Por Natalia Lobo
25/06/2018
España logra un empate agónico ante Marruecos y se clasifica como primera del Grupo B. Lo sufrió mucho La Roja, que nunca se halló completamente cómoda en el partido. De nuevo, los problemas defensivos hicieron acto de presencia y pusieron la clasificación en un hilo. Tampoco estuvieron finos los dirigidos por Hierro en ataque, muy lentos y sin ideas. A España le bastó que Iniesta apareciera una vez, así como una buena combinación en el área al último minuto para marcar. Por muy poco se salvó La Roja, que si no fuera por el VAR seguiría sacando cuentas.
Marruecos se adelantó en el partido, al minuto 14. El gol de Boutaib nació tras un error de Andrés Iniesta y Sergio Ramos. El central se desentendió de un balón que se le fue largo al manchego y el delantero se fue tranquilo y sin marca al área de De Gea. Ay, De Gea. Salió el portero pero la pelota se coló entre sus piernas y terminó al fondo de la red.
Tenía que ir la selección a por el empate. Y lo hizo de las botas de Isco, ese futbolista que cada día parece aprender trucos nuevos para maravillar. El malagueño, figura del partido, crea peligro, define y propone el ritmo. Esto último, con el permiso de Iniesta, que hoy se juntó con el volante del Madrid para firmar el gol del empate. El manchego se la dejó en el área e Isco le pegó arriba.
Fue bonito el tanto pero no suficiente para destrabar a España, sin ideas e insegura atrás. Hoy no fue el día de Ramos, muy lejos de su nivel habitual. Boutaib pudo hacer el segundo tras un saque de banda que no cubrió nadie. El delantero volvió a verse solo ante De Gea, que esta vez no salió, pero la definición fue mala y la pelota quedó en el cuerpo del portero. Quedará la acción para las estadísticas como la primera parada del español, aunque haya hecho poco.
Final agónico
La segunda parte siguió con el mismo ritmo. Los de Marruecos, cometiendo faltas e intentando aprovechar la inseguridad de España atrás. La Roja se encomendó a Isco para ver si conseguía algo en el área rival. Sin embargo, las asociaciones en su mayoría eran infructuosas. Entraron Aspas y Asensio con la intención de darle otra velocidad al juego. Tampoco pudieron los del Madrid. Marruecos se organizó muy bien atrás y España no sabía como entrarle.
El empate, sin embargo, no pintaba dramático. Hasta que Marruecos consiguió un saque de esquina, Nesyri le ganó en el salto a Ramos y se fueron arriba. La selección perdía mientras en el Mordovia Arena, Irán hacia todo por empatar ante Portugal. Ya no solo se jugaba el primer lugar del grupo, sino la clasificación.
El VAR le consiguió a España un último aliento cuando ya todo parecía perdido, cuando los jugadores parecían perdidos. Aspas hizo un gol de tacón que el juez de línea invalidó por fuera de juego. Se revisó la jugada, se hizo a todo el mundo esperar. En Saransk también revisaban un posible penalti sobre Irán. Por fin, el colegiado decidió que sí era válido el tanto. Respiró España porque en el otro partido Irán también empató. La Roja, en dos minutos, pasaba a liderar el Grupo B y a evitar a Uruguay. Un escenario muy favorable para un juego tan pobre.