Alexei Navalny, líder opositor al gobierno de Vladímir Putin, se encuentra recluido en la prisión moscovita Matrósskaya Tishiná. El Patronato Social de Presos (ONK, por sus siglas en ruso) informó que está solo en una celda de cuarentena.
Esta medida se tomó luego de que Navalny aterrizara en un aeropuerto de Moscú, tras cinco meses de su envenenamiento. El opositor debe realizar una cuarentena de 14 días por haber llegado de Alemania. Fiscales rusos afirmaron que Navalny violó los términos de la libertad condicional por su sentencia de malversación de fondos. Autoridades ordenaron prisión preventiva hasta mediados de de febrero. La primera vista de juicio será el 2 de febrero.
Desde la ONK «detallaron» las condiciones de Navalny en prisión. El abogado ruso cuenta con nevera, televisión y agua caliente. Sus familiares han sido autorizados para cubrir sus necesidades básicas. A pesar de haber sido encarcelado es feliz de estar en Rusia.
Los años más convulsos para Navalny
En 2011, Navalny fue líder en protestas contra Putin antes de las elecciones. El opositor fue encarcelado y el presidente ruso reelegido. En ese momento comenzaron una serie de investigaciones del Gobierno en su contra. En 2013 fue encarcelado por presunta malversación de fondos, varios países vieron su condena de cinco años como una decisión política.
Navalny pudo participar en las elecciones para alcalde de Moscú, en las que quedó en segundo lugar con 27% de la votación. El político opositor realizó toda su campaña a través de las redes sociales por no tener acceso a las televisoras dominadas por el régimen.
En 2017 tuvo un nuevo proceso judicial. Fue condenado por segunda vez y recibió una sentencia suspendida de cinco años. Navalny aseguró que esta medida fue para excluirlo de las elecciones de 2018.
Las redes sociales, su herramienta
La vida política de Navalny no comenzó en las calles, primero fue un reconocido bloguero que denunciaba las prácticas erróneas del Gobierno ruso. En 2008 comenzó a hacer preguntas incómodas sobre irregularidades.
En comparación con Putin, los seguidores de Navalny suelen ser jóvenes que comparten sus ideas. El presidente ruso ha denunciado que su oponente cuenta con la ayuda de agentes de Estados Unidos para su financiamiento.
Una vida con más de un atentado
En agosto de 2020 el mundo hablaba del envenenamiento de Navalny. El opositor acusó a Putin de armar un plan en su contra con ayuda de agentes del Estado. En ese momento colapsó durante un vuelo sobre Siberia y fue llevado de emergencia a un hospital en Omsk, donde cayó en coma. El Gobierno de Alemania intervino y trasladó al abogado a Berlin donde fue hospitalizado y se comprobó que había sido envenenado con una sustancia desarrollada por la URSS durante la Guerra Fría, el agente nervioso Novichok,
Navalny sufrió otros ataques, según sus palabras, antes del más reciente. En 2019 se le diagnosticó dermatitis de contacto mientras estaba en prisión, causado por una agente tóxico. También ha sido atacado dos veces con un tinte verde antiséptico que le afectó visión.
Luego de avisar que regresaría a su país en enero de 2021, afirmó que no teme de lo que le pueda pasar y asegura tener razón sobre las acusaciones que sustenta contra el gobierno de Putin.
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