Por GUILLERMO DEL PALACIO
Con los últimos iPhone de Apple se ha vuelto a hablar del phablet (mezcla de phone y tablet), que por el momento no tiene término equivalente en castellano, aunque Fundéu propone «tabletófono», que parece evocar a Mortadelo y Filemón. Son teléfonos que mejoran la productividad y facilitan el trabajo. Pero no todos son iguales.
¿Qué es exactamente un phablet? La definición más completa también es la más amplia: un híbrido entre teléfono y tableta. Es decir, no importa tanto lo que diga el fabricante, sino el uso que haga cada persona de él.
Lo común es otorgar este título a los móviles que alcanzan las 5,5 pulgadas (casi 14 centímetros) de pantalla medida en diagonal. Pero también influyen otros factores como el marco que rodea esta pantalla, que puede hacer que un terminal con un panel más pequeño sea más voluminoso que uno con otro de mayor tamaño (como ocurre con el iPhone 6 Plus y el Galaxy Note 4). En otros casos sí puede depender del fabricante el hacer que un dispositivo entre en esta categoría, ya sea mediante hardware (con accesorios para controlar la pantalla) o mediante software (con programas y aplicaciones pensados para aprovechar su tamaño). Lo que sí está claro es que son teléfonos destinados a mejorar la productividad y a facilitar el trabajo, algo que también suele influir en su precio, ya que, aunque hay excepciones, suelen pertenecer a la gama alta del sector.
Los cuatro fantásticos:
-Apple iPhone 6 Plus
No es raro que se haya retrasado, ya que Steve Jobs consideraba que los teléfonos de gran tamaño eran incómodos, llegó a asegurar que «nadie» querría comprarlos. El tiempo ha demostrado que, en esta ocasión, se equivocaba. El iPhone 6 Plus, con sus 5,5 pulgadas, entra de lleno en lo que se considera phablet. Aparte del tamaño de la pantalla (y la espectacular resolución de la misma), sus argumentos son un gran procesador que garantiza fluidez y velocidad, la seguridad adicional que aporta TouchID, la mejor cámara que se puede encontrar en el mercado de los phablet y la tienda de aplicaciones más completa de la industria. (Desde 799 €).
-Samsung Galaxy Note 4
Samsung, la gran rival de Apple, fue la primera en ver el potencial de este mercado y en apostar por él con su gama de productos Note, cuyo primer miembro se puso a la venta en octubre de 2011. La compañía presentó la cuarta versión del Note en la IFA de Berlín de este año y todo apunta a que será la mejor hasta la fecha (y eso que Note 3 no lo ponía fácil), aparte del de mayor tamaño, gracias a sus 5,7 pulgadas de pantalla. Como sus rivales de gama alta, tiene uno de los mejores rendimientos del mercado (con un procesador Snapdragon 805 de cuatro núcleos a 2,7 GHz y sus 3 GB de RAM)
y una batería capaz de aguantar hasta dos días. (Desde 749 €).
-Sony Xperia Z Ultra
Sin salir de Android, Sony propone el phablet más tablet que hay actualmente, con 6,4 pulgadas (16,25 centímetros) de pantalla. A nivel de software hay pocas diferencias nativas respecto al Note 4, pues utilizan ambos el mismo sistema operativo, aunque la capa de personalización de cada fabricante es diferente. El tamaño —digan lo que digan— importa y el Z Ultra está dirigido a quienes consideren esta característica la más importante. Lo mejor: es resistente al polvo y al agua, así que se puede utilizar sin miedo al aire libre. Esto le abre las puertas de actividades profesionales relacionadas con el deporte o el trabajo de campo. (Desde 599 €).
-Nokia Luminia 1520
Windows Phone tiene un catálogo mucho menor, pero también cuenta con un phablet. El Lumia 1520 tiene una tienda de aplicaciones mucho menos completa, pero a cambio proporciona una cámara que con sus 20 megapíxeles y tecnología Pure View puede competir con la del iPhone 6 Plus, una pantalla de 6 pulgadas y un diseño llamativo y elegante. Además, la ausencia de algunas aplicaciones no será un problema desde el punto de vista de la ofimática, ya que al utilizar el sistema operativo de Microsoft, se integra de forma sencilla, nativa y fluida en su ecosistema y permite trabajar con Outlook y documentos Office. (Desde 509 €).
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