La migración venezolana se acentúa cada vez más e incrementa la preocupación mundial ante esta situación, al punto en el que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la compara con la crisis de refugiados en el Mediterráneo.
Este viernes la agencia de migraciones de la ONU hizo esta comparación. Debido a la crisis económica y humanitaria que sufre el país sudamericano, la migración venezolana crece y empieza a abrumar a los países vecinos. En este contexto, representantes delos gobiernos de Colombia, Ecuador y Perú se reunirán la próxima semana en Bogotá para hallar soluciones.
Tras las medidas económicas anunciadas por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, las expectativas parecen acrecentar las intenciones de emigrar. No obstante, el Gobierno tiene la esperanza de que sea todo lo opuesto. El ministro de Comunicación del país, Jorge Rodríguez, aseguró que los jóvenes regresarán “al ver los efectos positivos” de estas políticas.
«Los venezolanos que se quieran venir, bienvenidos, son necesarios. Vénganse, los necesitamos y ya verán como en relativo corto tiempo se van a notar con mucha fuerza las consecuencias de este programa económico”, dijo Rodríguez a periodistas en la Casa de Gobierno.
El Gobierno ha denunciado en diversas oportunidades que la migración venezolana es una consecuencia de una presunta “guerra mediática” encabezada por los medios de comunicación con presencia internacional. Rodríguez denunció “muestras de xenofobia en algunas poblaciones de Colombia”.
Cierran las puertas ante la migración venezolana
El éxodo masivo de venezolanos ha provocado problemas graves para los países vecinos. Regiones de Perú, Colombia y Brasil sufren un colapso en los servicios públicos. La cantidad de inmigrantes que deben ser atendidos superó sus capacidades de recepción. Además, ha crecido en los locales de estos países xenofobia y rechazo hacia la población de Venezuela.
Por esta razón, los gobiernos de Ecuador y Perú, que solían ser permisivos con los requisitos para ingresar a estos países, decidieron colocar más trabas. Después de aceptar el ingreso con la simple presentación de la cédula de identidad, ahora exigen pasaportes.
Por otra parte, en Brasil, manifestantes han provocado que cientos de venezolanos se devolvieran hacia la frontera.
Preocupación internacional
Estos eventos son señales “tempranas de alerta”, según Joel Millman, portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Advierte que deben movilizarse fondos y medios para atender la migración venezolana.
«Esto está acercándose a un momento de crisis que hemos visto en otras partes del mundo, particularmente en el Mediterráneo», dijo Millman en una rueda de prensa.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la agencia de refugiados de la ONU, pidió a países latinoamericanos aliviar la entrada de venezolanos. Según datos de esta organización, al menos 1,6 millones han dejado el país desde 2015.
Una disputa legal inició en algunos territorios que se debaten entre los derechos humanos y la defensa de su soberanía. En Ecuador, por ejemplo, la jueza Judith Naranjo dejó sin efecto la medida impuesta por el Gobierno de solicitar pasaportes. El argumento es que esta política “vulnera sus derechos”, según le dijo a la Defensoría del Pueblo.
Narajo dispuso un plazo de 45 días para que el Gobierno desarrolle un plan migratorio. La intención es estabilizar el flujo de inmigrantes provenientes de venezuela.
Por otra parte, en Perú, el Superintendente de Migraciones, Eduardo Sevilla, contempla algunas consideraciones para los más necesitados. En estos momentos se plante eximir a algunos venezolanos el requisito de pasaporte. Por ahora, se consideran solo las personas en vulnerabilidad, como ancianos y mujeres embarazadas.
Sin embargo, Sevilla dijo que las autoridades también estarán atentas a los intentos de algunos de evadir las nuevas normas reclamando un estado de refugiado. «¿ACNUR se va a ser responsable si esa persona comete un delito penal? Es nuestra prioridad absoluta contribuir a la seguridad del Estado y al orden interno, identificando plenamente a las personas», agregó.
La postura de ACNUR
El portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, celebró los esfuerzos de los Gobiernos. Aseguró que habían hecho esfuerzos “admirables” al responder ante la migración Venezolana. Aun así, las capacidades de recepción y servicio están sobrepasadas.
Pero «algunas imágenes preocupantes» aparecieron en la región en la última semana. «Esa creciente estigmatización de aquellos que se ven forzados a huir también pone en riesgo los esfuerzos para su integración», afirmó Mahecic.
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