La innovación abierta consiste en un proceso que combina ideas internas y externas en plataformas, arquitecturas y sistemas para avanzar en las innovaciones. El Ecosistema de Innovación de la Organización Mundial del Turismo pretende servir como un centro que fomenta las ideas de vanguardia y ofrece un entorno propicio para los emprendedores decididos, inversores que asumen riesgos, patrocinadores líderes y aceleradores de éxito.
La OMT impulsará la digitalización de un millón de pymes turísticas con el objetivo de facilitar las aptitudes y conocimientos necesarios para aprovechar las posibilidades de las nuevas tecnologías.
Natalia Bayona es la persona que lidera la estrategia de innovación y transformación digital de la Organización Mundial del Turismo, la agencia de Naciones Unidas especializada en la promoción del turismo responsable, sostenible y accesible de manera universal. Entre los retos que confirman el éxito de su gestión está crear el primer Departamento de Innovación de la OMT con escala global para poder conectar los ecosistemas de innovación y emprendimiento enfocados al sector turismo y desarrollar los lineamientos para la creación de destinos turísticos inteligentes y el uso de nuevas tecnologías para los más de 150 Estados miembros.
En España, un referente global del turismo se desarrollan muchas soluciones innovadoras que se exportan al resto del mundo
Durante 2017 se desempeñó como vicepresidenta de Desarrollo Internacional de Spain Startup – South Summit, empresa organizadora de South Summit, la plataforma global que reúne a los actores clave del ecosistema emprendedor y que en solo cuatro años se ha convertido en el encuentro líder de innovación con 12.500 asistentes de más de 100 nacionalidades, 650 inversores, 160 compañías y más de un billón de dólares levantados por sus startups finalistas.
Natalia Bayona organizó el primer South Summit Alianza del Pacífico conectando los principales actores del ecosistema de emprendimiento de Colombia, Chile, México y Perú. Gracias al Summit, se consolidaron inversiones en más de USD120 millones para las startups. Además, Natalia Bayona es profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, Executive MBA por el IE Business School. Forma parte de la red del Foro Económico Mundial (WEF) como European Digital Leader de esta organización.
Usted lidera la estrategia de innovación, educación e inversiones de la OMT para la promoción de un turismo universalmente responsable, sostenible y accesible. ¿Hasta qué punto la innovación va a determinar el cambio de modelo turístico y la sostenibilidad del sector?
Tanto innovación como sostenibilidad ya inciden en determinar el futuro del turismo. Son dos de sus principales desafíos y, a la vez, sus mayores herramientas para diseñar el nuevo modelo turístico. Estamos viendo cómo la tecnología se convierte en instrumento para conseguir los objetivos de sostenibilidad del turismo, de los destinos y de las empresas.
Para lograr esta transición se está impulsando una colaboración sin precedentes entre distintos actores del sector que trabajan con objetivos comunes. Así, gobiernos, instituciones, corporaciones, inversores, academia, emprendedores (pymes/startups), las incubadoras/ hubs de innovación, etc., podrán aunar esfuerzos para que los proyectos que van a decidir los cambios en el modelo turístico progresen y se adapten para generar un impacto mayor.
La pandemia ha causado la caída del turismo a niveles de la década de 1990. ¿Qué impacto económico ha tenido la covid? ¿Cómo ha afectado a las inversiones?
En cuanto a las inversiones, sorprendentemente –y a pesar de la caída de la inversión global en 2020–, la financiación específica en el sector de la tecnología turística no solo se mantiene estable, sino que experimenta un aumento en comparación con 2019. Esto representa inversiones de 23 mil millones de dólares en promedio en los periodos del 2019 y 2020, esta estimación solo considera análisis de datos de inversiones por encima de un millón en el sector de travel tech. Esto es digno de mención y refleja el interés por invertir en la tecnología como uno de los resortes de la recuperación.
Afirma que innovar no es solo crear, sino también asumir riesgos. ¿Cómo garantizar la transformación y el beneficio económico?
Gracias al riesgo que asumen, entre otras, las startups se cambian y se innovan los modelos de turismo. A través de nuestras competiciones de innovación, hemos identificado muchas startups en todo el mundo que están en la base de este gran movimiento. Y también se nos suman grandes innovadoras en tecnología y turismo. Por ejemplo, Booking, la empresa de reservas hoteleras, cambió la forma en cómo planeamos nuestros viajes.
Apostó por la tecnología digital para que viajar sea más fácil y ofrecer la oferta más amplia de alojamientos de forma rápida y económicamente accesible, conectando directamente al viajero con los destinos. Otro ejemplo de cambio en la industria del alojamiento y turismo es Airbnb, que no solo es una plataforma utilizada para encontrar alojamiento, sino que fomenta la creación de comunidad y compartir experiencias en el destino como lo haría un local.
El turismo hoy solo se mide por la llegada de viajeros internacionales y el gasto promedio por turista. ¿Qué indicadores se deben tener en cuenta para que sea un negocio sostenible?
Efectivamente, el modelo turístico debe cambiar sus parámetros para medir su impacto más allá del número de viajeros internacionales o su gasto promedio. Para que un destino sea sostenible, no solo debemos evaluar desarrollo, conservación o impacto medioambiental, sino también variables sociales como educación, la creación de empleo o la aportación al desarrollo del capital humano.
Las previsiones para este año son espectaculares. ¿Pueden verse condicionada por la crisis económica y la inflación?
Según los últimos datos disponibles, las llegadas de turistas internacionales a nivel mundial se duplicaron en más de un 130% en enero de 2022 con respecto a 2021: los 18 millones de visitantes más registrados en el mundo en el primer mes de este año igualan el aumento total de todo 2021.
Estas cifras confirman la tendencia positiva ya iniciada el año pasado, sin embargo, estamos ante un escenario lleno de incertidumbres. Para empezar, un giro en la evolución de la pandemia podría tener un impacto en las previsiones, como ya pasó con la aparición de la variante Ómicron y la reintroducción de las restricciones de viaje en varios destinos.
Además, el conflicto bélico en Ucrania plantea nuevos retos al entorno económico mundial y puede mermar la confianza de los viajeros. A lo que se suma la subida de los precios del petróleo y el aumento de la inflación que encarecen los servicios de alojamiento y transporte, que añade presión sobre las empresas, el poder adquisitivo de los consumidores y el ahorro. Se trata de un escenario sin precedentes y de su evolución depende si se cumplen las previsiones turísticas.
El ecosistema español de innovación en turismo ha demostrado un liderazgo a nivel mundial. ¿Qué aporta el mercado nacional al turismo global?
España es un referente global del turismo. Tiene todo el sentido que desde este país se desarrollen muchas soluciones innovadoras que se exportan después al resto del mundo. Por ejemplo, en la OMT hemos desarrollado en los últimos años más de 20 competiciones relacionadas con la innovación, en las que han participado más de 10.000 startups de más de 150 países. Las empresas españolas siempre están entre los finalistas abarcando segmentos muy variados: desde la movilidad accesible, la descarbonización o las experiencias turísticas con realidad aumentada, hasta el análisis de la masificación turística con Inteligencia Artificial (AI) y el impacto social.
La OMT impulsa un modelo de innovación abierta. ¿En qué consiste?
La innovación abierta consiste en un proceso que combina ideas internas y externas en plataformas, arquitecturas y sistemas para avanzar en las innovaciones. El Ecosistema de Innovación de la OMT pretende servir como un centro que fomenta las ideas de vanguardia y ofrece un entorno propicio para los emprendedores decididos, inversores que asumen riesgos, patrocinadores líderes y aceleradores de éxito.
En la OMT desde hace algunos años empezamos a trabajar por este ecosistema de emprendimiento y de innovación y gracias a las conexiones entre startups, empresarios e inversores de nuestra red de innovación hemos logrado apoyar con más de 214 millones de dólares a las propuestas ganadoras de nuestras competiciones de startups.
Inversores, corporaciones, startups, instituciones, academia y gobiernos necesitan estar coordinados para fortalecer un turismo cada día más resiliente y más sostenible. Sin duda alguna, la conexión entre todos ellos lo que hace es crear una estrategia de la que salen ganando todas las partes. De esta forma, se crean oportunidades para las grandes empresas y las pequeñas empresas, de hecho, muchas de las grandes empresas se modernizan gracias a esa interrelación con otras más pequeñas que nacen de la mano de las nuevas tecnologías.
La masificación es uno de los retos que afronta el sector. ¿La tecnología, con la digitalización y la inteligencia artificial, será parte del problema o de la solución?
Desde mi punto de vista, la tecnología es la solución que puede ayudar a evitar situaciones de masificación. Por ejemplo, el uso de la inteligencia artificial puede aplicarse para crear modelos predictivos que anticipen cuántas personas podrían visitar una atracción turística en un momento determinado, y limitar esas cifras para respetar la capacidad de carga de los destinos.
El análisis de datos también permite orientar eficazmente las ventas y campañas de marketing para dirigirse solo a un público objetivo, y probablemente, más minoritario. En este sentido, la tecnología consigue personalizar las experiencias turísticas, según gustos y preferencias de un perfil muy determinado, y evitando así atraer a otros visitantes que no los comparten.
“España es un referente global del turismo. Tiene todo el sentido que desde este país se desarrollen muchas soluciones innovadoras que se exportan después al resto del mundo. Por ejemplo, en la Organización Mundial del Turismo hemos desarrollado más de 20 competiciones en las que han participado más de 10.000 startups de más de 150 países. Las empresas españolas siempre están entre los finalistas. Abarcan segmentos que van desde la movilidad accesible, la descarbonización o las experiencias turísticas con realidad aumentada, hasta el análisis de la masificación turística con Inteligencia Artificial y el impacto social”
Precisamente, una de las empresas ganadoras de la competición de la OMT Turismo Rural España, la startup My StreetBook, ha creado una herramienta que genera rutas únicas “a la carta” para cada turista incorporando contenido estático, dinámico y Big Data.
¿De qué forma van a cambiar las nuevas generaciones la manera de consumir productos turísticos?
Los jóvenes tienen un papel fundamental en el desarrollo de la industria. En muchos sentidos, son ellos los que están empujando al sector a adoptar las novedades tecnológicas y también a ser más sostenibles. La generación actual son nativos digitales, y eso está reorientando los productos turísticos hacia la innovación y la personalización. Además, tienen una conciencia ecológica y social cada vez más acentuada y exigirán que los servicios que consumen incluyan el respeto al medio ambiente y, en general, la lucha contra el cambio climático y por una mayor inclusión social, entre sus prioridades.
El turismo es el gran empleador de los jóvenes y mujeres en el mundo, pero más del 50 % de los jóvenes que trabaja en turismo no tienen habilidades formativas. ¿Cómo acabar con esta brecha?
El turismo está considerado uno de los principales generadores de trabajo: en 2019 el sector empleaba a 1 de cada 10 personas en todo el mundo, especialmente a mujeres y jóvenes. Para crear puestos de trabajo que ofrezcan a las personas un valor añadido y capacitar a los jóvenes debemos desarrollar un modelo educativo que empiece pronto, especialmente, en los países emergentes donde el turismo forma parte de la estrategia de las políticas públicas por su potencial para la economía.
Una opción sería que el turismo entre en los planes de estudios y los alumnos de secundaria puedan optar por asignaturas relacionadas con el sector de los viajes. Se trataría de tener una comprensión temprana de la importancia del turismo en la sociedad, que entiendan las interrelaciones y el impacto de sus distintos aspectos: el transporte, la gastronomía, las artes, las humanidades, el comercio, la sostenibilidad, etc. Está claro que un sector turístico fuerte, sostenible y con una formación sólida contribuirá a reducir esa brecha.
¿Es clave la educación para fortalecer el capital humano, ecológico y tecnológico del turismo?
Sin duda es una de las claves. Si queremos un sector innovador y moderno, necesitamos un sector profesionalizado, así lo entendemos en la OMT, por eso también hemos creado la UNWTO Tourism Online Academy, una plataforma de formación online donde universidades de todo el mundo con contenidos relacionados con el turismo proporcionan cursos de formación para que la educación de más alto nivel sea más accesible. Entre los centros que participan contamos con IE University, Sommet Education y Swiss Education Group. La UNWTO Academy incluye más de 20 programas en tres idiomas que ya han cursado más de 15.000 estudiantes de 191 países. Con esta iniciativa pretendemos proporcionar una educación moderna dónde la innovación y la sostenibilidad lleven a fortalecer al sector económico más humano de todos.
Define el turismo como el sector económico más humano de todos porque se basa en la gente. ¿Cómo conjurar el fantasma de la deshumanización en un mundo que se dispone a consagrar la virtualidad del metaverso?
Decimos que es el sector más humano de todos porque es el que más implica a las personas: por un lado, a millones de turistas a los que hace disfrutar y acercarse a otros individuos y culturas, por otro, como el gran generador de empleo que es para todos los que directa o indirectamente trabajan en él.
Se trata, además, de un sector resiliente, que ha demostrado su capacidad de adaptación al cambio, por ejemplo, con el auge de las ‘punto com’ en la década de los noventa que rompió las cadenas de valor tradicionales, eliminando intermediarios que pudieran haberse visto como una amenaza, y que sin embargo hizo más accesibles ciertos servicios turísticos al consumidor, sin dejar de crecer. Estoy segura de que en esta nueva etapa el sector también logrará integrar estas nuevas tecnologías, como el metaverso, para el beneficio tanto del cliente, como del turismo.