Por Cambio16
05/06/2018
El número de muertos en las protestas en Nicaragua contra el Gobierno de Daniel Ortega se elevó a 127. La cifra fue confirmada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y contabiliza los decesos desde el 18 de abril, día en que se iniciaron las protestas contra Ortega.
«Las protestas han causado 127 muertos y cerca de un millar de heridos». Así lo puntualizó el secretario ejecutivo de la CIDH, el jurista brasileño Paulo Abrao desde Washington. En consecuencia, para entender la magnitud de la tragedia, Abrao recordó que las sangrientas manifestaciones entre abril y julio de 2017 en Venezuela, un país seis veces más grande que Nicaragua, se saldaron con 112 fallecidos.
Abrao denunció que la respuesta de las autoridades nicaragüenses a las protestas ha sido «muy desproporcionada». Principalmente, advirtió, con el objetivo de crear un ambiente de «intimidación y terror».
La OEA acordó la semana pasada con la CIDH y el Gobierno de Nicaragua crear un grupo para investigar los hechos de violencia. Éste grupo estará formado por integrantes seleccionados por la comisión interamericana.
Masaya, escenario de muertos en las protestas en Nicaragua
La violencia fue particularmente fuerte el fin de semana en Masaya. La ciudad nicaragüense, antigua cuna del sandinismo y ubicada al sureste de Managua, fue escenario de sangrientos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía, apoyada por grupos afines al Gobierno. En ese lugar se contabilizaron menos 10 muertos, 62 heridos y 10 desaparecidos sólo este fin de semana. La cifra fue desvelada por la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
El Gobierno de Ortega, que cuenta ya con 11 años en el poder, responsabiliza de los muertos en las protestas en Nicaragua a la «violencia delincuencial». Asimismo, a «grupos políticos de oposición con agendas políticas específicas». Por ende, viene negando la existencia de «fuerzas de choque ni grupos paramilitares afines al Gobierno». Éstos grupos son conocidos en el país como «turbas sandinistas«. Y son señalados por los manifestantes como los autores de las muertes.
Entre el diálogo y la desobediencia
El diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos-, fue congelado. Ésto poco después de haberse instalado a mediados de mayo y tras la propuesta de los sectores civiles de adelantar las elecciones como salida a la crisis. Algo que el Gobierno de Ortega tildó de «golpe de Estado».
En tanto, los comerciantes del Mercado Oriental, el más extenso de Nicaragua, se declararon en «desobediencia civil». Principalmente en protesta contra la «opresión» del presidente Ortega.
«No vamos a pagar impuestos. Sí vamos a garantizar el salario de los trabajadores. Pero no vamos a permitir más imposiciones, no señor, esto se acabó. El 18 de abril Nicaragua se levantó en un grito de no más opresión y no más imposición», dijo un portavoz de los comerciantes del mercado, ubicado al norte de Managua.
Las protestas contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social. Pero se han convertido en un reclamo que pide su renuncia, después de 11 años en el poder, con acusaciones de abuso de poder y corrupción.