Por Cambio16
01/06/2018
La cifra de muertos en Nicaragua en el marco de las protestas antigubernamentales casi llegan al centenar. Mientras que el presidente Daniel Ortega rechaza los pedidos de dimisión.
Al menos 11 personas murieron y 79 resultaron heridas el miércoles. Partidarios a favor y en contra del gobierno se enfrentaron en varias ciudades, dijo el jueves el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH). Los sucesos ocurrieron en una manifestación de madres cuyos hijos murieron durante las protestas.
El suceso elevó los muertos en Nicaragua a 98 desde que comenzó la ola de protestas contra Ortega el 18 de abril. Asimismo, el conteo general totaliza más de 900 heridos.
Las protestas han ido en incremento cada semana. Inicialmente fueron desencadenadas por las abortadas reformas al sistema de seguridad social casi en bancarrota. Pero se ampliaron rápidamente. Y se convirtieron en un movimiento de rechazo por parte de muchos nicaragüenses a Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, que son vistos como autocráticos.
Esta semana, un acuerdo entre la OEA, CIDH y el Gobierno fijó la creación de un grupo para investigar los sucesos violentos. Asimismo, el gobierno y la oposición acordaron el lunes reanudar las conversaciones de paz. Pero la Conferencia Episcopal Nicaragüense anunció el jueves que no reanudará el diálogo. Sobre todo mientras «los pueblos son reprimidos y asesinados» por «grupos cercanos al gobierno». La iglesia Católica estaba sirviendo como mediador en este proceso.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, condenó el jueves los asesinatos de «fuerzas represivas y las fuerzas armadas». En consecuencia pidió al gobierno de Ortega que detenga la violencia.
Aquí mi mensaje sobre el trágico día #30May en #Nicaragua pic.twitter.com/mip0zctvj2
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) May 31, 2018
Muertos en Nicaragua: las huellas de la mayor crisis
El trágico saldo de muertos en Nicaragua es la punta de lanza de la mayor crisis que haya enfrentado Ortega en todos sus años de gobierno. Además de la creciente violencia, los ataques a los medios de comunicación del país también están a la orden del día. En la última semana dos estaciones de radio y un canal de televisión de línea crítica al gobierno fueron atacadas e incendiadas. Fundamentalmente por su cobertura de las manifestaciones.
Las autoridades han responsabilizado a «bandas criminales» de la violencia pública. Pero los grupos de derechos humanos dicen que la policía se está confabulando con fuerzas parapoliciales. Conocidas como las «turbas sandinistas», éstas últimas son utilizadas para reprimir las manifestaciones.
Mientras tanto, Daniel Ortega se niega a cualquier idea que represente su salida del Gobierno. En un discurso a miles de simpatizantes en Managua el miércoles, Ortega juró permanecer en el poder. «Nicaragua nos pertenece a todos. Y aquí nos vamos a quedar», dijo Ortega, de 72 años.