Crece la tensión e indignación en las calles de Teherán y otras ciudades de Irán, tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, que fue arrestada por la “policía moral” en plena vía pública por no llevar bien puesto el velo. Centenares de mujeres siguen manifestando en plazas y avenidas en rechazo a las extrañas circunstancias del fallecimiento de la joven. Y en un airado desafío a las autoridades del país, se quitaron por momentos el velo.
Pese a la represión de los cuerpos de seguridad, la población -especialmente femenina- sigue protestando en desagravio por la muerte de Mahsa. Más de 30 iraníes han resultado heridos, algunos de gravedad, mientras manifiestan por ese hecho que conmociona al país.
Las circunstancias de la muerte de Amini el viernes 16 son controvertidas. Medios locales señalaron que falleció a causa de un infarto y de un coma que sufrió el martes 13 en una comisaría de Teherán, donde estaba detenida por no llevar bien el velo, prenda obligatoria en la teocracia iraní. Durante el arresto recibiría instrucciones para “reeducarla” en el uso de la prenda.
Su familia negó los informes oficiales de que padecía epilepsia y, ello derivó en complicaciones. En cambio, afirmó que la policía la golpeó de tal manera, que debió trasladarla de urgencias al hospital de Vozara.
Mahsa, oriunda de la localidad de Saqqez, estaba de vacaciones en Teherán con su hermano Kiarash cuando la policía la detuvo frente a una estación de metro y la metió en una camioneta. Supuestamente por no cumplir con las regulaciones del país sobre el hiyab.
La Policía rechazó tener responsabilidades en el fallecimiento de la joven. Calificó lo sucedido como «un incidente desafortunado» y negó que la joven fuese «golpeada» bajo custodia de los cuerpos de seguridad.
La controvertida muerte de Masha Amini
La trágica historia desató escenarios de cólera en la sociedad iraní, donde no han dejado de sucederse protestas durante los últimos cuatro días. La televisión estatal anunció la muerte de Masha Amini tras permanecer tres días en coma. Fue inhumada el sábado en Saghez, provincia de Kurdistán. Durante el funeral numerosas mujeres se rebelaron y se quitaron sus velos.
La policía trató de mantener al mínimo el número de asistentes al funeral, pero se informó que 1.000 estaban junto a la tumba. Luego, las protestas se reunieron frente a la oficina del gobernador de Saqqez, donde ocurrió la violencia. Grupos kurdos de derechos humanos informaron que las fuerzas de seguridad lanzaron gas pimienta y perdigones contra los manifestantes, lo que provocó más de 30 heridos.
También hubo protestas pacíficas el domingo en la facultad de bellas artes de la Universidad de Teherán. Un grupo de 100 estudiantes se arriesgaron a ser castigados y portaron carteles que decían “mujeres, vida, libertad”, palabras que también se escucharon en el funeral.
La crisis se ha intensificado en parte debido a los esfuerzos de mano dura de las autoridades por negar su responsabilidad. Publicando imágenes de video editadas que muestran cómo se derrumba en una estación de policía, pero niegan que haya sido golpeada, reseñó The Guardian.
El Ministerio del Interior afirmó que se derrumbó debido a una afección cardíaca. Pero las imágenes de su rostro en el hospital mostraban una decoloración alrededor de las orejas que parecía ser consistente con golpes físicos.
Verdades y mentiras de una trágica muerte
El padre de Masha le dijo al periódico Ham-Mihan: “Ella no tenía epilepsia ni enfermedad cardíaca. La peor enfermedad que tenía era un resfriado. El video que mostraron del centro de detención también fue editado. ¿Por qué no mostraron las imágenes cuando sacaron a mi hija de la camioneta? ¿Por qué no mostraron lo que pasó en los pasillos del centro de detención? Fue psicológicamente estresante para ella y es la policía la responsable de este desastre”.
La familia exigió que se publique todo el circuito cerrado de televisión en lugar de las imágenes parciales que se muestran hasta ahora. El hospital dijo que Masha Amini tenía muerte cerebral cuando llegó allí.
La controversia ahora se está ampliando a una disputa no solo sobre la aplicación del hiyab en las ciudades, sino también sobre la responsabilidad de la policía de la moralidad en las mujeres. Así como la desconfianza hacia las negaciones de irregularidades por parte del gobierno, acusado de ejercer represiones contra periodistas. E Incluso, de la aplicación de penas de muerte, denunciado por Amnistía Internacional.
El velo es obligatorio en Irán desde la Revolución Islámica liderada en 1979 por el ayatolá Ruholá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban “desnudas». La prenda está presente en todas las mujeres iraníes.
Las portadas de los principales diarios nacionales muestran la marcada división en el país, esta vez marcada por el terrible acontecimiento.
La mayoría de los periódicos conservadores con la imagen del líder supremo, Ali Jameneí, en primera plana, mientras que los reformistas la dedicaron a Amini. “La humillante muerte de Amini”, titula el reformista Etemad, que mostraba su tumba en una foto. Este diario recordaba que “el descontento generalizado por las patrullas de la moral no es nuevo” y recopilaba otros casos similares del pasado.
Manifestaciones, divisiones e investigaciones
Amnistía Internacional pidió una investigación criminal por la sospechosa muerte de Mahsa Amini bajo custodia policial. Además, el grupo de derechos humanos ha calificado las leyes que hacen obligatorio el velo de “abusivas, degradantes y discriminatorias”.
Las explicaciones de la Policía no han convencido a muchos iraníes que han mostrado en redes sociales su indignación. «El arresto de Amini para recibir orientación (sobre la ropa), seguido de su infarto y coma es suficiente para que varias generaciones de jóvenes odien la religión», dijo en Twitter el clérigo reformista Mohamad Ali Abtahi. Líder que ocupó la vicepresidencia del país entre 2001 y 2004.
Estados Unidos también exigió a Irán acabar con la violencia contra las mujeres después del fallecimiento de la joven. «La muerte de Mahsa Amini después de las lesiones sufridas bajo custodia por un velo ‘inadecuado’ es espantosa. Nuestros pensamientos están con su familia», asentó el enviado especial para Irán del Departamento de Estado, Robert Malley.
En el mismo mensaje, Malley añadió que «Irán debe poner fin a la violencia contras las mujeres que ejercen sus derechos fundamentales». Y subrayó que «los responsables de su muerte deben rendir cuentas».
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