Un niño guatemalteco de ocho años de edad murió el martes tras ser detenido por agentes fronterizos de Estados Unidos.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) dio cuenta del fallecimiento del segundo menor inmigrante. El niño permanecía retenido en la frontera entre México y Estados Unidos.
El niño y su padre estaban bajo custodia de la CBP el 24 de diciembre. Al parecer un agente de la Patrulla Fronteriza notó que el menor mostraba signos de enfermedad, dijo la autoridad.
El hombre y su hijo fueron trasladados al Centro Médico Regional Gerald Champion en Alamogordo, Nuevo México. En el centro asistencial el equipo médicos diagnosticó al pequeño con un resfriado común y fiebre. Finalmente fue dado de alta por el personal del hospital.
Pero más tarde, durante la noche, el niño comenzó a vomitar. Fue trasladado de regreso al hospital. Murió en el lugar poco después de la medianoche, dijo CBP. Y se desconoce la causa oficial del fallecimiento.
El hombre y el niño no fueron identificados. La agencia de seguridad dijo que dará a conocer más detalles. «Según estén disponibles y sean apropiados», adelantó. Las autoridades de Guatemala fueron informadas del hecho, sostuvo la CBP.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala dijo que el cónsul en Phoenix estaba tratando de entrevistarse con el padre del niño. A este le prometió toda la asistencia y protección que sean necesarias. En un comunicado público el despacho sostuvo que pidió los reportes médicos para clarificar las razones del fallecimiento del niño.
De acuerdo con la cancillería, el menor y su padre ingresaron a Estados Unidos el 18 de diciembre a través de El Paso, Texas. Allí, durante el domingo, fueron transferidos a una dependencia de la patrulla fronteriza en la localidad de Alamogordo.
El segundo fallecimiento de este mes
Es la segunda muerte este mes de un niño migrante detenido después de intentar cruzar a los Estados Unidos a través de la frontera con México.
A principios de diciembre, Jakelin Caal, de siete años de edad, también de Guatemala, perdió la vida tras ser detenida junto con su padre por agentes de la frontera de los Estados Unidos.
El fallecimiento de la pequeña generó una ola de críticas hacia las políticas migratorias del presidente Donald Trump. El Gobierno estadounidense dijo que la muerte de Caal muestra el peligro que implica realizar un viaje como ese.
Un relator en materia de derechos humanos de la ONU llamó este lunes a las autoridades de Estados Unidos a realizar una investigación completa e independiente sobre la muerte de la niña migrante guatemalteca.
Jakelin Caal, de 7 años de edad, perteneciente a una comunidad indígena maya, falleció mientras estaba en custodia de la Patrulla Fronteriza de EEUU. La niña, su padre y otros 163 migrantes fueron detenidos el 6 de diciembre. Fueron apresados en el árido desierto de Nuevo México cuando intentaban cruzar la frontera.
El reclamo lo formuló Felipe González Morales, relator especial de la ONU sobre derechos humanos de los migrantes. Señaló que la familia de la niña fallecida debe tener acceso a una representación legal. Argumentó que el procedimiento legal debe hacerse con la participación de intérpretes y relatores. Pidió que se haga una investigación profunda e independiente
En un comunicado cuestionó: “Se debe proporcionar una reparación a su familia. Y si se determina que hay funcionarios responsables, deben rendir cuentas”.
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