La búsqueda de naufragios en los mares del mundo es una tarea que despierta mucho interés y atrae a infinidad de personas. No solo por la esperanza de hallar invaluables tesoros, sino porque el hecho de poder recrear con los restos de una embarcación las características de pueblos que existieron a lo largo de la historia y acercarse a sus costumbres y manera de vivir es algo que apasiona. Pero esa búsqueda puede tardar toda una vida y no tener éxito. Tal vez sopesando esta realidad, un grupo de expertos no quiso esperar a tener la suerte de encontrar uno y pasó al siguiente nivel.
Con los escritos de una antigua tableta de arcilla se dieron a la tarea de construir un barco similar a los que navegaban por el golfo Pérsico durante la Edad de Bronce. Hecho de cañas y otros materiales como los que se usaban en esa época, de la cual ya se han encontrado naufragios.
Un equipo de 20 especialistas utilizó técnicas que datan del 2100 aC, cuando esa zona era parte importante del comercio marítimo del mundo antiguo, y montó un barco conocido como Magan, de 18 metros de longitud. Su viaje inaugural ocurrió recientemente frente a la costa de Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, y sirvió para revelar datos de esos antiguos navegantes.
Arqueólogos, antropólogos, ingenieros, científicos y expertos en humanidades digitales fueron parte del grupo de investigadores y hacedores de esta embarcación. Aseguran que demostraron que las antiguas técnicas de construcción naval pueden dar como resultado un barco resistente y de buena capacidad para la navegación. La consideran la reconstrucción más grande del mundo de un barco Magan de la Edad de Bronce.
Precisar datos
Magan fue una vez el nombre de la región en la que hoy se asientan los Emiratos Árabes Unidos y Omán. Los barcos de Magan tenían el tamaño y la fuerza como para transportar cobre, textiles y piedras semipreciosas hace 4.000 años entre las sociedades que vivían en Mesopotamia y el Valle del Indo en lo que actualmente es Irak, Pakistán e India. El proyecto es una colaboración entre el Museo Nacional de Zayed, la Universidad de Nueva York, Abu Dhabi y la Universidad de Zayed. Los primeros avances para el diseño, construcción y navegación del barco comenzaron en 2021.
La idea de la investigación era descubrir técnicas artesanales antiguas, determinar las conexiones entre las sociedades de la Edad de Bronce y comprender mejor el papel que Abu Dhabi tuvo en el comercio de la Edad de Bronce. Se ha podido demostrar con recientes descubrimiento arqueológicos que la isla de Umm an-Nar, localizada frente a la costa de Abu Dhabi, fue alguna vez el puerto antiguo más grande e importante de la región.
Se han encontrado hachas de piedra, anzuelos de cobre, piedras de molienda y discos de piedra perforados para pesar las redes de pesca, junto con vasijas de cerámica importadas de Mesopotamia y el sur de Asia, que llevan a pensar el comercio en esa época cubría largas distancias.
Instrucciones en tableta de arcilla
Una de las cosas que motivó toda esta experiencia fue la intriga que generaba en los investigadores una tableta en exhibición en el Museo Británico, que provenía de la antigua ciudad sumeria de Girsu, en lo que ahora es Irak. Era una especie de factura o pedido de astillero, escrito en sumerio. Se solicitaba grandes cantidades de suministros necesarios para construir los “barcos de Magan”. La lista incluía fibra de palma, pelo de cabra, cañas, cuatro tipos de madera, cuero, esteras de hojas de palma y cubiertas de costillas de palma, aceite de linaza, aceite de sésamo, grasa animal y un mineral llamado betún.
El equipo detrás de la reconstrucción utilizó ilustraciones antiguas de barcos para referencia y entonces ensambló un barco con capacidad para transportar 36 toneladas. En la tarea ayudaron armadores con experiencia en réplicas históricas. Utilizaron herramientas manuales sin depender de los avances o técnicas modernas. También construyeron el casco exterior con 15 toneladas de cañas de origen local, que fueron empapados y despojados de sus hojas antes de ser aplastados y atados en largos paquetes con cuerda hecha de fibra de palma.
A la vieja usanza
Luego se procedió a atar docenas de paquetes a marcos de madera, cubriéndolos en betún para ayudar con la impermeabilización. En esto ayudó muestras de betún halladas en Umm an-Nar. Pero antes tuvieron que probar más de 100 recetas de betún para obtener la técnica de impermeabilización correcta.
El equipo comprobó la resistencia de las cuerdas y los haces de lengüetas para determinar qué tan grandes deberían ser. Llevó a cabo experimentos de inmersión en agua para ver qué tan pesado sería el casco una vez que estuviera en el mar. La vela de la embarcación se hizo de pelo de cabra. Su pesa es de 127 kilogramos, por lo que se necesitaron más de 20 personas para levantar la vela y el aparejo. Todo apegado a las investigaciones históricas que han determinado que no existieron poleas en la Edad de Bronce.
Además, hicieron pruebas en el mar para comprobar la resistencia y los límites de los buques. Después de pasar cinco días de pruebas, el barco navegó hacia la Isla Saadiyat frente a la costa de Abu Dhabi y en mar abierto en marzo pasado. Cubrió 50 millas náuticas (92,6 kilómetros) y alcanzó velocidades de hasta 6,4 millas por hora (5,6 nudos).
Viaje en el tiempo
Para el capitán Abdallah Alremaithi, la experiencia de navegar a bordo del barco Magan fue “un viaje a través del tiempo”. Para conocer los desafíos de la antigua navegación marítima surcando océanos y mares con estos barcos cargados de mercancías. La pandemia por COVID-19 retrasó inicialmente el proyecto, que también enfrentó múltiples obstáculos, dijo la gerente del proyecto Tayla Clelland. Algunas de las dificultades fueron la búsqueda de materiales auténticos y los esfuerzos para ensamblarlos sin ningún avance moderno.
Ahora que el barco completó sus pruebas en el mar y su viaje inaugural, será exhibido en el Museo Nacional Zayed, el nuevo museo nacional de los Emiratos Árabes Unidos que se está construyendo en la isla Saadiyat.
Un viaje de siglos cargado de historia
Mucho de lo que se conoce del comercio de finales de la Edad de Bronce es gracias a dos naufragios encontrados en el sur de Turquía. El primero ocurrió en 1960 en el cabo Gelidonya, y el segundo en Uluburun entre 1984 y 1994. Con los restos de estos naufragios los estudiosos dedujeron que a finales de la Edad de Bronce el comercio se realizaba avanzando cuidadosamente de puerto en puerto, siguiendo la línea costera a poca distancia de la orilla.
Pero ahora a estos dos naufragios se suma el que recientemente localizó una empresa que perforaba gas natural frente a la costa del norte de Israel. Un barco de 3.300 años de antigüedad con todo su cargamento. Constituye uno de los ejemplos más antiguos conocidos de un barco navegando lejos de la tierra, informó la Autoridad de Antigüedades de Israel. Dijo que el hallazgo indica que las habilidades de navegación de los antiguos marinos eran más avanzadas de lo que se pensaba anteriormente. Podían viajar sin una línea de visión hacia tierra.
Esta embarcación ofrece un mayor potencial para la investigación. Por la gran profundidad a la que se encontró no ha sido perturbado por las olas, las corrientes o los pescadores durante milenios. Jacob Sharvit, jefe de la unidad marina de la Autoridad de Antigüedades de Israel, añadió que anteriormente los dos anteriores barcos de la misma época fueron localizados cerca de la costa. “Aquí existe un enorme potencial para la investigación. Se conserva a una profundidad tan grande que el tiempo se ha congelado desde el momento del desastre”, afirmó.
El sol y las estrellas como guías
Los marineros del barco recién descubierto probablemente utilizaron el sol y las estrellas para encontrar su camino. El barco de madera se hundió a unos 90 kilómetros de la costa mediterránea de Israel. Lo descubrieron a una profundidad de 1.800 metros técnicos de Energean. Una compañía de gas natural que opera varios campos de gas natural en aguas profundas de las aguas territoriales de Israel.
La empresa utiliza un robot sumergible para explorar el fondo del mar. El barco lo localizaron hace aproximadamente un año. Mide de 12 a 14 metros de largo y está enterrado bajo el fondo fangoso, escondido debajo de cientos de tinajas que tienen miles de años. Al parece las vigas de madera del barco están enterradas en el barro. El barco y su carga estaban completamente intactos, dijo la autoridad israelita, y agregó que presumen que se hundió en una tormenta o después de haber sido atacado por piratas.
Por el momento, las autoridades israelitas con recuperarán el barco. Energean trabajó con Israel para recuperar dos de las jarras, que probablemente se usaban para transportar aceite, vino o fruta. Las jarras las catalogaron como cananeas, un pueblo que residía en las tierras colindantes con el Mediterráneo oriental. “Estamos en contacto continuo con la Autoridad de Antigüedades de Israel, y cuando les enviamos las imágenes resultó ser un descubrimiento sensacional, mucho más allá de lo que podríamos imaginar”, dijo Karnit Bahartan, líder ambiental de Energean.
Los otros naufragios
Un buceador turco fue el primero en reportar en 1982 el hallazgo de unas “galletas de metal con orejas” en el arrecife rocoso de Uluburun. Se especuló que el barco navegaba de Levante a Grecia cuando naufragó hacia el año 1300 a.C. De acuerdo con el director de la expedición, el navío transportaba 10 toneladas de cobre y una de estaño, además de otras mercancías y materiales exóticos, como un escarabajo de oro con el nombre de Nefertiti inscrito, lingotes de vidrio, marfil, ébano, dientes de hipopótamo, huevos de avestruz, herramientas fabricadas con productos de al menos 11 culturas asiáticas, africanas y europeas y unas 150 ánforas cananeas, de las que unas 120 contenían resina.
El otro barco hallado anteriormente en el cabo Gelidonya se hundió hacia el año 1200 a.C. También transportaba cobre y estaño, aunque en cantidades más escasas, así como chatarra de bronce en forma de herramientas agrícolas destinadas al reciclaje. Los estudiosos del hallazgo explicaron que los dos naufragios ejemplifican distintos modos de comercio.
El de Uluburun representaba el intercambio interregional de élite a larga distancia, y el de cabo Gelidonya participaba en el cabotaje costero local, o comercio oportunista, en el que se compraban y vendían bienes y servicios en los puertos para obtener ganancias rápidas. Creen que, a no contar con brújulas, astrolabios o sextantes, los marinos del siglo XIV a.C. probablemente confiaban en la navegación celeste, tomando vistas y ángulos de las posiciones del sol y las estrellas.
Rutas comerciales
Los investigadores precisaron que los dos naufragios anteriores al localizado por Energean cumplían rutas comerciales entre Chipre, el Levante y lugares del este del mar Egeo, mientras que el últimos indica que se realizaba un intercambio marítimo al oeste de Siria y Canaán hacia el sur de Chipre, Creta y otras tierras griegas.
Otra posibilidad puede ser que los marineros de la galera de alta mar zarparan de un puerto del Egeo, desembarcaran con la carga en un puerto levantino y cargaran el barco con las ánforas cananeas para el viaje de regreso. De ser así, los marineros podrían haber sido micénicos, una civilización que en 1400 a.C. había invadido Creta y la mayor parte del sur de Grecia y tenía prácticamente el monopolio del comercio en el Mediterráneo oriental.
Consideran los tres naufragios de la Edad del Bronce como cápsulas del tiempo de incalculable valor. Sin embargo, mientras que el de Uluburun fue extraído mediante 22.413 inmersiones, las autoridades israelíes planean preservar el yacimiento de aguas profundas tal como está, sin sacar más restos por el momento. Quieren guardarla para la próxima generación, con mejor tecnología y metodología para excavar a esa profundidad.