POR CAMBIO16
20/10/2017
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La familia de Santiago Maldonado, el activista argentino desaparecido hace dos meses y medio cuando supuestamente participaba en la protesta de una comunidad indígena que fue reprimida por funcionarios militares, confirmó que un cadáver en el sureño río Chubut, corresponde al del joven, abriendo un nuevo capitulo en este caso que ha escandalizado al país austral.
«Es Santiago (…) Reconocimos los tatuajes», dijo Sergio, su hermano, a las puertas de la morgue judicial de la Corte Suprema de Justicia, en Buenos Aires, donde este viernes se inició la autopsia del cuerpo encontrado a pocos metros del epicentro de la protesta en la que el joven artesano fue visto por última vez el 1 de agosto pasado, cuando huía de los gendarmes que reprimían la manifestación.
El caso, que se investiga como una «desaparición forzada», ha generado una fuerte polémica en los últimos meses, y una de las principales sospechas, sobre todo por parte de la familia y de organismos de derechos humanos, es que la Gendarmería -un cuerpo militarizado que hace las veces de policía en comunidades alejadas en Argentina y que depende del Gobierno de Mauricio Macri-, es responsable de su desaparición.
«A partir de ahora lo que les vamos a pedir es que tengan respeto con mi familia porque necesitamos estar mas tranquilos. Pudimos mirar el cuerpo, lo que reconocimos fueron los tatuajes de Santiago, así que estamos convencidos de que es Santiago», remarcó Sergio en declaraciones a la prensa.
El hermano de Maldonado, que tenía 28 años cuando desapareció, explicó que hasta ahora, «lo único que se hizo» desde que comenzó el estudio del cadáver, en la mañana de hoy, es «presentar el cuerpo».
«Ahora empieza el peritaje, la autopsia, y en unos días ya va a estar el resultado final con las muestras de ADN y la confirmación real», concluyó, para subrayar que «a partir de ahora, esto no quita que el responsable es Gendarmería» y que la familia velará por que se siga investigando y «se sepa la verdad y tener la justicia».
Un caso polémico
En un comunicado, la familia Maldonado reiteró posteriormente que la incertidumbre sobre el paradero «ha terminado» y que el «calvario» que llevan sufriendo «inició el mismo día» en que supieron de su desaparición «no terminará hasta obtener justicia».
En este sentido, afirmaron querer conocer «no solo quienes le quitaron la vida sino los que, por acción u omisión, colaboraron en el encubrimiento y perjudicaron el proceso de búsqueda».
Desde agosto, la desaparición de Maldonado ha marcado a la sociedad y al panorama político argentino, especialmente al oficialismo, que en apenas dos días verá si el caso impacta en la opinión los ciudadanos, que acudirán a las urnas para votar en las primeras elecciones legislativas a las que hará frente el Gobierno de Macri.
Por este caso se han pronunciado la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), quien emitió un duro informe elaborado por el Comité contra la Desaparición Forzada donde se refirió a las demoras oficiales a la hora de indagar sobre determinadas hipótesis, ya que «pasó más de un mes antes de que las autoridades iniciaran su labor investigativa tomando en cuenta el conjunto de los testimonios y elementos probatorios disponibles».
El argentino Santiago Maldonado de 28 años desapareció el 1 de agosto durante un operativo de la Gendarmería Nacional contra la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cushamen, provincia argentina de Chubut. La fiscal del caso pidió catalogar la causa como ‘desaparición forzada’, la misma figura que se utilizó hace 40 años durante la dictadura militar.
La desaparición de Santiago se da en medio del reclamo de la comunidad mapuche, que vive entre Argentina y Chile y que demanda su derecho ancestral a la tierra, frente a compañías multinacionales que poseen grandes cantidades de terreno en la Patagonia argentina.