Alemania dejará de usar aceite de palma para producir biocombustibles a partir de 2023. La medida la anunció la ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze, en un comunicado. El aceite de palma supone actualmente el 3,9% de la materia prima empleada en el país para elaborar biodiésel.
En su lugar el gobierno alemán establecerá una cuota para el uso mínimo de materiales de desecho para la producción de biocombustibles.
Según cálculos de ePure de los 3,4 millones de toneladas de biodiésel producidas en Alemania en 2020, el aceite de colza constituyó cerca del 60% de las materias primas. En segundo lugar figuran los aceites comestibles usados recogidos de procesadores de alimentos y restaurantes. Contuyen alrededor del 25%, mientras que el aceite de palma representa el 3,9% y el resto fue principalmente aceite de soja.
Aceite de palma debe desaparecer
La Comisión endureció sus normas sobre el uso del aceite de palma, ya que su empleo está relacionado con la deforestación en los países productores. En tal sentido, Schulze declaró que «no es aceptable talar bosques, secar páramos y destruir la naturaleza para producir biocombustibles».
La directiva sobre energías renovables de la UE establece que los combustibles a base de aceite de palma deben desaparecer para 2030. Sin embargo, uno de los principales productores de Colza, Malasia, ha tomado medidas legales contra las medidas. El mayo pasado, la Organización Mundial del Comercio (OMC) aceptó su petición de Malasia de crear un grupo especial para examinar la medida de la UE, por considerarla discriminatoria.
Bosques por aceite
El aceite de palma es muy versátil, es usado en alimentos, pienso animal y combustible. Representa el 40% de la demanda anual de aceite vegetal. Por ello grandes áreas de bosque y selva han sido taladas para dar lugar a las plantaciones de palma aceitera.
Es un problema de grandes dimensiones. Según recoge DW en un artículo más del 90% del aceite de palma se produce en las regiones de Borneo, Sumatra y la Península Malaya, donde las tierras de cultivo han desplazado a los bosques tropicales.
El daño a la biodiversidad y la eliminación de sumideros de carbono son tan solo alguno de los problemas que la producción de aceite de palma acarrea.