Por Natalia Lobo
10/07/2018
Si el plan de Croacia era evitar un gol tempranero de su rival, pues falló de entrada. Inglaterra empezó el partido enchufada, buscando crear ocasiones desde el minuto 1 y con transiciones rápidas. Demasiado para una Croacia con dos prórrogas en las piernas que no supo cómo reaccionar. En el minuto 2, Alli forzó una falta sobre Modric en la frontal y al minuto siguiente la pelota terminó en la red de Subasic, que estuvo lento para detener el disparo. Fue un tiro libre precioso de Trippier: pasó sobre la barrera, agarró rosca y se coló cerca del palo derecho. Noveno gol de los ingleses a pelota parada en este Mundial.
Una vez más, los croatas tenían que levantarse para superar el peor escenario posible. Lo intentaron por medio de la tenencia del balón pero los pases no eran precisos lo que le facilitaba a Inglaterra irse al contragolpe. Los de Southgate encontraron una nueva oportunidad de ampliar el marcador con un córner. Se salvó Croacia porque el cabezazo cruzado de Maguire se fue fuera por poco.
Modric y Rakitic estaban dispersos, a veces desesperados, y no podían marcar los tiempos del partido. Le dejaban a Brozovic las salidas del balón pero el mediocentro tampoco estaba fino. Por su parte, Inglaterra, más rápido y más contundente, aprovechaba dos o tres toques para hacer daño. Lingard pudo poner el segundo pero su disparo, luego de una jugada de Kane, se fue fuera.
Los croatas cometían errores comprometedores. Sin embargo, por primera vez en este Mundial, Inglaterra perdonaba en el área. Al minuto 30, Kane tuvo un mano a mano frente a Subasic pero el guardameta se lo ganó. El rechace le volvió a caer al capitán inglés pero pegó en el poste y estaba en fuera de juego. De nuevo, Croacia se vio salvada por la campana. O, mejor dicho, por la bandera.
Despertar croata
Sin embargo, los croatas tenían momentos de lucidez. Casi inmediatamente después, Rebic se halló en el área y su disparo fue detenido por Pickford. El delantero era uno de los mejores de los croatas. Uno de los pocos del equipo de Dalic que parecía tener las piernas frescas y las ideas claras. Volvió a sacar un disparo que despejó Young y, luego, este le hizo una falta para evitar que se fuera solo.
En el segundo tiempo, Croacia comenzó con el control de la pelota. Por fin, Rakitic y Modric comenzaron a combinar, a comandar en el centro del campo. La mejoría se notó porque también comenzó a aparecer Perisic. Tuvo un disparo en el área que pegó en los defensas ingleses. Pero, minutos después, vendría su verdadera oportunidad. La centró Vrsaljko y la encontró Perisic, que con la pierna derecha le ganó a Walker y la clavó en la red (68′). Fue una jugada peligrosa pero el árbitro no la invalidó ni tampoco el VAR.
Con el marcador igualado, se creció Croacia. Lo que no salía en el primer tiempo, comenzó a salir. Modric se creció y el equipo se armó en ataque. Perisic estrelló un balón en el poste tras dejar a su marca con una bicicleta. Quedó descolocada Inglaterra, defendiendo en su área. Southate le dio entrada a Rashford por Sterling, que había hecho un buen partido arrastrando marca pero que le faltó precisión al definir.
Inglaterra pudo matar el partido con un disparo de Lingard que se fue fuera por poco, pero no hizo mucho más. Respondieron inmediatamente los croatas con una volea de Mandzukic y, luego, Perisic encontró el remate que también rozó el poste. Solo hubo tiempo para un tiro libre en favor de los ingleses que mandó fuera Kane tras el cobro. Final de los 90 minutos y, nuevamente, a prórroga.
La prórroga
Croacia demostró que el espíritu puede más que el cansancio. Con dos prórrogas encima, el equipo de Dalic dio una muestra de amor propio. En los primeros 15 minutos de la prórroga empezó mejor Inglaterra, atacando, sin embargo, los croatas fundidos fueron capaces encontrar ocasiones. Primero con Brozovic, de gran trabajo. El sacrificio tuvo su recompensa porque al comienzo de la segunda prórroga, Mandzukic encontró el gol tras un centro de Perisic. Un golazo que metía a su equipo en la final del Mundial.
Sin embargo, con el recuerdo de Rusia todavía fresco, los croatas no podían descuidarse atrás. Lo pudo matar con otro gol pero Kramaric pecó de individualista y no dársela a Perisic en una clara ocasión. Una falta ya sobre el final de la prórroga pudo traer de vuelta todos los fantasmas. Sin embargo, la historia no se repitió. Croacia evitó el empate, evitó los penales y se metió en la final del Mundial. Se verán ante Francia, con un partido más (sumando todas las prórrogas) y con mucho corazón también. Pase lo que pase, los croatas ya han entrado en la historia al alcanzar la instancia decisiva por primera vez.
https://www.instagram.com/p/BlGxq6JnhUc/?taken-by=cambio16