Vince Lambert, convertido en Francia en símbolo y centro de la polémica sobre la eutanasia, falleció este jueves, después de 11 años de vida vegetativa. Murió a los nueve días de que el equipo médico del hospital de Reims, en París, inició el retiro de la alimentación e hidratación mecánicas.
«Era lo que habíamos estado esperando y preparándonos durante años. Vuelve un poco de racionalidad. Vincent en estado vegetativo no hubiera querido vivir así”, expresó François Lambert, sobrino del fallecido de 42 años de edad.
“Por respeto a él, era necesario dejar de mantenerlo en este estado, ahora ya no está y pudo salir en las mejores condiciones posibles de esta situación; ahora espero que esté en paz». Lo dijo aliviado de la decisión, tras años de una batalla judicial.
Lambert encarnó la controversia sobre el tema vital de la “muerte digna”, el cual mantuvo enfrentada por años a su familia. Por una parte, sus padres que son fervientes católicos, lucharon por que se mantuviera su tratamiento. Por la otra, su mujer y tutora legal, Rachel Lambert, era contraria al ensañamiento terapéutico.
Ouverture d’une enquête «en recherche des causes de la mort» de Vincent Lambert > https://t.co/YhJCGHJA4z pic.twitter.com/7KQQFmjuqe
— Le Parisien (@le_Parisien) July 11, 2019
Durante el tiempo que permaneció en vida vegetativa, Lambert no dejó muestra testimonial de su voluntad de morir, lo cual ocasionó la batalla judicial.
Ahora fallecido, ha avivado el debate en la sociedad francesa.
Polémica en Francia
La muerte de Lambert, un enfermero psiquiátrico, no ha dejado sospecha acerca de algún acto criminal, declaró el fiscal de Reims, Mathieu Bourrette, quien ordenó la autopsia de ley que se efectuará este viernes en París.
Los padres, Viviane y Pierre, aceptaron este lunes no seguir la batalla judicial. Consideraron la muerte Lambert como algo inevitable y anunciaron que no iban a presentar nuevos recursos. Pese a esto los abogados la habrían calificado de “crimen de Estado”.
En Francia la eutanasia no es legal, pero la posibilidad de no prolongar la vida cuando implique sufrimiento, está prevista en la Ley Leonetti, de 1995.
Eutanasia en el mundo
Lambert quedó tetrapléjico (parálisis total por daño en la médula espinal) y en estado vegetativo, desde que sufrió un accidente de tráfico en 2008. Como este, muchos otros casos han ocurrido en todo el mundo.
El papa Francisco lamentó la muerte de Lambert y discrepó de la decisión de facilitarle la muerte.
Que Dios Padre acoja en sus brazos a Vincent Lambert. No construyamos una civilización que elimina a las personas cuya vida consideramos que ya no es digna de ser vivida: toda vida humana tiene valor, siempre.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) July 11, 2019
Oremos por los enfermos que son abandonados hasta dejarlos morir. Una sociedad es humana si protege la vida, toda vida, desde el inicio hasta su fin natural, sin decidir quién es digno o no de vivir. ¡Que los médicos ayuden la vida, no la quiten!
— Papa Francisco (@Pontifex_es) July 10, 2019
Sin embargo, la polémica sobre la aceptación de la eutanasia ha dependido de la interpretación técnica del hecho y de la decisión oficial de los países.
En Europa solo tres países aceptan legalmente la «muerte asistida». Este concepto refiere a la eutanasia activa voluntaria y al “suicido asistido” por un médico. Ambos términos sugieren una diferencia en el grado de implicación del profesional de la medicina.
Este tipo de muerte está aprobada en Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. Los dos primeros consideran solicitudes con estrictas circunstancias y Luxemburgo los excluye de la legislación.
Suiza, Alemania, Finlandia y Austria permiten el “suicidio asistido” bajo puntuales escenarios.
España, Suecia, Inglaterra, Italia, Hungría y Noruega permiten la eutanasia “pasiva” bajo estrictas circunstancias, esto es, cuando un enfermo padece de una enfermedad incurable y decide no aplicarse tratamientos para prolongar la vida.
Planteado debate en España
En España fue emblemático el caso de María José Carrasco, una profesional, quien padecía de esclerosis múltiple que la dejó inmóvil durante 30 años. Su marido Ángel Fernández debió enfrentar a la justicia por haberla ayudado a morir.
Carrasco fue disminuyendo sus capacidades cognitivas y motoras. El 4 de abril se difundió un vídeo en el cual Carrasco confirmaba a su pareja que quería morir.
A raíz del caso de Carrasco, la eutanasia fue tema de debate electoral entre los cuatro primeros candidatos a la presidencia de gobierno, en abril. Y sigue pendiente.
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