Por Benito Guerrero
28/10/2016
A veces la vida te lleva a tomar decisiones complicadas de las que dependerá tu futuro y el de más gente. Esto es lo que ocurre en 7 años, la primera película con producción original de Netflix España y dirigida por Roger Gual. La historia transcurre en las oficinas de una exitosa startup que se enfrenta a un gran dilema: quién de los cuatro socios –interpretados por Juana Acosta, Paco León, Alex Brendemühl y Juan Pablo Raba– deberá asumir la culpa y cumplir los siete años de prisión por evasión de impuestos.
Los cuatro disfrutan de un nivel de vida muy bueno gracias a los beneficios de la empresa, aunque la evasión de impuestos ha tenido mucho que ver en su enriquecimiento. Y les pillan. Les están investigando y de un momento a otro irrumpirán en las oficinas para detenerles y llevarles a la cárcel.
La abogada de la empresa propone una solución alternativa: que uno cargue con la culpa de los cuatro y vaya a la cárcel. Una alternativa que salvaría a tres de ellos de ir a prisión. La película nos muestra la parte de esta historia en la que se decide quién asumirá la culpa. Para ello contratan a un mediador –al que da vida Manuel Morón- para que les ayude en su dilema y facilite el trámite en la medida de lo posible.
Juana Acosta interpreta a la encargada de llevar la contabilidad de la empresa, “uno más” a pesar de ser la única mujer en el organigrama. Verónica es una chica que viste pantalones y que en algunos momentos se mete en la piel de un hombre para que se la tome en serio en este grupo. En la vida real, “hay muchas mujeres que no necesitan ponerse en la piel de un hombre en su día a día para triunfar y ser respetadas”, reflexiona la actriz que ha estrenado recientemente Vientos de la Habana.
Ella, personalmente, cree que no es justo que una persona cargue con la culpa del resto. Sin embargo, “estamos hablando de unos seres que se mueven en unas esferas de poder muy grandes y con unos manejos de dinero exorbitantes, son otro tipo de cabeza”, cuenta. Como curiosidad, desvela que durante el rodaje escuchó que para tener una cuenta en Suiza no puedes tener menos de un millón y medio de euros. Preguntada por su opinión sobre la corrupción, sentencia que le parece “una vergüenza”. La película «no puede estar más de actualidad desafortunadamente», añade.
La trama pone de manifiesto como ante una situación como esta, “el ego, la lucha de poder, la codicia y la competitividad” se imponen a la amistad y al compañerismo. “Son cosas que, si hurgas, encuentras en todas las compañías. En esta historia, como la situación está llevada al límite, salen a flote con más facilidad”, comenta. Su personaje hace una reflexión interesante que tiene que ver con el tiempo. “Ya no es la parte de tu sueldo que se lleva Hacienda, la pregunta es ¿qué parte de mi tiempo dedico a la administración?”, plantea Vero. Para Acosta el tiempo es muy importante y sus ratos libres intenta exprimirlos al máximo con su familia y amigos.
“El rodaje ha sido como un laboratorio en el que las relaciones entre los cuatro socios se iban gestando durante muchas horas de ensayos. Relaciones que se van degradando a medida que avanza la trama”, cuenta la actriz. El argumento de la película hace que no existan cambios de localización ni de vestuario, facilitando el rodaje. “Teníamos que estar concentrados en todo momento porque el rodaje era continuo y, artísticamente, ha sido muy revelador personalmente”, confiesa. Pronto la veremos en la próxima película de Alex de la Iglesia.
Paco León es otro de los actores que encabezan el reparto de 7 años. Se pone en la piel de Luis, un joven que tuvo la idea brillante de la que surge la empresa. Sus compañeros le tienen en estima aunque en algunos momentos dejan ver que, de no ser por esta empresa, su vida sería bastante distinta. Es su primera vez en este género ya que está acostumbrado a dedicarse a la comedia, tanto en su faceta de director como de actor.
El director de Kiki, el amor se hace opina que “aritmética y lógicamente es mejor que uno cargue con la culpa del resto”. Lo complicado en este caso es decidir quién será el elegido y qué argumentos se utilizan, expone. La única familia de Luis es su trabajo y por eso, cuando la cosa se pone fea, “es una sorpresa y una decepción muy grande que sus compañeros piensen que es el que menos va a perder si va a la cárcel”.
“Hoy en día estamos a acostumbradísimos a la corrupción y como ciudadano es indignante”, cuenta el actor. La película se centra en cómo una situación complicada afecta a las relaciones personales. Paco León confiesa que le encantaría hacer una película que contase cómo ha evolucionado la relación entre Bárcenas y Rajoy: “¿Le mandarías un mensaje?”. En la actualidad se encuentra inmerso en el rodaje de Toc Toc, la versión cinematográfica de un músical que lleva más de siete años en cartel en Madrid. Entre risas confiesa que, de momento, no habrá una segunda parte de Kiki y que ahora está llegando a otros países del mundo en los que la acogida está siendo muy buena.
Los más de 86 millones de usuarios que tiene Netflix en 190 países de todo el mundo pueden disfrutar a partir de este viernes del filme. Roger Gual, ganador del Goya a la mejor dirección novel en 2003 por Smoking Room se ha tomado la libertad de rodar en orden cronológico y, además, una vez terminado el rodaje, volvió a grabarlo todo de seguido de nuevo.
El estreno llega un año después del desembarco de la plataforma de contenidos bajo demanda a España.