POR ANA TRENDY
21/11/2017
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.Nicolas G. Hayek fue seleccionado para conformar nuestra lista de los 16 personajes mas influyentes en los últimos 100 años, basado en su contribución al renacimiento de la industria relojera, lo que sin duda cambió el estilo de vida de la gente.
Con esta premisa escogimos a las personalidades que incluimos en la edición especial de Noviembre, y que nuestro colaborador Andrés Moreno destaca así:
Su reloj de plástico Swatch fue la punta de lanza del renacimiento de una industria que vivía con agonía la famosa crisis del cuarzo.
Que hoy en día la relojería sea uno de los segmentos más pujantes del mundo del lujo, es en gran parte gracias a la audacia empresarial de Nicolás G. Hayek.
Cuando los periódicos de todo el mundo dieron el 28 de junio de 2010 la noticia de la muerte de Nicolas G. Hayek, ninguno se resistió a recordar que había fallecido en su despacho como símbolo definitivo de su infatigable pasión por el trabajo.
Pero nadie pasa a la historia por amar su despacho por encima de todas las cosas. Hayek fue mucho más, tanto para ser considerado el personaje relojero más relevante de los últimos cien años.
Más allá de la moda
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Más que definir un estilo o moda, Hayek simplemente consiguió que aún llevemos relojes.
El que actualmente es un segmento potente y atractivo en todo el mundo, a pesar de los irregulares números de los dos últimos años, era a comienzos de los años ochenta un sector con tanto futuro como hoy en día tienen las máquinas de escribir o el fax.
La crisis del cuarzo había afectado profundamente al tejido industrial suizo llevándose por delante a firmas históricas y miles de puestos de trabajo, incapaces de competir con los productos procedentes de Japón, más innovadores y baratos.
Los bancos suizos, que se habían hecho con gran parte de estas firmas ruinosas al ser sus dueños incapaces de pagar las deudas acumuladas, pidieron consejo a este asesor para intentar reflotar algo más que una industria: los relojes formaban parte de la identidad del país y perderlos hubiera sido un trauma para la nación.
Creador del Swatch
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De padre estadounidense y madre libanesa, Nicolas G. Hayek nació en Beirut en 1928, donde vivió su infancia hasta que la familia emigró a Francia cuando cumplió doce años. Allí creció y estudió hasta que el destino le llevó al país vecino, donde comenzó su meteórica carrera empresarial.
El genio de Hayek tuvo su más clara representación en la creación en 1983 del Swatch, un reloj de plástico fabricado en Suiza.
Su imagen arriesgada y multicolor rompía con la monotonía de las piezas venidas de Japón. De repente, el reloj Swatch era como la Coca-Cola, capaz de gustar a todo el mundo sin importar edad, posición social o sexo.
El grupo relojero
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Pero detrás del Swatch había algo más que un reloj bonito. Para hacerlo posible, Hayek había logrado cambiar el sistema de producción a partir de un mecanismo más sencillo de fabricar y que por fin permitía a Suiza competir en igualdad de condiciones con la competencia japonesa.
Para ello había sido necesario fundar aquel mismo año la empresa SMH, fruto de la fusión de dos gigantes suizos hasta entonces agonizantes.
De aquella unión surgiría el principal grupo relojero del mundo, al cual pertenecían firmas como Omega, Longines, Tissot o Certina, sin olvidar la presencia de ETA, el gran suministrador de mecanismos de Suiza.
Hayek, el salvador
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Para entonces, Hayek ya tenía claro que aquella sociedad sería su gran obra empresarial, que pasó a denominarse Swatch Group en 1998 y que con el paso del tiempo la enriqueció con las adquisiciones de Breguet, Blancpain y Glashütte Original, entre otras marcas.
No será el único (ahí está también la labor de firmas como Rolex o Patek Philippe), pero no hay duda que Hayek fue la cara más visible del renacimiento de la relojería mecánica. Los aficionados a los relojes le estarán eternamente agradecidos.
