Por Cambio16
16/10/2017
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Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha respondido que cree que «Cuba es responsable» de los ataques sónicos que han sufrido los diplomáticos estadounidenses en La Habana.
Con anterioridad, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, confirmó que EEUU retiraría a parte de los integrantes de su Embajada en la capital de Cuba hasta que las autoridades de ese país restauren la seguridad de esa legación.
Estados Unidos asegura que al menos 21 de sus diplomáticos han sufrido «ataques acústicos», que en algunos casos han provocado ligeras lesiones cerebrales traumáticas y pérdida permanente de audición.
Por su parte, el Ministerio cubano de Exteriores ha calificado de «precipitada» la decisión estadounidense de recortar su personal diplomático en la isla, medidas que —adelantó— solo perjudican la relación bilateral.
El caso de los «ataques sónicos» se destapó en a finales de agosto, cuando el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, anunció que el Gobierno de Donald Trump estaba “en proceso de evaluación” de la decisión de cerrar la Embajada en La Habana, recuerda Washington Post, tras incidentes relacionados con el deterioro de la salud de los diplomáticos estadounidenses que sirven en la isla.
Médicos han confirmado que al menos 21 estadounidenses padecieron trastornos en La Habana, caracterizados principalmente por problemas cerebrales, alteraciones en el sistema nervioso, mareos, náuseas, dolores de cabeza, trastornos del equilibrio y pérdidas de la audición. Tras conocerse algunos de los casos, funcionarios estadounidenses se refirieron a “ataques acústico” utilizando dispositivos sónicos.
El último informe de los supuestos ataques fue recibido en agosto, señaló, pero el Departamento de Estado no ha confirmado aún si estos cesaron.
«Sónica» escalada
Por este caso, Estados Unidos suspendió indefinidamente la emisión de visas en Cuba. Además tomó la decisión de retirar a más de la mitad de su personal diplomático de la embajada en La Habana.
Un ataque acústico consiste en apuntar dispositivos hacia determinado objetivo emitiendo señales sónicas aparentemente imperceptibles para el oído humano pero capaces de dañarlo, de gran intensidad pero baja frecuencia.
En Estados Unidos no se utilizan dispositivos de ese tipo y la investigación sobre ellos es limitada. Todavía no han sido esclarecidas las causas, ni si son actos deliberados. Por su parte, el Gobierno de Cuba rechaza su implicación en el incidente y se muestra dispuesto a colaborar en la investigación.
El turismo juega un papel vital en la economía cubana y ha crecido en los últimos años debido a la mejoría en relaciones de Washington y La Habana. En este sentido, el propio Rex Tillerson ha dicho este viernes que las relaciones entre ambos países se mantendrán pese a este incidente, que seguirá investigandose.