Por Iñigo Aduriz
16/02/2018

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«A alguien cuya gran preocupación existencial es el bienestar del país, ver que Venezuela se derrumba y que él no puede hacer nada le provoca un sentimiento de angustia y de impotencia». Así, angustiado, se siente Leopoldo López según su padre, que vive con preocupación desde Madrid el cuarto aniversario de la privación de libertad del líder de Voluntad Popular.

En conversación con Cambio16, Leopoldo López Gil recalca que su hijo está «anímicamente sumamente angustiado». Porque a pesar de que se encuentra en arresto domiciliario desde julio, se encuentra «aislado». «Se le ha prohibido totalmente la comunicación con el mundo exterior. Ni siquiera se les permite la visita a sus abogados. Ni puede hacer pública su opinión», recuerda.

López Gil insiste que su hijo padece «una tortura». Sobre todo ante la incertidumbre de que, en cualquier momento, pueda ser devuelto a la cárcel de Ramo Verde. Fue allí donde estuvo encarcelado durante tres años y medio. Y es a donde le trasladaron el pasado agosto durante varios días. Entonces, apunta su padre, se comprobó que él era «simplemente una ficha que estaba a la disposición de la voluntad de sus carceleros».

Angustiado, pero con «amor por Venezuela»

Padeció unos «días terribles en aislamiento». Y «le dejaron claro que eso podía suceder en cualquier momento que quisiera el carcelero». Por eso, asegura, «cuando se acuesta por la noche con sus niños está angustiado por que esa situación se pueda repetir«.

En todo caso, López Gil asegura que el dirigente opositor venezolano no pierde la esperanza. «Si alguna enfermedad tiene Leopoldo es amor por Venezuela y, por lo tanto, tiene un optimismo fanático«, sostiene. «Confía en que vamos a recuperar el camino democrático. Y, de hecho, ha preparado un programa muy serio en estos años de prisión. Ha trabajado muchísimo sobre cómo recuperar la paz, la prosperidad y la tolerancia para el país», recalca.

Su plan se ha puesto en marcha «no solamente desde el punto de vista económico. También en busca de la reorganización del Estado». Su objetivo es que «democráticamente se respeten los distintos poderes». «Y se lleve a cabo una reconstrucción que nos permita vivir en paz y en tolerancia».

Las declaraciones de Ortega

López Gil lamenta que la ex fiscal general venezolana Luisa Ortega haya tardado cuatro años en desvelar que padeció presiones para encarcelar a su hijo. «Ella debe tener una chispa atrasada porque le tomó muchos años darse cuenta de que era el momento de reconocer todo su fallo como fiscal general. El haber permitido acusaciones contra personas inocentes era su responsabilidad. Por tanto, ella es culpable por omisión«. sostiene.

El abogado de la familia, Juan Carlos Gutiérrez, sí considera que las recientes declaraciones de Ortega aportan más argumentos a su causa. «Lo que queda acreditado es que Leopoldo López fue encarcelado como consecuencia de una persecución de naturaleza política. Y que hubo unas presiones indebidas para su detención», señala. «Y ha quedado completamente claro que Leopoldo López es absolutamente inocente, víctima de un delito de lesa humanidad«.

En este sentido, la familia de Leopoldo López considera que existen argumentos suficientes para que la Corte Penal Internacional –que acaba de abrir un examen preliminar– ponga en marcha una investigación al Gobierno de Nicolás Maduro.

«No son unas elecciones»

Respecto a la convocatoria de unos comicios presidenciales para el mes de abril, López Gil asegura que «esas no son unas elecciones». Porque «unas elecciones son cuando alguien puede elegir. Y aquí lo único que se busca es la ratificación de un personaje. En ningún modo debemos llamar a esto elecciones y no debemos estimular la participación ni de posibles candidatos ni de ciudadanos porque el participar en un hecho delictivo te hace cómplice. Lo único que corresponde es no reconocer los resultados», concluye.