Por Cambio16
13/04/2018
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, confirmó la muerte de los periodistas secuestrados por un grupo disidente de las FARC. Los periodistas del diario El Comercio de Ecuador Javier Ortega, de 32 años, Paúl Rivas, de 45, y Efraín Segarra, de 60, fueron capturados en la fronteriza provincia ecuatoriana de Esmeraldas el 26 de marzo pasado. En dicha zona, los profesionales recababan información sobre los ataques armados registrados desde comienzos de año. Tras dos semanas de secuestro, el grupo disidente, identificado como Frente Oliver Sinisterra, envió un comunicado anunciando la muerte de los periodistas secuestrados. Versión confirmada hoy por el gobierno ecuatoriano.
El mandatario solicitó ayuda a la Iglesia Católica y organismos internacionales para hallar y repatriar los cuerpos de los secuestrados. «Hemos tomado contacto con organismos de cooperación internacional para realizar las acciones necesarias. Este hecho no puede quedar en la impunidad», sostuvo Moreno. Las palabras del mandatario llegaron luego que el canal colombiano RCN informara que recibió fotografías en las que se observaban cuerpos que presuntamente correspondían a los trabajadores de prensa.
Para Moreno, los secuestradores «nunca tuvieron la voluntad de entregarlos sanos y salvos». Asimismo anunció que el cabecilla del grupo, alias «Guacho» -identificado como Walter Artízala– fue incluido en la lista de los más buscados con una recompensa de 100.000 dólares a quien brinde información sobre su paradero.
Artízala fue guerrillero de las FARC por 15 años. Durante ese tiempo se especializó en explosivos, narcotráfico y finanzas. Tras apartarse del acuerdo de paz, quedó al frente de un grupo de entre 70 y 80 hombres. Por consiguiente, se mueve entre ambos países por una área selvática que sirve de ruta para el tráfico de drogas.
La muerte de los periodistas secuestrados «no debe silenciar a la prensa»
El presidente ecuatoriano también informó que su gobierno coordina con el Comité Internacional de la Cruz Roja para lograr el rescate de los cadáveres en la zona fronteriza entre Ecuador y Colombia. Asimismo anunció una serie de medidas de seguridad. Principalmente declarar el área fronteriza con Colombia zona de emergencia. Asimismo incrementar los controles militares y policiales a fin de realizar “acciones coordinadas” en el área de la divisoria.
«Estamos de luto, pero no vamos a dejarnos amedrentar, hoy más que nunca pido al país la unidad por la paz», sentenció.
El mandatario, sin embargo, aclaró que «bajo ninguna circunstancia» su llamado significa que se quiera limitar la libertad de expresión. «No dejen de criticar«, pidió a los medios de comunicación. «Sabemos reconocer nuestros errores y todo esto nos permitirá reconocer si los ha habido. El pueblo perdona cuando comete errores pero no que se le mienta, no vamos a mentir al pueblo ecuatoriano», insistió Moreno.
Días atrás se había notificado que no existía un proceso de negociación con los secuestradores. «Estamos en un Estado de derecho y hay que ir viendo lo que legalmente se puede hacer y hasta dónde se puede llegar», declaró en aquel momento César Navas, ministro de Interior de Ecuador.