Por SANDRA MARTÍN
Los tiempos cambian, pero las viejas costumbres permanecen. Hoy más que nunca, ocio y negocios siguen yendo a la par. Posiblemente, el éxito de la serie estadounidense Mad Men, donde ecutivos modernos y agresivos cierran los mejores tratos en la barra de un bar elegante y chic, haya tenido parte de culpa. Ya nadie duda de que, en ocasiones, hay que salir de la oficina y buscar un lugar más agradable para mantener una reunión de trabajo.
Un entorno agradable, relajado y que fomente la cercanía puede ser beneficioso y determinante a la hora de cerrar un buen negocio. El lugar debe cumplir ciertos requisitos y la elección dice mucho de la personalidad de la persona. Más aún, de la filosofía y los principios de la compañía.
Pero ¿cómo elegir el local idóneo para llevar a cabo una reunión? El ambiente, la tranquilidad y la posibilidad de mantener una conversación sin tener que alzar la voz son condiciones imprescindibles. El diseño y el estilo del lugar seleccionado son nuestra tarjeta de presentación.
En los últimos años han surgido nuevos conceptos de cafeterías destinadas al coworking, con amplios espacios donde reunirse y charlar distendidamente sin perder cierta intimidad. No obstante, siempre hay más posibilidades de cerrar un trato con un gin tonic que con un café. Por ello, una carta que ofrezca una amplia selección de cócteles y bebidas es un condicionante a tener en cuenta.
Desde Entrepeneur señalan que el orden de combinados para hacer negocios es «Martini, whisky con algo, whisky, algo con tónica o cerveza». No hay que olvidar que siempre hay que beber con moderación, aunque según Harvard Business Review «la glucosa aumenta los niveles de actividad cerebral, refuerza el autocontrol y regula comportamientos perjudiciales». Por ello son tan habituales las comidas de negocios, que en ocasiones, se alargan con una sobremesa de café y copa en la que se tratan, de forma relajada y sin corsés, cuestiones de gran trascendencia empresarial.
La ubicación también determina la elección. Es preferible fijar una cita en un bar céntrico o situado en una zona accesible. Los lobbies de los hoteles suelen ser una opción muy común entre directivos y ejecutivos, ya que muchas veces estos encuentros se celebran durante un viaje, y concertar una cita en el vestíbulo ahorra tiempo a los profesionales más ocupados.
En definitiva, locales con encanto, sillones cómodos, vistas espectaculares, un diseño atractivo o una carta original y creativa pueden ayudar a cerrar un trato que, de no salir de la oficina, quizá no se hubiera hecho realidad.
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