Por Andrés Tovar
18/02/2018
Los candidatos presidenciales de México 2018 han comenzado oficialmente su carrera por la silla en el palacio presidencial de Los Pinos. Andrés Manuel López Obrador (Morena), Ricardo Anaya (PAN-Coalición) y José Meade (PRI) presentaron formalmente su postulaciones en sendos actos este domingo. Por consiguiente los aspirantes desvelaron las primeras líneas de una carrera presidencial mexicana que vaticina no pocas tensiones.
La carrera a la presidencia de México 2018
México es otra potencia económica América Latina que enfrenta la ira del populismo y la incertidumbre política. Enrique Pena Nieto, el presidente mexicano, está experimentando sus índices de aprobación más bajos desde que llegó al poder en 2011. A un poco más de cinco meses para sus elecciones presidenciales (1 de julio), el apoyo a Nieto es del 28%, menos de la mitad del apoyo que disfrutó en 2011 .
Esta tendencia refleja el desencanto de muchos mexicanos con la administración Nieto y el establishment político del país. En la víspera de su elección en 2011, Nieto destacó la seguridad como una prioridad clave y se comprometió a reducir el crimen y la violencia en todo el país. Sin embargo, seis años después, las altas tasas de criminalidad y la corrupción sistemática han comprometido profundamente la legitimidad del gobierno.
Tal como está, 2017 fue el año más violento en México en más de dos décadas. Según el Ministerio del Interior, se abrieron 20,878 investigaciones de homicidios. Las tasas de asesinatos ahora son más altas que cuando Nieto asumió el cargo hace seis años, lo que pone de manifiesto su fracaso para hacer de México un país más seguro.
Las altas tasas de criminalidad, predominantemente atribuidas a las bandas criminales y el tráfico ilícito de drogas, no son los únicos factores que socavan la administración actual. La corrupción ha diezmado la confianza en el gobierno. En los últimos años, las investigaciones de corrupción se han dirigido contra diez de los gobernadores estatales de México. Ocho están afiliados al partido gobernante, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Las acusaciones de corrupción oficial en México incluyen contratos, lavado de dinero y colusión.
El panorama
La patente impopularidad de la administración Nieto ha facilitado el aumento del populismo en todo México. Entre los principales candidatos presidenciales de Mexico 2018, una victoria para Andrés Manuel López Obrador (AMLO) causaría el mayor grado de incertidumbre. Sus reservas sobre la privatización y los acuerdos de libre comercio como el TLCAN resultarían en que México adopte una postura económica más aislacionista. Sin embargo, los ascensos de Ricardo Anaya y José Antonio Meade sugieren que México podría simplemente elegir un candidato que siga un enfoque económico general.
Desde 1929, el PRI ha dominado la arena política mexicana. Considerando la falta de apoyo para el sistema político de México, un voto por López Obrador representa una oportunidad para votar en contra de la clase política del país. Por lo tanto, lo que AMLO se opone podría ser un factor importante en el resultado de las elecciones.
Los candidatos presidenciales de Mexico 2018
Andrés Manuel López Obrador
El foco en los actos del domingo giró hacia Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). El polémico político de izquierda es quien encabeza actualmente los sondeos entre los candidatos presidenciales de Mexico 2018. AMLO -en acrónimo, como le dicen sus partidarios- se proclamó candidato en un céntrico hotel de Ciudad de México, colmado de militantes que minutos antes lo designaron en votación a mano alzada. «Soy terco, es de dominio público… Con necedad, con perseverancia, rayando en la locura, de manera obcecada, (por eso) voy a acabar con la corrupción» remató AMLO.
Lo de su terquedad es su propia referencia personal. López Obrador, de 64 años, se postula por tercera ocasión a la presidencia de México. El favorito en las elecciones presidenciales mexicanas del 1 de julio quiere drenar el pantano (o, según sus palabras, terminar con la «mafia del poder»). Argumenta que los acuerdos comerciales han perjudicado a la gente común y dice que es hora de poner al «pueblo mexicano primero». Pero AMLO no es Donald Trump; ha sido el abanderado de la izquierda mexicana durante dos décadas. Ahora, en su tercera ejecución, el ex alcalde de la Ciudad de México parece encaminarse hacia la presidencia.
Su enfoque
Después de su elección como alcalde de la Ciudad de México en el 2000, gobernó con un estilo popular caracterizado por varios programas sociales. Dejó el cargo en 2005 con índices de aprobación altísimos. Ahora, a diferencia de sus anteriores campañas, ha moderado su estilo drástico en busca de más votos. Pero una posible victoria presidencial no deja de preocupar a muchos mexicanos por los cambios radicales que pueda plantear. AMLO es un firme opositor a la iniciativas como el TLCAN y la reforma energética mexicana.
López Obrador ha centrado su campaña «contra el privilegio, la corrupción» y el establishment político. «Acabemos con eso -les dice a los mexicanos pobres- y sus vidas mejorarán». Muchos escuchan en ese mensaje la amenaza de un populista carismático que castigaría a las empresas, debilitaría las instituciones y haría retroceder las reformas. Los más preocupados lo ven como una versión mexicana del fallecido Hugo Chávez.
Ricardo Anaya
El otro de los fuertes candidatos presidenciales de México 2018 es Ricardo Anaya. Un ex legislador de 38 años, militante del conservador Partido Acción Nacional (PAN). Su juventud (38 años) y promesas de acabar con los males del PRI -el partido del actual presidente Enrique Peña Nieto- son repelidas por sus detractores con acusaciones de corrupción. Anaya competirá por la presidencia en una alianza inédita con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) que, junto al partido Movimiento Ciudadano, complementan la alianza “Por el Estado de México al Frente”.
Su enfoque
Su carrera política incluye varios cargos públicos y puestos clave dentro del PAN, del cual llegó a ser su presidente en 2015. Especialmente relevante es que, bajo su liderazgo, el partido consiguió gobernar su mayor número de gobiernos regionales (12), tras las elecciones de 2016 y 2017. Con miras a la presidencia, Anaya apoya una estrategia conjunta entre México y Canadá en la renegociación del TLCAN. Asimismo, banderas como el fin de la corrupción y la impunidad forman parte de su discurso. Y es el más férreo detractor de AMLO, a quien ha tildado públicamente de “loco” y un “peligro para el país”.
José Antonio Meade
En tercera posición entre los candidatos presidenciales de México 2018 se ubica José Meade, un respetado ex ministro de 48 años, sin militancia partidaria. El PRI busca librarse de sus propios pasivos presentándolo como un candidato «ciudadano e independiente». Es economista del ITAM y estudió Derecho en la UNAM. También tiene un doctorado en Economía por la Universidad de Yale. No es militante del PRI, pero participó en el proceso para obtener la candidatura como simpatizante.
Su enfoque
Meade no ha competido por cargos de elección popular ni ha estado al frente de gobiernos municipales o estatales. Pero tiene una prominente carrera en la administración pública mexicana. Fue secretario (ministro) de Hacienda en dos oportunidades. En la primera enfrentó los efectos de la recesión económica de 2008-2009. En la segunda enfrentó el incremento en los precios de las gasolina a principios de 2017, el llamado «gasolinazo». Apoya también una renegociación del TCLAN y una «regeneración de las instituciones» en contra de la corrupción. Ha sido cuidadoso de hablar de sus contrincantes. De AMLO ha dicho que «no tiene miedo de enfrentarle» y que «habla del poder como quien tiene habre de poder». De Anaya no ha hecho ninguna referencia.
Otros candidatos presidenciales de México 2018
La carrera presidencial de México para 2018 destaca por tener además tres candidatos independientes de los partidos tradicionales. Por su parte, entre los candidatos presidenciales de México 2018 también figuran Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón; Jaime «El Bronco» Rodríguez, quien renunció a la gobernación de Nuevo León para postularse a la presidencia; y Armando Ríos Piter, un outsider político apodado «El Jaguar».