Por Andrés Tovar
24/07/2018
Los venezolanos no pueden decir con certeza cuán mala es su hiperinflación, ya que el gobierno dejó de publicar estadísticas hace mucho tiempo. Pero este lunes (23 de julio) reciben un alerta de cuán destructiva puede ser su fuerza. El Fondo Monetario Internacional anunció que la inflación en Venezuela puede superar el millón por ciento (1.000.000%) al finalizar éste 2018.
Alejandro Werner, jefe del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, puntualizó que la inflación en Venezuela se compara con la de Alemania después de la Primera Guerra Mundial. O la de Zimbabwe a comienzos de la última década. «El colapso de la actividad económica. La hiperinflación. Y el deterioro cada vez mayor de su economía llevarán a una intensificación de los efectos colaterales en los países vecinos», escribió Werner en una publicación de blog.
La previsión cae como una bomba en un país donde los precios suben, literalmente, casi cada hora. La escasez de dólares dificulta la importación de las necesidades básicas, los hospitales carecen de suministros médicos, los estantes de las tiendas están vacíos y los que están medianamente abastecidos exhiben productos a precios exorbitantes. Mientras que las masas de venezolanos siguen cruzando las fronteras en busca de ayuda a los vecinos Colombia y Brasil.
«La escasez de electricidad, agua potable y transporte público afecta a millones de venezolanos. Que también enfrentan altos niveles de criminalidad» señaló el FMI. Todo, el resultado de años de políticas socialistas y mala gestión económica, incluidas las devaluaciones monetarias. Y el gobierno ha empeorado la situación al negarse a pagar a los proveedores, apoderarse de los negocios privados, usando el ejército para controlar la política económica y la redistribución y controlando el mercado cambiario a su beneficio. Una ineptitud de una escala realmente asombrosa, una de las peores del mundo.
La inflación del millón
Esa crisis, según el FMI, continuará «Esperamos que el gobierno continúe con amplios déficits fiscales. Fundamentalmente financiados en su totalidad por una expansión en el dinero base. Por ende, continuará impulsando una aceleración de la inflación a medida que la demanda de dinero continúe colapsándose», señaló la organización.
La posibilidad de una corrección de curso en Venezuela se redujo severamente en mayo, cuando Nicolás Maduro ganó unas elecciones presidenciales que le otorgan seis años más de poder. La elección fue una farsa, con una participación de votantes en un mínimo histórico.
Si se mantiene la predicción de inflación en Venezuela, la economía del país caribeño se contraerá un 50 por ciento en los últimos cinco años, dijo Werner. El especialista agregó que estará entre las caídas económicas más profundas del mundo en seis décadas.
El FMI estima que la economía de Venezuela podría contraerse un 18 por ciento este año. Un retroceso mayor que a la caída del 15 por ciento que pronosticó en abril. Este será el tercer año consecutivo de caída de dos dígitos, dijo el FMI.
Malos augurios
Werner dijo que las proyecciones se basan en los cálculos preparados por el personal del FMI, pero advirtió que tienen un grado de incertidumbre mayor que en otros países.
«Una economía que te arroja estos números es muy difícil de proyectar», dijo Werner en una conferencia de prensa. «Cualquier cambio entre ahora y diciembre puede incluir cambios significativos».
Las comparaciones de la inflación en Venezuela con la década de 1920 en Alemania y los últimos años en Zimbabwe son ominosas. Zimbabwe tuvo que abandonar su moneda después de que el país comenzó a imprimir billetes de 100 billones de dólares. A fines de 2008, los precios en el país tardaban solo 25 horas en duplicarse. Mientras que en 1923 Alemania, la tasa de inflación mensual fue del 29.500%. Esa hiperinflación y la crisis económica circundante proporcionaron una apertura para el ascenso de Hitler al poder.