Un tiroteo en una sinagoga de Pittsburgh el 27 de octubre, otro en un estudio de yoga en Tallahassee el 2 de noviembre, y uno más en un bar de California seis días después. Así de recurrentes han sido los ataques a mano armada en lugares públicos las últimas dos semanas en Estados Unidos.
Del más reciente producido la noche del miércoles resultaron fallecidas 12 personas, además del autor del crimen, identificado como Ian David Long, de 28 años de edad.
El atacante es un veterano retirado del cuerpo de marines de Estados Unidos, quien abrió fuego aparentemente al azar en el Bordeline Bar and Grill, ubicado en Thousand Oaks. Al momento del tiroteo, el club ofrecía una fiesta para universitarios.
Long fue encontrado muerto dentro del local, aparentemente por una bala autoinfligida. Según Paul Delacourt, director adjunto a cargo del FBI en Los Ángeles, probablemente actuó solo. Aunque mencionó que aún es muy pronto para especular sobre el motivo del tiroteo.
En una rueda de prensa, el sheriff Geoff Dean del Condado de Ventura destacó que el arma que usó Long es una pistola Glock calibre 45. Las autoridades estiman que se encontraban entre 150 y 200 personas al momento.
«Podría haber sido peor, mucho peor», declaró Dean. Asimismo, informó que entre 10 y 15 personas fueron trasladadas a hospitales, uno de ellos con una herida de bala. También describió la escena como «horrible», con «sangre por todas partes». «Obviamente, tenía algo en su cabeza que le hizo llevar a cabo algo como esto», dijo. «Obviamente tenía algún tipo de problema», agregó.
Long alcanzó el rango de cabo y sirvió como artillero en Afganistán durante el tiempo que estuvo en la infantería, desde 2008 hasta 2013. El sheriff añadió que probablemente haya sufrido un trastorno de estrés postraumático.
11 víctimas en Pittsburgh y 2 en Tallahassee
Apenas seis días antes de la tragedia ocurrida en California, otro hombre armado abrió fuego en un estudio de yoga en Tallahassee, Florida. Como consecuencia, dos personas resultaron muertas y otras cinco heridas.
Ese viernes 2 de noviembre, los presentes vivieron a las 5:37 pm momentos de pánico, minutos después de haber iniciado una clase de yoga caliente. Las víctimas fueron identificadas como Nancy Van Vessem, de 61 años; y Maura Binkley, de 21 años de edad.
El alcalde de Tallahasse, Andrew Gillum, se reunió con las víctimas esa misma noche, justo cuando regresaba de un servicio de shabbat en honor a las 11 víctimas por el tiroteo en Pittsburgh, el fin de semana anterior.
En esa ocasión, los fieles que acudieron a la sinagoga Árbol de la Vida presenciaron un terrible ataque antisemita, perpetrado por Robert Bowers. Irrumpió en el lugar con un rifle de asalto y tres pistolas gritando: «Todos los judíos deben morir».
Bowers intentó huir del lugar, pero la policía logró interceptarlo. Se produjo un intercambio de disparos en el que un oficial resultó herido.
….Great bravery shown by police. California Highway Patrol was on scene within 3 minutes, with first officer to enter shot numerous times. That Sheriff’s Sergeant died in the hospital. God bless all of the victims and families of the victims. Thank you to Law Enforcement.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 8, 2018
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha resistido a un control de armas más estricto desde que 17 estudiantes perdieran la vida en el instituto Stoneman Douglas en Florida. A través de su cuenta en Twitter, escribió que estaba completamente informado sobre este último incidente. A su vez, felicitó a los cuerpos de seguridad por la «valentía» demostrada.
Con información de Reuters.
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