La salud y la enfermedad son el resultado de la interacción de múltiples factores que trascienden la genética como la situación socioeconómica de cada individuo, su nivel de educación, lugar de residencia y vivienda, entorno laboral, red de relaciones sociales y familiares, así como la capacidad para acceder a los servicios sanitarios[i]. Son los factores conocidos como determinantes sociales en salud que condicionan la existencia de inequidades con impacto en la salud y en la esperanza de vida de las personas, a pesar de que se pueden minimizar.
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Salud, el domingo, 7 de abril, que lleva por lema este año ‘Mi salud, mi derecho’[ii], la compañía biomédica MSD apoya el acceso a la salud en condiciones de equidad.
Como informa la web de la Organización Mundial de la Salud, el derecho a la salud de las personas está cada vez más amenazado. Las enfermedades, los desastres naturales, la crisis climática y los conflictos bélicos se cobran millones de vidas al año. Al menos 4.500 millones de personas -más de la mitad de la población mundial, según los datos conocidos en 2021- no se encuentran plenamente cubiertas por servicios de salud esenciales
El Consejo de la OMS sobre los Aspectos Económicos de la Salud para Todos señala que a pesar de que 140 países reconocen la salud como un derecho humano en su constitución, hay Estados que no aprueban ni ponen en práctica leyes que garanticen a sus ciudadanos el derecho a acceder a los servicios de salud[iii].
“MSD considera importante dar visibilidad a esta realidad que nos afecta en mayor o menor medida a todos, y sensibilizar sobre las inequidades en salud, así como transmitir el mensaje de que las desigualdades son minimizables, si los agentes sanitarios (administraciones públicas, gestores, profesionales médicos, industria y pacientes) trabajamos de manera conjunta y colaborativa”, dijo Cristina Nadal, directora ejecutiva de Policy de MSD en España.
Nadal recalcó el deseo de activar las palancas para que los determinantes sociales de la salud se tomen en cuenta en la práctica y se creen marcos de diálogo y discusión para generar enfoques e iniciativas multidisciplinares y colaborativas sólidas.
MSD está comprometida con la búsqueda de la equidad en salud y desarrolla iniciativas a nivel global y local para afrontar las desigualdades provocadas por los DSS. Sus acciones incluyen programas de alto impacto como el programa ‘MSD para las madres’, una campaña global que trata de reducir las muertes que ocurren en el periodo perinatal y que han sufrido 18,2 millones de mujeres en más de 50 países[iv]. Asimismo, el programa de donación de Mectizan (ivermectina), gracias al cual la OMS ha certificado la erradicación de la oncocercosis, o “ceguera de los ríos”, en Colombia, Ecuador, Guatemala y México.
En paralelo y a nivel local, MSD en España promueve iniciativas y proyectos encaminados a reducir las desigualdades en el acceso a la salud, aumentar el registro de datos y evidencias en el ámbito de los DSS. Igualmente, desarrolla programas multisectoriales de formación y concienciación de la ciudadanía. En particular, se apoyan y fomentan estudios multisectoriales que analizan los efectos de los DSS en los resultados en salud, con especial foco en enfermedades como el cáncer, la diabetes o el VIH, cuya aparición y evolución depende en gran medida de factores que trascienden la genética y la biología.
MSD colaboró con la Fundación Gaspar Casal en la elaboración del documento Por una salud no determinada. Una hoja de ruta hacia la equidad en salud, presentado en el Congreso de los Diputados en junio de 2022.
Impacto de los determinantes sociales en salud en España
En la esperanza de vida de la población española influyen el género y el lugar de residencia. Las mujeres viven de media 82,9 años, frente a los 77,3 años de media de los varones[v]. Geográficamente, la esperanza de vida al nacer es superior en las comunidades autónomas con mayor PIB per cápita (Madrid, País Vasco, Navarra, Cataluña, Aragón y La Rioja), situadas al norte de la península, mientras que, en algunas comunidades del sur, como la Ciudad Autónoma de Melilla, la media puede reducirse hasta en cuatro años.
La despoblación es otro de los principales determinantes que causan desigualdades en el acceso a la salud. La falta de profesionales sanitarios en las zonas rurales, y el difícil acceso a centros de atención primaria y hospitalaria en la “España vaciada” merman aspiraciones a vivir más y mejor de quienes viven en zonas rurales y corran más riesgo de padecer enfermedades crónicas y a tener menos acceso a pruebas diagnósticas preventivas.
“Todas las personas, y en particular los pacientes, deberían tender a tener las mismas oportunidades en lo relativo a la salud. Con este objetivo, creemos imprescindible visibilizar la realidad de los determinantes sociales de la salud como punto de partida para generar conocimiento y pasar a la acción”, ha asegurado Cristina Nadal en relación con el Día Mundial de la Salud.