Por Cambio16
22/06/2018
Un gol tardío de Xherdan Shaqiri selló los tres puntos para Suiza en un juego vibrante en Kaliningrado frente a Serbia. Un encuentro en que no faltaron las controversias. Ni las polémicas con el VAR e, incluso, las alusiones políticas.
El delantero de Serbia Aleksandar Mitrovic, imperioso en la noche, anotó un cabezazo fabuloso en los primeros cinco minutos. Pero los suizos crecieron en confianza en el juego. Por ende, estiraron la línea de fondo de sus oponentes hasta el pleno efecto en la segunda mitad.
El centrocampista del Arsenal Granit Xhaka conectó un disparo desviado y venenoso por primera vez de larga distancia para acercar el nivel y dejar la corbata finamente equilibrada. Y después de haber alcanzado el marco de la meta en una primera ocasión, el hombre de Stoke City, Shaqiri, se apresuró para concretar la matanza de los corazones serbios.
El ataque de Granit Xhaka fue absolutamente sensacional. Y Xherdan Shaqiri podría haber marcado uno de los goles del torneo si su primer tiro no hubiera alcanzado el listón. Pero hay un momento que debe abordarse. Serbia debió haber recibido un penalti cuando Aleksandar Mitrovic fue claramente derribado por los suizos Stephan Lichsteiner y Fabian Schar. Parecía inevitable que el árbitro Félix Brych detuviera el juego y concediera un penalti. Sin embargo, no solo no hizo eso. Sino que además no consultó a VAR.
Para todas las quejas sobre el sistema, los árbitros asistentes y el equipo completo han tendido a tomar las grandes decisiones correctamente. Sin embargo, si los árbitros no los utilizan adecuadamente, la idea nunca se hará realidad.
El jugador del partido
Aleksandar Mitrovic fue increíble en la noche. El jugador del Newcastle United mereció estar del lado ganador. Intimidó a los defensores suizos toda la noche. Y fue debidamente recompensado con un gol temprano. Su juego de enlace es excepcional. Y la forma en que ocupa a los defensores es vital para la forma en que juega Serbia.
El momento polémico
El sorprendente empate de Xhaka y el último ganador de Shaqiri completó la dramática victoria de Suiza 2-1 sobre los serbios. Sin embargo, la pareja suiza planteó preguntas al hacer referencia a sus raíces albano-kosovares. Puntualmente cuando, al celebrar sus goles, los gestos de las manos replican el águila de dos cabezas que se ve en la bandera albanesa.
Kosovo es un territorio en disputa que declaró su independencia de Serbia en febrero de 2008. El padre albanés de Xhaka, Ragip, participó en manifestaciones contra el gobierno de la Yugoslavia comunista en Serbia y fue condenado a tres años y medio de prisión. Los padres del mediocampista del Arsenal se mudaron a Suiza antes de que él naciera. Aunque su hermano Taulant todavía juega su fútbol internacional para Albania.
Por su parte, Shaqiri nació en Kosovo cuando era parte de la ex Yugoslavia y emigró a Suiza en 1992 con sus padres y tres hermanos.
Las tensiones entre las comunidades albanesa y serbia de Kosovo culminaron en la Guerra de Kosovo de 1998 y 1999.