La población económicamente activa en España en 2022 estaba representada equitativamente por el 50% de hombres y 50% de mujeres, en un universo aproximado de 19 millones de trabajadores, según Statista. De esa incorporación masiva al mercado laboral, muchas mujeres ocupan posiciones de liderazgo en los gobiernos, consejos presidenciales, empresas y administrativos del IBEX 35. Contrariamente, hay otro grupo de mujeres en España que trabajan al margen de los derechos laborales básicos.
Son trabajadoras de sol a sol pero son invisibles a la hora de recibir una contraparte por su denodado esfuerzo. Se desempeñan en sectores precarios, como aparadoras, envasadoras y también rederas. Estas mujeres han visto transcurrir sus años laborales de espaldas a los derechos básicos, sin horarios, vacaciones y ni siquiera cotización a la seguridad social. Hoy se están agrupando para exigir el amparo de normas y leyes.
Una de estas mujeres, dedicada a coser todas las piezas que componen un zapato en Elche, al sur de la Comunidad Valenciana, tiene 60 años y confió a Efe que trabaja desde los 15. Pero no quiere “ni pensar” en el momento de jubilarse, pues apenas tiene cotizados siete meses, comentó luego de pedir su anonimato para evitar represalias.
“No quiero ni planteármelo. Sé que llegará un momento en que no podré trabajar. Pero no quiero ni pensarlo porque es de lo que vivo”, confió una de las 7.332 mujeres que, según un estudio de la Universidad de Alicante, trabaja sin cotizar en el sector del calzado. Invisible y feminizado, pues son apenas 1.542 los hombres aparadores.
Este trabajo nace después de que las grandes empresas del calzado externalizaran en pequeños talleres el ‘aparado’ de los materiales. Es decir, la unión definitiva de cada una de las piezas de un zapato.
Mujeres en España sin derechos laborales básicos
Estos pequeños negocios contratan para ello a terceras personas con sueldos que no superan los 3 euros/hora y que no se actualizan desde hace 25 años. La mujer detalla a la agencia española de noticias, que trabaja los siete días de la semana con jornadas de hasta 14 horas, ya que el salario apenas llega a los 2,5 euros la hora. Y es una única forma de “llegar a un sueldo que no sea mísero”.
Ella es una más de la Asociación de Aparadoras y Trabajadoras del Calzado, que acudió el pasado enero a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo en Bruselas para denunciar estas condiciones y pedir que se les reconociera una “jubilación digna”.
Esta situación se hace extensiva para las mujeres que trabajan en España sin derechos laborales básicos. Se incluyen a las envasadoras y las que operan en el sector del manipulado que totalizan 30.000 trabajadores. Aproximadamente el 85 %, unas 25.500, son mujeres.
Estas trabajadoras, sostuvo Francisco Rueda, responsable del Sector de Empresa Privado que están “sometidas al imperio del mercado” y muchas veces son avisadas con escaso tiempo. “¿Qué pasa si te llaman a las 13:00 horas de un sábado para ir a trabajar? Que si no entras por el aro, no te llaman en la siguiente campaña. Es verdad que con la nueva normativa están obligados a hacerlas fijas discontinuas y a llamarlas. Pero como es un sector muy precario y la gente tiene muy poca antigüedad, no les cuesta indemnizar a esa trabajadora”, afirmó.
“La problemática sigue siendo el miedo y, lo peor de todo, la necesidad de trabajar en un sector precario”, aseguró Rueda. “Conforme la campaña aminora, el número de trabajadores decae. Esas personas se van al paro porque no tienen otra forma de ganarse la vida”.
Algunos pequeños avances
En la lucha de las mujeres trabajadoras en España por contar con los derechos laborales básicos, están las del sector pesca.
La futura Ley de Pesca Sostenible, proyecto que regulará los caladeros, reconoce por primera vez a las rederas o neskatillas un coeficiente reductor de la edad de jubilación. Era una demanda histórica del sector, mayoritariamente femenino, señaló la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca, que ha celebrado también que se aumente el coeficiente reductor para las mariscadoras de costa.
Ana Belén Regía es redera desde los 15. Describe este trabajo como “duro, sobre todo en invierno”, pero “satisfactorio” porque le aporta una libertad que, ella al menos, no encontraría en otra ocupación.
La presidenta de la Asociación de Redeiras O Fieital de Malpica (A Coruña), Ángeles Mille, expresa con orgullo que las mujeres del mar son “fuertes, de tirar para adelante”. Por ello, van “donde llaman los barcos”, agregó la redera Ana Belén Regía, que de carrerilla enumera los puertos del Cantábrico que pueden llegar a visitar en una semana. Recordó que “para que un barco pueda pescar, tenemos que estar nosotras para atarle las redes”.
Además, “la mayoría de la gente ni siquiera se plantea que existe esta profesión” admite la presidenta de la Federación Galega de Redeiras Artesás O Peirao, Verónica Veres.
En Galicia se concentra el grueso de flota pesquera. Aglutina casi un 80 % del sector, con presencia también en el País Vasco, Cantabria y Asturias.
Aprueban ley de representación paritaria
Las empresas no cotizadas de más de 250 empleados y 50 millones de euros de volumen de negocio anual tendrán hasta julio de 2026 para tener en sus órganos de decisión un 40 % de mujeres como mínimo. Este martes, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de ley para asegurar la representación paritaria de mujeres en los futuros gobiernos y en empresas.
La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, explicó que en el caso de las direcciones y consejos de administración de las cotizadas se deberá cumplir con ese porcentaje antes del 1 de julio de 2024. En el caso de las sociedades cotizadas se establece como infracción grave el incumplimiento de estas previsiones, explicó el gobierno.
Calviño valoró la norma al señalar que sitúa a España como uno de los países más avanzados en igualdad de género. “Pasamos de recomendaciones y buenas prácticas a establecer obligaciones que permitan alcanzar la igualdad de género efectiva en ámbitos de decisión política y económica”, adicionó la vicepresidenta.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que “si las mujeres representan la mitad de la sociedad, la mitad del poder político y la mitad del poder empresarial” tiene que visualizarse. Destacó importancia de esta nueva norma, “llamada a extender la paridad a todos los ámbitos”. Y que impulsa la presencia de las mujeres en puestos de dirección de las grandes empresas o de los colegios profesionales.