Un informe del Fiscal General de Pensilvania, Josh Shapiro, reveló los resultados de una investigación de dos años, en la que destapó evidencias de que 301 sacerdotes abusaron sexualmente de niños durante un período de 70 años.
Con el consentimiento de la Iglesia Católica, a través de «una campaña sistemática de encubrimiento por parte de los obispos», miles de menores fueron víctimas. El «uso de la fe como arma» fue el argumento expuesto por Saphiro.
El informe de 884 páginas contenía ejemplos gráficos de niños maltratados y abusados sexualmente por clérigos. Estuvo compuesto por documentos en archivos secretos guardados por las diócesis. Incluso se hallaron confesiones escritas a mano por los sacerdotes, según el fiscal.
«Fue abuso sexual infantil, incluida violación, cometido por hombres adultos, sacerdotes, contra niños», dijo Shapiro en una conferencia de prensa.
Varias de las diócesis emitieron declaraciones y pidieron disculpas a las víctimas. También aseguraron que se tomarían medidas para garantizar que esta contucta se detuviera.
«El gran jurado nos ha desafiado como una diócesis católica para dar prioridad a las víctimas y continuar mejorando las formas de proteger a los niños y jóvenes», dijo el obispo Lawrence Persico de la diócesis de Erie en un comunicado.
Shapiro describió cómo los 301 sacerdotes abusaron sexualmente en seis de las ocho diócesis del estado. Se incluyeron los clérigos de Pittsburgh, acusados de ordenar a un monaguillo desnudarse y posar como Cristo en la cruz mientras lo fotografiaban.
Otro caso particular fue de un sacerdote que habría descrito a los niños «cómo María tuvo que lamer a Jesús para limpiarlo después de que nació». Shapiro razona que buscaban prepararlos para el sexo oral.
«A los niños se les enseñó que este abuso no solo era normal sino que era sagrado», declaró. Mientras describía los hechos, los acusadores lloraban detrás del fiscal.
301 sacerdotes abusaron con impunidad
Este informe se convirtió en el reporte más completo en la historia de Estados Unidos. Las pruebas evidencian que 301 sacerdotes abusaron sexualmente de niños durante muchos años con impunidad.
«El patrón fue abuso, negación y encubrimiento», dijo Shapiro. Agregó que la iglesia trató de mantener en silencio las acusaciones el tiempo suficiente para que no pudieran ser procesadas bajo el estatuto de prescripciones de Pensilvania.
De los 301 sacerdotes citados en el reporte, algunos han muerto. Solo dos de los curas son sometidos a enjuiciamiento actualmente.
Esto caso se destapa casi dos décadas después de que se expusiera el abuso generalizado encubierto en Boston.
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