Por Cambio16
9/1/2017
El expresidente iraní Akbar Hashemí Rafsanyaní, que ocupó ese cargo entre 1989 y 1997, ha fallecido este domingo en Teherán, a los 82 años, a causa de un infarto. Según ha informado la agencia de noticias IRNA, el clérigo y veterano político ingresó en un hospital de Teherán tras sufrir un ataque al corazón. Su funeral, de acuerdo con los medios oficiales, está previsto para el próximo martes en la capital iraní.
Rafsanyani fue uno de los líderes de la Revolución Islámica de 1979 junto al ayatolá Jomeini. Después fue el jefe ‘de facto’ del Ejército durante la guerra contra Irak (1980-88) y ocupó el cargo de presidente entre 1989 y 1997.
Aunque Rafsanyaní también encabezó entre 2007 y 2011 la influyente Asamblea de Expertos, un órgano formado por clérigos chiíes entre cuyas atribuciones figura el control y, de ser necesario, la destitución y elección del líder supremo del país. En la actualidad era uno de los principales valedores del movimiento reformista y dirigía el Consejo del Discernimiento, cuerpo que media entre los poderes del Estado.
Nacido en Rafsanyan (oeste de Irán) el 25 de agosto de 1934 en el seno de una familia humilde y religiosa, se trasladó en 1948 a la ciudad de Qom para cursar estudios científicos y teológicos. Durante el Gobierno del sha desempeñó una intensa actividad política contra el régimen, por la que fue encarcelado y, posteriormente, tras el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, fue nombrado miembro del Consejo de la Revolución. En 1980 fue elegido presidente del Parlamento, cargo que desempeñó hasta 1989 y que alternó con el de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, puesto para el que fue nombrado en junio de 1988.
En los comicios de julio de 1989 resultó elegido presidente con el 94,5 % de los votos frente al 3,8 % conseguido por su único rival, Abas Sheibani. Renovó el cargo en las elecciones de junio de 1993 y, durante sus dos mandatos, llevó a cabo un considerable trabajo de reconstrucción del país, especialmente en las zonas rurales y en la capital, afectadas por ocho años de guerra con Irak, y amplió las relaciones y la cooperación con distintos países, a excepción de Estados Unidos e Israel.