Por Mai Montero
UP: Netflix. A la conquista de las audiencias
La prestigiosa plataforma digital de películas y series aterriza en España este 20 de octubre, con un precio mensual de 8 euros. La compañía cuenta con 62 millones de usuarios en 50 países, una cifra que no para de crecer.
DOWN: TVE. Decadencia de un intocable
La televisión pública estatal ha obtenido en julio un mínimo histórico del 9% en cuota de pantalla, pese a la emisión del Tour de Francia. La cadena sufre una deuda acumulada que asciende a 500 millones de euros desde 2008.
Como si el espíritu del conquistador Alejandro Magno lo inspirase, el streaming se abre paso en el mundo televisivo a través de las plataformas digitales, como ya lo hizo en el ámbito musical. Esta solución tecnológica permite escuchar música, ver series o películas a través de internet sin la necesidad de descarga.
Una de las propuestas de este tipo más popular es la estadounidense Netflix que, tras años de espera, ha desembarcado España este 20 de octubre. Los usuarios que se suscriban a este servicio, cuyo coste será desde 7,99 euros al mes, podrán disfrutar en alta definición, o incluso en Ultra HD 4K, de una amplia selección de series y películas, que se podrán ver en casi cualquier dispositivo con conexión a internet.
Netflix, que se estrenó en EEUU en 2007 y tiene su sede en Los Gatos, California, batió un nuevo récord en agosto cuando sus acciones se cotizaron a 122,79 dólares. En julio, la firma tecnológica subió un 18% en Bolsa después de ver incrementados sus ingresos un 22% en el segundo trimestre.
La compañía cuenta con más de 62 millones de suscriptores en 50 países, sólo 40 de ellos en EEUU. Su lanzamiento en España dispondrá de una oferta más limitada, ya que los derechos de algunas conocidas series como House of Cards y Orange is the New Black están en manos de Movistar Plus. Sí incluirá dentro de su catálogo series como Marvel’s Daredevil, Sense8, Bloodline y Grace and Frankie, documentales como Virunga y Mission Blue, programas especiales de monólogos, y contenidos para los más pequeños. Además, se podrán ver sus primeras películas propias como Beasts of No Nation o Crouching Tiger.
El presidente y uno de los fundadores de la compañía, Reed Hastings, aseguró en un entrevista a El Mundo que “la plataforma irá añadiendo nuevos contenidos, los cuales se podrán ver en versión original doblados en castellano” y confirmó que “alrededor del 20% de las series y películas serán de producción española”.
La llegada del Netflix a España provocará una mayor competencia en el mercado televisivo, lo que en teoría debería beneficiar al consumidor, ya que para poder seguir manteniendo su posición los servicios como Movistar Plus, Wuaki TV, Nubeox, Filmin, Total Channel o CineClick tendrán que seguir siendo atractivos para los usuarios en contenidos y tarifas.
Conservar el talento
Netflix aprobó en agosto para su plantilla la iniciativa de conceder permisos por paternidad ilimitados el primer año, pagados al 100%. Esta medida se aplica desde ese momento también a las adopciones. Asimismo, el empleado tiene la opción de trabajar a tiempo parcial durante este periodo, si necesita esa flexibilidad para poder atender a la familia.
Hace tiempo que Televisión Española (TVE) lleva sufriendo un progresivo descenso de su audiencia. Los datos registrados constatan que, incluso, durante algunos días del mes de julio la cadena apenas superó el 7% de cuota de pantalla (share), lo que la situó detrás de dos canales secundarios de Mediaset y Atresmedia: Cuatro y La Sexta. Un mínimo histórico: 9% de share es la media de julio, en el que el Tour de Francia sustentaba la audiencia, precedido por un 9,9% de cuota media de pantalla en mayo, gracias a la retransmisión de la Champions, y un 9,6% en junio, en el que contaba con uno de sus pocas bazas fuertes, Masterchef.
A este descenso de popularidad también se suma la retirada por baja audiencia de varios programas de su parrilla por los que la cadena había apostado: Jugamos en casa, de Los Morancos; Alfombra Roja, de José Luis Moreno, y Así de Claro, de Ernesto Sánchez de Buruaga.
Respecto a su gestión, TVE ha cerrado los últimos dos ejercicios, 2014 y 2013, con más de 100 millones de euros de deuda, y cuenta con unas pérdidas de más de 500 millones de euros, acumuladas desde 2008.
Un tema que también levanta ampollas sobre financiación de TVE son los patrocinios de marcas como fórmula de publicidad encubierta. Y es que, según publicaba El Confidencial, una firma puede esponsorizar un programa en la cadena pública por entre 12.000 y 18.000 euros semanales, una cuantía ínfima respecto a las cantidades que las empresas tienen que invertir para anunciarse en las privadas, sobre todo si se compara con su nivel de impacto en el público. Estos patrocinios son una excepción tasada que la cadena pública está generalizando para lograr programas a coste cero en el límite de la legalidad, ya que la publicidad está prohibida por ley en RTVE desde el 1 de enero de 2010.
Otro de los puntos calientes que afectan al ente público es la supuesta manipulación informativa denunciada por los trabajadores de la casa. De hecho, el presidente y el vicepresidente del Consejo de Informativos de TVE acudieron este año a Bruselas para informar a los grupos políticos del Parlamento Europeo y al Comité de Libertades de la situación de la televisión pública estatal. Ésta ha sido la primera vez en la historia de la corporación que se ha recurrido a instancias internacionales por este motivo.
Adiós a la Champions
RTVE ha perdido los derechos de la Champions, pero emitirá un partido en cada semana de la Liga BBVA y uno en cada jornada de la Copa del Rey. Según constatan los datos de audiencia, la pasada temporada los partidos en abierto no han sido apenas seguidos, un 4,7 % de share. La cadena que los ofrecía, Cuatro, derivó las retransmisiones a otro canal del grupo, Energy.