Sucedió en Detroit, Estados Unidos. Una mujer de 20 años es declarada muerta y al cabo de unas horas, revive. La familia de la joven llamó al servicio de emergencias para que acudieran en su auxilio. Los primeros en llegar fueron los bomberos de Southfield, pero debido al caso, decidieron solicitar la intervención de los paramédicos. Aplicaron las técnicas de resucitación durante 30 minutos, pero de manera infructuosa.
La joven Timesha Beauchamp no respondió y fue declarada muerta.
Paso siguiente, los “restos mortales” fueron trasladados a una funeraria y cuando procedían a embalsamarla, Beauchamp abrió los ojos. Transcurrió una hora del sorprendente hecho y aún respiraba, por lo que procedieron a llamar a un equipo médico de emergencias.
Así lo relató el abogado Geoffrey Fieger. Dijo: “Estaban por embalsamarla, que es lo más aterrador, de no haber abierto los ojos… La funeraria abría la bolsa para cadáver, literalmente, eso fue lo que le pasó a Timesha, y la vieron viva con los ojos abiertos”.
¿Catalepsia o negligencia?
El caso de Timesha Beauchamp no es el primero. Hay varios casos excepcionales en el que las personas parecen haber muerto, pero al cabo de un tiempo sus signos vitales reaccionan. La ciencia médica llama a estos casos catalepsia. Se trata de un trastorno intenso en el que las funciones vitales (cardiaca, respiratoria y neurológica) están en un mínimo de actividad. Por ello, la persona es declarada muerta.
Andrés Santiago, subdirector de la Escuela Profesional de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid, explicó a EFE cómo diferenciar la catalepsia. Asegura que una persona con esa condición “nunca tendrá fenómenos cadavéricos como la palidez, la rigidez o el enfriamiento que solo aparecen con la muerte”.
El médico forense asegura en que en algunos casos no se detectan los latidos del corazón o una depresión respiratoria, por ejemplo, a causa de determinados fármacos. Por lo que se podría determinar que tenga una epilepsia que le genera una situación de catalepsia. Insiste: “Pero cualquier médico sabe identificar los fenómenos cadavéricos cuando aparecen”.
No es el primero ni el último
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también se ha referido a estos casos ante las recurrentes denuncias. La máxima autoridad sanitaria incluyó la catalepsia, como una enfermedad psiquiátrica, utilizada como una de las pautas de comportamiento para el diagnóstico de la esquizofrenia.
Aunque se desconoce su origen, algunos estudios médicos señalan que podría derivarse del mal de Parkinson, epilepsia, efectos de la cocaína o esquizofrenia, entre otros. Una persona cataléptica podría estar inconsciente de lo que ocurre a su alrededor, vagamente consciente, o incluso consciente totalmente, pero sin poder reaccionar. Y podría estar así por minutos, horas o varios días en los casos extremos.
Lo cierto es que la ciencia ha podido constatar, a través de la exhumación de cadáveres, que ciertamente muchos seres humanos han sido sepultados vivos, después que los forenses determinan su muerte.
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