Por Cambio16
21/05/2018
- Especial: Venezuela, ¡Ahora o Nunca!
El fraude electoral de las elecciones del 20 de mayo en Venezuela comienza a tener las repercusiones esperadas. Nicolás Maduro «ganó» otro mandato de seis años en medio de un proceso irregular, carente de electores y ampliamente ridiculizado. Por consiguiente, lo que realmente acaba de ganar Maduro es ser el principal responsable de la aplastante crisis económica del país caribeño. Asimismo, de una ola de respuestas internacionales contundentes que serán de todo menos halagueñas y que ya comienzan a manifestarse.
Tras el resultado del fraude electoral, los países miembros del Grupo de Lima emitieron este 21 de mayo una declaración en la que señalaron que no reconocen la legitimidad del proceso. Por ende confirmaron que han decidido reducir sus relaciones diplomáticas con Caracas. Asimismo, en medida de protesta, llamarán a consulta a sus embajadores.
Los países integrantes del #GrupoDeLima no reconocen la legitimidad del proceso electoral desarrollado en #Venezuela y acuerdan reducir el nivel de sus relaciones diplomáticas con esa nación. #ComunicadoGrupoDeLima ✍ https://t.co/9pYzFnS3ru pic.twitter.com/MYOKfxIHHy
— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) May 21, 2018
Declaración del #GrupoDeLima https://t.co/qFj2hq6HZv pic.twitter.com/QC4iAOTqKh
— Cancillería Perú🇵🇪 (@CancilleriaPeru) May 21, 2018
Por otra parte, la alianza de países manifestó que presentará una nueva resolución sobre la situación venezolana ante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. Además propondrán atender el éxodo de venezolanos y tratar temas como las facilidades migratorias así como lineamientos para los refugiados.
Finalmente, deploran la grave situación humanitaria en Venezuela y tomando en cuenta las implicaciones en materia de salud pública para toda la región.
El fraude electoral en el ojo de EEUU
Por su parte, el fraude electoral en Venezuela también tendrá la respuesta avisada de EEUU. Por consiguiente, se espera que este lunes el gobierno de Donald Trump anuncie un nuevo paquete de sanciones contra Venezuela. Especialmente relevante pues incluirán, por primera vez en la historia, sanciones directas contra la estatal petrolera PDVSA. La noticia fue confirmada por un vocero del Departamento de Estado.
Este domingo, el subsecretario de Estado norteamericano John Sullivan, aseguró que tales sanciones están «en consideración activa». Asimismo, influyentes voces como las del senador estadounidense Marco Rubio, aseguraron este domingo que «Mañana (este lunes), la comunidad internacional y EEUU responderá según sea necesario».
Se han aplicado sanciones anteriores contra las personas. Pero castigar a la industria de salvavidas de la nación podría tener efectos devastadores en una población que ya sufre.
Por consiguiente, la promesa de Maduro para las presidenciales de Venezuela de una «revolución económica» se le complica. Hace cuatro años, el petróleo se cotizaba a más de $ 100 por barril, lo que dio al régimen un margen de maniobra. Ahora, el petróleo está a unos $ 70 por barril. Y los acreedores del productor estatal ya están aprovechando sus activos.
El fraude electoral en Venezuela, la fase terminal
El resultado del fraude electoral en Venezuela prolonga técnicamente el dantesco escenario venezolano. Fundamentalmente el que convirtió a una de las democracias más prósperas de América Latina en la mayor crisis del continente. La economía se ha deteriorado hasta el punto de que, en muchos puntos del país, la electricidad y el agua corriente se conviertan en lujos y la desnutrición cabalgue desenfrenada. Y los países vecinos y las agencias humanitarias de ayuda luchan por cuidar a miles de venezolanos que han formado parte de la diáspora, cada vez más creciente.
La autoridad electoral de Venezuela dijo que Maduro obtuvo un poco más de 5 millones de votos emitidos. Si tomamos estos datos como ciertos, eso representa aproximadamente 1.700.000 votos menos que en el 2013, cuando fue electo con más de 7.500.000. Pero la lectura de la abstención intensifica aún más la lectura del rechazo al mandatario. La participación de los votantes fue de alrededor del 48 por ciento. Por ende la más baja para una elección presidencial en Venezuela.
Pero pasemos de datos técnicos. Si tomamos en cuenta que gran parte de los votos a Maduro fueron coaccionados por las promesas de beneficios alimentarios, queda más que claro que el vencedor no fue Maduro. Fue el hambre y la precariedad que movilizó a los sectores más humildes a dar el voto a cambio de prebendas.
Después del fraude electoral, ¿cuál es la esperanza para Venezuela?
El escenario tras el fraude electoral es por lo menos incierto. El balón está ahora del lado de la comunidad internacional. Por ahora, la crisis económica interna se mantiene intacta y amenaza con intensificarse. Asimismo, la crisis de los inmigrantes venezolanos vislumbra mucho dolor político. Y por ende una posible reacción regional crítica en los próximos meses. Sobretodo porque los países más afectados –Colombia y Brasil– han sentido los efectos. Y ambos países están en ruta de elecciones donde los favoritos para ganar son ideológicamente opuestos al régimen venezolano.
Aunque a muchos les gusta especular acerca de un posible levantamiento militar, éste no parece probable. Las fuerzas armadas venezolanas están disgregadas. Principalmente entre una facción corrupta que apoya al gobierno, mimada por la impunidad. Y otra que está optando por darse de baja y huir ante la crisis.
Pero, si cabe algo de esperanza, esa está en dos grandes factores. El primero, en una sociedad que poco a poco ha ido aprendiendo y recuperando la conciencia. La gran abstención de las presidenciales en Venezuela son una muestra que las estrategias de presión y chantaje social del gobierno cada vez cobran menos efecto. El segundo está en una clase emergente, interna y en la diáspora, que ante la crisis se ha convertido en una clase emprendedora. La clave será comprometerla con la recuperación, cuando llegue el día.