Meteorólogos de la NOAA reestimaron al alza sus expectativas para la temporada de huracanes de 2023 y la clasificaron «por encima de lo normal”, en función de las temperaturas récord de la superficie del mar del Atlántico.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU anunció que los meteorólogos han aumentado la probabilidad de una temporada por encima de lo normal al 60%. Los pronosticadores ahora esperan de 14 a 21 tormentas con nombre, incluidos de seis a 11 huracanes y de dos a cinco huracanes importantes de categoría 3, 4 o 5, con vientos sostenidos de 111 millas por hora o más, informó el organismo.
En mayo, los meteorólogos del Centro de Predicción Climática de la NOAA habían proyectado una probabilidad del 30% de una temporada de huracanes por encima de lo normal y pensaron que era más probable una temporada casi normal, con 12 a 17 tormentas con nombre.
Pero el pronóstico revisado, emitido de forma rutinaria en agosto cerca del corazón de la temporada, extrapola los eventos meteorológicos esperados. La revisión se basó en las temperaturas de la superficie del mar del Atlántico que no se han visto desde que comenzó el mantenimiento de registros en 1950, explicó Matthew Rosencrans. Meteorólogo principal de la temporada de huracanes en el Centro de Predicción del Clima.
“Creo que la gente debería preocuparse y prepararse para las tormentas que implica este pronóstico”, dijo el experto.
Los eventos hidrometeorológicos extremos, como huracanes, precipitaciones torrenciales y sus consecuentes inundaciones y desplazamientos del terreno son una amenaza constante para la región. En los últimos 15 años han generado más del 57% de las emergencias ocurridas en las Américas. Afectando a más de 175 millones de personas, según el Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres.
NOAA estima huracanes por encima de lo normal
Los meteorólogos creen que las condiciones atmosféricas y oceánicas actuales, como las temperaturas récord de la superficie del mar Atlántico, probablemente contrarresten las condiciones atmosféricas generalmente limitantes asociadas con el evento de El Niño en curso.
NOAA ofrece detalles de esta temporada de huracanes de seis meses que finaliza el 30 de noviembre. Reitera que prevé de 14 a 21 tormentas con nombre (vientos de 39 mph o más). La Administración afirma que proporciona estos rangos con un 70% de confianza.
Los meteorólogos entraron en la temporada con más incertidumbre de lo normal debido a una inusual confluencia de factores. La temperatura más cálida de la superficie del mar Atlántico tiende a aumentar la actividad de los huracanes. Pero se esperaba que El Niño en desarrollo lo moderara.
El Niño es un fenómeno climático natural que comienza con aguas cálidas en el Pacífico y afecta los patrones climáticos en el mundo. Los cambios en las corrientes de aire pueden provocar inviernos más templados y húmedos en EE UU y sequías en Australia e India. El Pacífico recibe más huracanes y el Atlántico menos.
Este año, países como Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Perú ya han reportado estos eventos, que tienen un impacto significativo en los sistemas de salud, la seguridad alimentaria e hídrica.
El pronóstico de la NOOA sobre los huracanes llega en momentos en que continúa la recuperación en Florida de una temporada sin precedentes en 2022, que incluyó los huracanes Ian y Nicole. Después de arrasar franjas del suroeste de Florida, Ian provocó inundaciones generalizadas en el interior del estado, que causaron daños por valor de 113. 000 millones de dólares y 156 muertes. Es el tercero más costoso en la historia de EE UU después de Katrina en 2005 y Harvey en 2017.
Actuación de El Niño
Investigadores de la Universidad de Stony Brook en Nueva York y el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en California concluyeron que el cambio climático aumentó las tasas de lluvia de Ian en más del 10%. Algunas áreas fueron golpeadas por más de 20 pulgadas de lluvia. El huracán Fiona, otra tormenta de septiembre, causó inundaciones devastadoras en Puerto Rico.
Rosencrans señaló que muchos de los pronósticos en mayo no anticiparon la continuación de las temperaturas superficiales del mar Atlántico sin precedentes. También dijo que los cambios asociados con El Niño parecían surgir más tarde de lo esperado y que algunos modelos no muestran los impactos hasta septiembre.
“Es solo que los impactos de El Niño han tardado más en emerger sobre el Atlántico”, dijo. “No es instantáneo. De alguna manera se esparce”.
La NOAA también indicó que un pronóstico de cizalladura del viento por debajo de lo normal, los vientos alisios del Atlántico ligeramente por debajo de lo normal y un monzón de África occidental casi o por encima de lo normal fueron factores clave en el pronóstico revisado.
La cizalladura del viento consiste en un cambio brusco en la dirección o la velocidad del viento y puede tener lugar en cualquier nivel de la atmósfera.
La temporada ya ha sido activa, con cinco tormentas que han alcanzado al menos fuerza de tormenta tropical, incluido un huracán. La temporada promedio presenta 14 tormentas con nombre, incluidos siete huracanes y tres huracanes importantes.