Por Cambio16
23/04/2018
La indiferencia y la poca voluntad de participar marcaron el inicio de la campaña electoral en Venezuela. Por consiguiente, el rally de los comicios presidenciales cuestionados local e internacionalmente vaticinan un contundente fracaso del proceso. En las calles venezolanas, la opinión mayoritaria sobre la campaña electoral en Venezuela transita entre el descontento y la omisión. Por ende, sumida en la peor de sus crisis y cada vez más aislada internacionalmente, para los potenciales votantes la elección es «más de lo mismo». Una frase común para dejar sentado el sentimiento de incredulidad en la transparencia del proceso y del árbitro electoral que lo regenta.
No obstante, los principales representantes del régimen de Nicolás Maduro salieron a las calles este domingo a «celebrar» el inicio de la campaña y a prometer «prosperidad» en medio de la crisis. Todos menos Maduro. El candidato pasó el fin de semana en Cuba, donde se reunió con el nuevo representante del régimen cubano, Miguel Díaz Canel. Por su parte, la oposición a contracorriente también se movilizó. La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) está dividida y decidió no ir a los comicios, alegando que faltan garantías y son una «farsa» para perpetuar a Maduro en el poder. Mientras que el opositor disidente del chavismo Henri Falcón, un militar retirado de 56 años, decidió enfrentar a Maduro en solitario y a los llamados de abstención de dirigentes de la MUD.
La campaña electoral en Venezuela tiene en las abstención a su mayor rival
Con el inicio de la campaña electoral en Venezuela, también iniciaron los sondeos. La encuestadora Datanálisis da un empate técnico entre ambos. La firma Delphos señala a Maduro favorito con 42% frente a 30% de Falcón. Finalmente Hinterlaces, encuestadora afecta al gobierno, otorga un cómodo 52% al presidente contra 22% de su rival.
Con este panorama, Maduro, que tiene fuerte poder institucional con los militares al frente, ha multiplicado la entrega de comida subsidiada y la oferta de bonos en sectores populares. Asimismo, ha acelerado la carnetización de simpatizantes, como control social para acceder a los «beneficios» gubernamentales.
Por su parte, Falcón, quien llama al mandatario «el candidato del hambre», finca su optimismo en sondeos que reflejan un 75% de reprobación al gobierno y un deseo -según él- por sufragar. Falcón ondea la «dolarización» como bandera de su campaña y su remedio a los males de la economía venezolana. Pero aún prometiendo dólares, no la tiene fácil. Hay una desactivación del voto opositor, que considera que las condiciones electorales son adversas.
«En esta contienda no tenemos enemigos. Nuestro principal adversario es la abstención», repite Falcón, a quien chavistas y opositores tildan de «traidor».
La oposición salió desgastada de cuatro meses de protestas que exigieron en 2017 la salida de Maduro. Tras más de 125 muertos, fueron desactivas con la elección de una ilegítima Asamblea Constituyente, totalmente pro-gobierno y cuestionada por la comunidad internacional.
¿Qué hará la comunidad internacional ante la campaña electoral en Venezuela?
Pero quizá una de las mayores incógnitas ante la campaña electoral en Venezuela es qué acciones tomará la comunidad internacional. El adelanto de los comicios -tradicionalmente previstos para diciembre- por parte del régimen, fue el detonante de la condena foránea. El clima internacional para Venezuela se volvió este año más adverso. Principalmente con sanciones de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Panamá. Asimismo, fuertes críticas de otros gobiernos de América Latina que creen que no habrá comicios libres.
Esta semana trascendió que 16 países -entre europeos, América Latina y EEUU- acordaron rastrear la corrupción del gobierno de Maduro. Pero además, ante el inicio de la campaña electoral en Venezuela, también discutieron formas de proporcionar ayuda económica y humanitaria rápida al país. Entre ellas se incluye un alivio sustancial de la deuda. Siempre en caso de que Nicolás Maduro sea reemplazado por un gobierno “más legítimo y comprometido con la reforma económica”. Así lo informó la agencia Asociated Press (AP), citando directamente a los funcionarios.
Por lo pronto, Maduro, cuyo mandato de seis años vence en enero de 2019, asegura no importarle en lo absoluto que los países democráticos desconozcan las elecciones. «No nos importa para nada», aseguró.