La startup Neuralink, propiedad de Elon Musk, implantó por primera vez uno de sus chips cerebrales inalámbricos en un ser humano. El multimillonario tecnológico señaló en su plataforma X que en los primeros resultados se detectaron prometedores picos neuronales o impulsos nerviosos y el paciente se está recuperando bien.
El objetivo de Neuralink es conectar cerebros humanos a computadores y ayudar a tratar afecciones neurológicas complejas, sostiene la empresa en su sitio en internet. ‘Para restaurar la independencia y mejorar vidas, hemos creado una experiencia de interfaz cerebro-computadora (BCI) que permite un control informático rápido y confiable y prioriza la facilidad de uso”, agrega la empresa de neurotecnología estadounidense.
El anuncio de Musk podría marcar un hito importante en los intentos de Neuralink por sacar del laboratorio una tecnología potencialmente transformadora de vidas y llevarla al mundo real. Por los momentos son más las preguntas que las repuestas.
«Los resultados iniciales (de la implantación del chip) muestran una prometedora detección de picos neuronales», dijo Musk en las redes. “La operación se realizó el domingo y el paciente se está recuperando bien”.
«Imagínese si Stephen Hawking pudiera comunicarse más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo”, escribió.
Neuralink ha estado trabajando en el uso de implantes para conectar el cerebro humano a una computadora durante media década. Pero la compañía enfrentó un escrutinio público después de que un mono muriera en 2022 durante un intento de hacer que el animal jugara Pong, uno de los primeros videojuegos.
En mayo del año pasado, la compañía recibió la autorización de la FDA para realizar ensayos clínicos en humanos y, unos meses después, Neuralink comenzó a reclutar a pacientes con cuadriplejía causada por una lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Implantan chips cerebrales inalámbricos de Neuralink
La aprobación de la FDA dio luz verde para iniciar el estudio que se prolongó por seis años. En el trabajo de investigación se utiliza un robot para insertar quirúrgicamente 64 hilos flexibles, más finos que un cabello humano, en una parte del cerebro que controla la «intención de movimiento», refiere Neuralink.
La empresa afirma que estos hilos permiten que su implante experimental -alimentado por una batería que puede cargarse de forma inalámbrica- registre y transmita señales cerebrales también de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica cómo pretende moverse la persona.
En una publicación en X, la red social de su propiedad, Musk dijo que el primer producto de Neuralink se llamaría Telepathy. Detalló que permitirá «controlar el teléfono o el computador, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con sólo pensar. Los primeros usuarios serán personas que hayan perdido la funcionalidad de sus extremidades».
Este estudio pretende verificar la funcionalidad de la interfaz, la cual, según precisa la web de la compañía, permitiría a individuos con cuadriplejía -parálisis de las cuatro extremidades- controlar dispositivos electrónicos únicamente con sus pensamientos.
Una vez instalado el Implante de uno de los chips cerebrales inalámbricos de Neuralink, que es estéticamente invisible, está diseñado para registrar y transmitir las señales cerebrales de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica la intención de movimiento.
La tecnología BCI, o Interfaz cerebro-computadora, persigue un futuro en el que el pensamiento humano tenga la capacidad de interactuar directamente con dispositivos electrónicos. Permitiendo al usuario ejecutar diversas tareas mediante la simple voluntad de su mente. Desde la navegación por Internet hasta la comunicación telepática entre individuos. Una aspiración que Elon Musk ha contemplado durante años y que ha capturado la imaginación de millones.
A favor y en contra de la tecnología
El implante de uno de los chips cerebrales inalámbricos de Neuralink no está exenta de desafíos y controversias éticas. La posibilidad de acceder y manipular directamente la actividad cerebral plantea preguntas sobre la privacidad, la autonomía y la seguridad de los individuos.
Algunas publicaciones, como National Geographic, considera que “estos riesgos, palpables y significativos, nos invitan a un ejercicio de reflexión crítica y a un abordaje cauteloso de esta tecnología, manteniendo un sano escepticismo ante sus potenciales repercusiones en la sociedad y en la esencia misma de la condición humana”.
«La idea de interfaces cerebro-sistema nervioso tiene un gran potencial para ayudar a las personas con trastornos neurológicos en el futuro», comentó Tara Spires-Jones, presidenta de la Asociación Británica de Neurociencia, recogió CNN. «Sin embargo, la mayoría de estas interfaces requieren neurocirugía invasiva y aún se encuentran en etapas experimentales. Por tanto es probable que pasarán muchos años antes de que estén disponibles de manera común».
Anne Vanhoestenberghe, profesora de dispositivos médicos implantables activos en el King’s College de Londres también opinó.
“Para la comunidad de interfaces cerebro-computadora, debemos ubicar esta noticia en el contexto de que, si bien hay muchas empresas que trabajan en productos interesantes, solo hay unas pocas empresas que han implantado sus dispositivos en humanos. Por lo que Neuralink se ha unido a un grupo bastante pequeño”, añadió.
“Espero que Neuralink quiera darle tiempo al participante para que se recupere antes de comenzar a entrenar su sistema con el participante”, dijo a The Guardian. “Sabemos que Musk es muy hábil a la hora de generar publicidad para su empresa, por lo que podemos esperar anuncios tan pronto como comiencen las pruebas. El verdadero éxito debe evaluarse a largo plazo, por la estabilidad de la interfaz y en cuánto beneficia al participante”.
No es la primera vez
La colocación de uno de los chips cerebrales inalámbricos de Neuralink es la primera vez para la empresa, pero otras compañías se han adelantado.
Recuerda la BBC que Blackrock Neurotech, con sede en Utah, EE UU, implantó su primera de muchas interfaces cerebro-computador en 2004.
Precision Neuroscience, creada por un cofundador de Neuralink, también pretende ayudar a personas con parálisis. Su implante se asemeja a un trozo muy fino de cinta adhesiva que se coloca en la superficie del cerebro y puede implantarse a través de un «microcorte craneal», lo que, según afirma la empresa, es un procedimiento mucho más sencillo.
Los dispositivos existentes también han dado resultados. En dos estudios científicos recientes realizados en Estados Unidos, se utilizaron implantes para monitorear la actividad cerebral cuando una persona intentaba hablar, la cual luego podía descodificarse para ayudarla a comunicarse.
Otra empresa emergente de EE UU, conocida como Synchron, ya había logrado implantar dispositivos en cinco pacientes para julio de 2022. Según declaraciones de la compañía, estos pacientes fueron capaces de realizar actividades como la comunicación por correo electrónico. Y el envío de mensajes de texto, entre otras tareas, mediante el uso de estos implantes.