacunarse. ¿Por qué esperar la enfermedad y sus graves consecuencias?», añadió el presidente.
Diariamente, 1.500 personas son hospitalizadas y el número de pacientes graves o muy graves se ha duplicado. Por eso habrá medidas restrictivas extra en la capital rusa. Preocupan los ancianos, pues de los 3 millones de moscovitas mayores de 60 años, solo un millón fueron vacunados.
The Moscow Times informó que la capital entrará en un ‘lockdown’ estricto si las infecciones continúan aumentando. Esto implicaría el cierre de todos los establecimientos no esenciales. A partir del 28 de octubre, los restaurantes y bares permanecerán cerrados.