Por Cambio16
01/07/2018
Croacia está en cuartos de final tras superar a Dinamarca en una tanda de penales dramática, reflejo fiel del partido. Empezó el encuentro con un gol rapidísimo (al minuto 1) de los daneses, que vieron puerta tras un saque de esquina y un descuido de la defensa croata. El balón lo encontró Jorgensen en el área y terminó en el fondo de la red, sin encontrar resistencia.
Casi inmediatamente lo empató Mandzukic. Los croatas entraron por banda derecha gracias a Rebic. Se la dejó a Vrsaljko, que se internó en el área. Tira un pase que despeja Christensen, pero su disparo le le llega a Mandzukic, que estaba solo y la empuja a gol. Era el minuto 4 de partido.
Parecía que se venía una catarata de goles o un ritmo frenético. Sin embargo, poco a poco fue bajando la intensidad del encuentro. Se volvió un juego muy parejo, trabajado muy bien por parte de Dinamarca que le cortó las ideas a los centrocampistas croatas. Hubo varias oportunidades de lado a lado con buenas intervenciones de los guardametas: Subasic para Croacia y Schmeichel para Dinamarca, visto por su padre desde las gradas.
Poco a poco, Modric y Rakitic fueron desapareciendo del juego mientras que Ericksen y Poulsen ganaban protagonismo. Vrsaljko fue uno de los que más hizo por parte de Croacia, que estuvo muy controlada en el partido. Tímida, alejada de las versión avasallante de la fase de grupos. El partido tenía ritmo de prórroga y así fue.
Penaltis dramáticos
Durante los minutos adicionales tampoco hubo muchas oportunidades. Rakitic y Modric volvieron a meterse en el partido, sin embargo, al finalizar las jugadas no había precisión. Kovacic, que había entrado al 71, también quería ser una opción de peligro pero no tuvo mucho impacto. El partido ya se veía directo a la tanda de penaltis hasta que Modric vio a Rebic arriba, que se escapó de Schmeichel y cuando iba a patear lo tumbó Jorgensen por detrás. El árbitro vio penal, lo pitó y lo fue a cobrar Modric. Sin embargo, el capitán se estrelló con Schmeichel, que le adivinó el tiro. Era el minuto 117 y Croacia se veía tumbada con la oportunidad perdida. Pasaron los cuatro minutos restantes, ya con ningún jugador con pulmones suficientes para luchar. Pitó el final el colegiado y la segunda tanda de penaltis del día se hizo inevitable.
Empezó pateando Dinamarca. Lo pateó Eriksen y lo atajó Subasic. Vino Badelj y también salvó Schmeichel. Cero a cero. Siguió Kjaer y marcó. Igualó Kramaric. Llegó el turno de Krohn-Dehli, que tampoco falló. Le tocaba a Modric. El capitán respiró y lo mandó al medio. La pelota se coló a pesar de que Schmeichel la rozó con los pies. Venía Schöne y lo atajó Subasic. Siguió Pivaric para darle la ventaja a Croacia y lo detuvo Schmeichel. Era el turno de Jorgensen para aprovechar pero, de nuevo, apareció Subasic. Le quedaba toda la presión a Rakitic, que venía a patear el quinto. Lo retó Schmeichel. Pero Iván lo engañó completamente y mandó a Croacia a los cuartos de final para encontrarse con la local Rusia.