El Instituto de la Mujer elaboró un documento pionero sobre el cambio climático, desde la perspectiva de género. Encontró que las mujeres tienen una más conciencia del consumo en la afectación climática. Son además, más cuidadosas que los hombres con el entorno .
La investigación también observó que las mujeres tienen mayores debilidades para sucumbir ante desastres ambientales junto con los niños. De allí que el 80% de personas refugiadas climáticas sean mujeres.
El informe “Género y Cambio Climático: un diagnóstico de situación”, recopila información sobre el cambio climático en la última década y su vínculo con la mujer. Así como de las políticas públicas en ese sentido.
Beatriz Gimeno, directora del instituto, expuso los términos del estudio que consta de tres partes. La primera es una aproximación a la situación de partida de hombres y mujeres ante algunos de los principales indicadores de sostenibilidad medioambiental. Como los hábitos de consumo y movilidad y el impacto por sexos con respecto a la salud o la pobreza energética.
La segunda está referida a las consecuencias del cambio climático sobre mujeres y hombres. Y en la tercera se analizan las diferentes actitudes ante el cambio climático y el medio ambiente.
Mujeres y la incidencia del consumo en cambio climático
El documento puso de manifiesto cómo las mujeres se ven más afectadas por las consecuencias del cambio climático. Cómo tienen una mayor concienciación y cómo adoptan en mayor medida comportamientos respetuosos con el medio ambiente.
El 72% de la población española cree importante la incidencia del consumo sobre el cambio climático. Supera la media europea (67%), por sexos: el 77% de las mujeres frente al 67% de los hombres.
El 86,2% de las mujeres considera totalmente o bastante importante la sostenibilidad de los productos de alimentación que compran. Mientras que el porcentaje desciende 17,1 puntos porcentuales en los hombres.
Un 84,3% de ellas estarían dispuestas a pagar más por productos producidos de manera sostenible, esto es, 4,1 puntos porcentuales más que los hombres. Y el 72 % han disminuido el consumo de carne, que representan 12 puntos porcentuales más que los hombres.
Igualmente se manifiesta una mayor tendencia de las mujeres a separar de residuos, a utilizar medios de transporte público o compartidos
Mujeres y niños más vulnerables a los cambios
Sugiere el Instituto de la Mujer la necesidad de introducir el enfoque de género en las líneas de acción relacionadas con la producción, gestión y uso de la energía. Así como con los ecosistemas del agua, con la gestión y eliminación de residuos y la contaminación del aire. También en la protección de la biodiversidad, los modelos de consumo o la agricultura sostenible.
Asimismo, aplicar la evaluación de impacto de género en las subvenciones a proyectos de lucha contra el cambio climático. Valorando cuestiones como el análisis del territorio y la población afectada, y con datos desagregados por sexo.
Considera igualmente conveniente realizar análisis detallados con datos desagregados por sexo en materia de pobreza energética. Y al mismo iempo, campañas de concienciación de la amenaza climática y de la necesidad de consumir recursos y eliminar residuos de forma responsable.
Propiciar la participación de las mujeres como agentes de cambio y en foros y eventos en los que se debata la respuesta contra el cambio climático.
Gimeno considera el Ecofeminismo como una corriente del feminismo que ha adquirido cada vez más relevancia ante la grave crisis climática del planeta. Representa el camino para combatirla y evitar que sus efectos agraven la discriminación de las mujeres.
Junto con la directora del Instituto participaron en la exposición, Valvanera Ulargui, directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC). Cecilia Carballo, de Greenpeace España, y Cristina Alonso, de Amigos de la Tierra.
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