La Unión Europea observa un nuevo frenazo en las expectativas de crecimiento para el cierre de 2020, por la segunda ola de la pandemia. De los países miembros, la economía más afectada es la de España, con una contracción esperada del 12,4% del PIB. Un punto y medio más de caída que en la previsión de julio.
En la actualización de las cifras de la economía comunitaria, Bruselas reporta que los esfuerzos de los países por salir del atasco se detienen y se ralentizan. En España la recuperación será más lenta de lo previsto, y se ganará en dos años, con un 5,4% en 2021 y un 4,8% en 2022.
Semanas atrás, el Banco de España anticipó que los rebrotes podrían inclinar la balanza hacia el peor de sus escenarios. Con el peor desempeño económico desde que existen registros, entre 10,5% y 12,6%,
Ahora, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ubica el desplome en 12,4%, el más elevado de la zona euro. Por encima de la caída en Italia del 9,9% y en Francia del 9,4%. Y en fuerte contraste con Alemania, que consigue limitar el bajón a un 5,6%.
Además, precisa de cifras negativas y abultadas en cuanto al déficit y la deuda. El informe refiere que el déficit español se situará este año en el 12% y se reducirá a un 9,6% en 2021. Entretanto, la deuda se dispara al 120% este año y los dos siguientes. Aunque las reglas fiscales del Pacto de Estabilidad están suspendidas, en algún momento tendrá que encararse.
La UE reconoce el importante papel de los ERTE y otras medidas económicas de España para limitar la pérdida de empleos. Así como las ayudas a empresas y trabajadores. Sin embargo, el paro lo estiman en 16,7% este año, y aumentar en 2021 cuando comience la retirada progresiva de estos planes de apoyo.
Expectativas de la UE y economía de España
El informe de la UE advierte que la contracción económica desigual en los Estados miembros fue seguida por un fuerte repunte en el tercer trimestre, a medida que se suavizaron las medidas de contención. Pero en las últimas semanas, con el resurgimiento de la pandemia y las medidas de contención hubo un nuevo frenazo.
Gentiloni prevé que el crecimiento se estancará en el cuarto trimestre, pero se recuperará a partir del primer trimestre de 2021. Estima que el PIB de la UE se contraiga un 7,4% este año, antes de crecer un 4,1% en 2021 y un 3,0% en 2022. Para la zona del euro: -7,8% en 2020, 4,2% en 2021, 3,0% en 2022.
Esta previsión implica que la economía de la UE en su conjunto estará apenas por debajo de su nivel prepandémico para finales de 2022. Pero, lamentablemente, no es el caso de todos los países.
“La estimación preliminar de Eurostat indica que la recuperación del tercer trimestre fue incluso más fuerte de lo que esperábamos. Y fue impulsada por la demanda reprimida y la acción política decisiva tanto de los Estados miembros como de la UE”, dijo.
El resurgimiento de las infecciones en Europa en las últimas semanas provoca nuevas interrupciones. Se espera que esto detenga la recuperación a corto plazo. También deja las perspectivas sujetas a una incertidumbre extremadamente alta.
Estas divergencias reflejan la diferencia en la gravedad de la pandemia y el rigor de las medidas de contención relacionadas. Pero también reflejan diferencias en las respuestas de las políticas internas y las estructuras económicas. Es decir, se espera que los países con grandes sectores turísticos, como la economía de España, tarden más en lograr una recuperación completa.
Medidas fiscales y ayudas de los gobiernos
A diferencia de las recuperaciones pasadas, la economía europea no puede contar con un tirón significativo desde el exterior. Debido a que la pandemia ha sido un verdadero shock global, no se espera que las exportaciones netas contribuyan mucho al crecimiento de la UE durante los próximos dos años.
Todos los Estados miembros han establecido importantes medidas fiscales discrecionales para proteger los hogares y las empresas del impacto negativo de la pandemia. En particular, los planes de trabajo de corta duración permiten a las empresas mantener a los trabajadores en su nómina durante las dificultades económicas temporales, gracias a una compensación de los gobiernos.
Gentiloni espera que la orientación fiscal de la zona del euro sea fuertemente expansiva en 2020. Otras políticas de apoyo a las empresas sin impacto presupuestario (garantías estatales para préstamos bancarios y moratorias fiscales) han tenido como objetivo apoyar la liquidez y evitar quiebras.
Al mismo tiempo, se supone que la continuación del BCE de las medidas de relajación, principalmente a través de la compra de activos, combinada con unas expectativas de inflación moderadas, mantendrá negativos los tipos de interés reales a corto y largo plazo. La combinación de políticas parece excepcionalmente favorable, como debería ser, y se espera que apoye la recuperación.
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