Por Cambio16
20/06/2018
El caso de los niños inmigrantes en EEUU separados de sus familias ha encendido un hervidero. A medida que crece el furor en ese país por la nueva política migratoria de «tolerancia cero» del Gobierno de Trump -de enjuiciar a todos los inmigrantes ilegales y separarlos de sus hijos-, los campos de detención de inmigrantes están bajo estrecha vigilancia. Las fotos emitidas por el gobierno de los Estados Unidos revelaron hileras de recintos divididos por cercas de alambre. Generando polémicas comparaciones con los campos de concentración.
Tras la polémica, el gobierno de EEUU defendió que la indignación por sus acciones está fuera de lugar. Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, dijo que los niños inmigrantes en EEUU «están siendo bien atendidos. La Oficina de Reubicación de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos brinda alimento, atención médica y servicios educativos a estos niños. Se les proporciona refugio temporal».
Asimismo, el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, le restó importancia a las críticas. «Es una verdadera exageración. En la Alemania nazi, estaban manteniendo a los judíos dentro del país, pero este es un asunto serio».
INGRAHAM: "[Lawmakers are comparing this policy to] Nazi Germany, concentration camps, what's going on here?"
SESSIONS: "It's a real exaggeration. In Nazi Germany, they were keeping the Jews from leaving the country but this is a serious matter." pic.twitter.com/PnoXT2hJSe— Axios (@axios) June 19, 2018
Por supuesto, la broma de Session vale una corrección. Los campos nazis no fueron simplemente diseñados para evitar que los judíos abandonaran Alemania. Fueron una herramienta de genocidio. Pero más allá de eso, el término histórico «campo de concentración» es mucho más amplio que el modelo alemán.
Una historia de campos de concentración
Cuando la gente escucha la frase es inevitable pensar en los campos de exterminio nazis. El genocidio superó a la imaginación humana en los anales de la atrocidad. Y las decenas de reseñas y documentos históricos sobre ese período definieron lo que era un «campo de concentración» tan horrendamente que toda referencia anterior ha sido olvidada.
Los campos de concentración no son necesariamente violentos. Históricamente, eran «un lugar de detención masiva de civiles sin juicio, generalmente por motivos de raza, religión, etnia, ciudadanía o afiliación política«. El término, para más señas, se origina en Cuba, donde cientos de miles de cubanos estuvieron retenidos en «campamentos de reconcentración» españoles desde 1896 y 1898. Poco después, los británicos establecieron campos de concentración para civiles en Sudáfrica. (1900-1902).
Estados Unidos también ha detenido a civiles sin cargos. Niños y adultos japoneses y estadounidenses permanecieron en campos de internamiento durante la Segunda Guerra Mundial. Entonces, no hubo ningún intento de matar o herir físicamente a los niños, según los registros.
Así, los centros de detención actuales de Estados Unidos encajan en aquel concepto inicial de campo de concentración, no en el de la historia Nazi. Los niños no están detenidos por ser culpables de un delito. Sino como una estrategia para aterrorizar a los padres inmigrantes que consideran cruzar la frontera de México y Estados Unidos de manera ilegal. «Podría ser un elemento de disuasión. Sería una consideración fuerte para los solicitantes de asilo», dijo el jefe de personal de la Casa Blanca, John Kelly, a la NPR en mayo.
El peligro para los niños inmigrantes en EEUU
Lo que sí no se puede perder de vista es que, al detener a niños inmigrantes, EEUU está coqueteando con abusos más serios en el camino. Son esas versiones anteriores arriba descritas las que prepararon el escenario para los modelos brutales que siguieron. Y, de no mostrarse un seguimiento riguroso, puede correrse el riesgo de prácticas peligrosas que normalmente sirven como base y autoridad legal para campamentos mucho peores más adelante.
Las condiciones actuales en las que se encuentran los niños inmigrantes en EEUU se parecen mucho a las «jaulas» de la era Obama representadas en fotos de 2014. En ambos casos, se muestra a los niños separados de sus familias. Durmiendo en el suelo dentro de recintos de cables de acero. Varios medios de comunicación y organizaciones de DDHH han rechazado las fotos. Por ende, han provocado llamados para que la administración Trump cambie sus tácticas.
El lunes (18 de junio) se publicaron más fotos, esta vez del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EEUU.